Unidad Hermética, Cubigel

‘L’estat de la ciutat (XXI)’ : Crisis y transferencias de poder

L’ESTAT DE LA CIUTAT

La evolución de la crisis financiera está afectando seriamente las estructuras económicas, institucionales y sociales de la ciudad, sumida en una profunda recesión, como demuestra la cifra de 20.000 parados. La principal consecuencia de la crisis radica en que los centros de decisión económicos, políticos y sociales de la ciudad se trasladan hacia instancias exteriores, en un proceso irreversible de globalización.

En algunos casos, se trata de entidades financieras e instituciones de la vieja ciudad-fábrica, construida por los fabricantes textiles a principios del siglo XIX, que entró en fase de extinción tras la crisis del modelo capitalista de acumulación fordista de mediados de la década de 1970, con sus enormes factorías, rodeadas de barrios obreros.

Este proceso se produce en un contexto determinado por el empobrecimiento y la pérdida de derechos laborales y sociales de las clases asalariadas que está provocando el incremento de la conflictividad social.

Efectos del hundimiento de Caixa Sabadell

La actual crisis sistémica experimenta dos puntos de inflexión. El primero se produjo con la rápida intervención y subasta  de Unnim, donde se había integrado Caixa Sabadell. La caja de ahorros más antigua de Catalunya, con siglo y medio de arraigo en la ciudad, se fundía tras un vertiginoso quinquenio de expansión, basado en el ladrillo, absorbida por el BBVA, la segunda entidad financiera del Estado.

La desaparición de Caixa Sabadell repercute directamente sobre la Companyia d’Aigües de Sabadell (CASSA), la última joya de la corona de la vieja burguesía local. CASSA – entre cuyos principales accionistas, además de Caixa Sabadell, figuran Banc Sabadell,  Gremi de Fabricants y Ajuntament de Sabadell- hace un par de años fue objeto de un OPA hostil por parte de la multinacional francesa del sector Suez Environnement que controla Aguas de Barcelona (Agbar).

Caixa-Sabadell-BBVA
La sede central de la antigua Caixa Sabadell, hace unos días

Ahora, según han publicado diversos medios de comunicación, BVVA estaría a punto de vender las acciones de CASSA a Agbar, lo cual daría el pretexto al resto de accionistas locales para hacer lo propio. De confirmarse estas informaciones, desaparecería otra de las instituciones señeras de la burguesía industrial que construyó esta ciudad.

Por otro lado, continúan abiertos los interrogantes la política del BVVA sobre la Fundació de l’Obra Social de Caixa Sabadell, segregada de Unnim en el fallido proceso de fusión. Así, pues, BVVA no tiene ninguna obligación jurídica de aportar fondos, aunque que sí una manifiesta obligación social, respecto a un importante patrimonio producto del ahorro de muchas generaciones de sabadellenses.

De las decisiones que adopte el BVVA pueden depender el futuro de entidades ciudadanas como la Fundació Bosch i Cardellach, Joventuts Musicals o la Agrupació Astronòmica que recibían a apoyo económico de la Obra Social.

La intervención de la hacienda local

El segundo punto de inflexión se produjo con la intervención estatal de las cuentas del Ayuntamiento que ha debido implementar un duro Plan de Ajuste para acogerse a la línea de crédito del Ministerio de Hacienda y hacer frente a los casi 25 millones de facturas impagadas.

En opinión del alcalde y los portavoces del equipo, los recortes e impagos de las otras administraciones públicas, principalmente la Generalitat, unidos a la recesión económica, han supuesto un descenso de 40 millones de ingresos anuales -como aseguró en el pasado pleno el edil socialista Juan Carlos Sánchez- una cifra importante para unos presupuestos que, épocas de bonanza rondaban los 200 millones de euros.

Por el contrario, para la oposición, la intervención estatal de la hacienda local es consecuencia directa de la mala gestión económica del gobierno municipal socialista.

Moment de la manifestació contra els comiats del treballadors Municipals. Foto: David B.

En cualquier caso, al equipo de gobierno no le ha quedado otra opción que asumir un duro Plan de Ajuste, articulado en torno a ejes. Por un lado, aumentar sus ingresos mediante la subida de impuestos como pasa con el IBI incrementado en un 14% o con la espectacular subida de las tasas en las Escoles Bressol municipales, el Conservatori, Escola de Música y Escola Illa.  Por otro lado, ha de recortar gastos en todas las partidas presupuestarias, empezando por el personal mediante recortes salariales y reducción de la plantilla.

Sin duda, la intervención estatal de los presupuestos municipales merma su capacidad para operar como agente de reactivación de la actividad productiva en la ciudad.

El parque empresarial de Sant Pau de Riu-Sec

La cadena de inauguraciones de grandes centros comerciales en Sant Pau de Riu-Sec, como las multinacionales IKEA, Leroy-Merlín o McDonald’s podría interpretarse como un factor positivo, en la medida que significan creación de empleo7 en un contexto de profunda recesión económica.

Sin embargo, el parque empresarial -situado en un enclave estratégico entre el Aeropuerto, la autopista y la Universitat Autònoma- había sido concebido como un proyecto de carácter industrial frente a la apuesta por el sector servicios de la era Farrés, cuya emblema urbanístico es el Eix Macià. Justamente un proyecto cuya financiación dependía, a través de Provasa, de la extinta Caixa Sabadell.

Uno de los locales comerciales de Sant Pau de Riu Sec. Foto: J.d.A.

La profunda recesión económica ha marcado un giro de 180 grados en el proyecto que se está convirtiendo en una macroárea comercial, de inciertos efectos sobre el pequeño y mediano comercio de la ciudad y de ocio nocturno, si finalmente se acaban trasladándose los locales de la Zona Hermètica.

La actual configuración de Sant Pau de Riu-Sec expresa el fracaso de las élites económicas, financieras e institucionales locales para devolver a la industria el papel que tuvo en los orígenes de la ciudad.

De Unidad Hermética al grupo chino Huayi

El martes, 17 de julio, el Juzgado Mercantil nº3 de Barcelona adjudicó por 600.000 euros la empresa Cubigel Compressors, filial de la firma norteamericana American Industrial Acquisition Corporation (AIAC), a Jiaxipera filial de la compañía china Huayi, controlada a su vez por la sociedad estatal Sichuan Changhong, Huayi se impuso frente a su única competidora, la firma también china Donper que presentó una oferta de solo 108 euros.

Al día siguiente, el comité de empresa convocó una asamblea de trabajadores para informar de las duras condiciones de los nuevos propietarios. A cambio de mantener la producción, la compañía china despedía a 140 empleados, con la cual la plantilla se reduce a 386 personas que percibirán un 15% menos de su salario. Huayi, tampoco, asumirá las deudas anteriores, estimadas en  30 millones de euros. Tal y como está al patio, los trabajadores no tuvieron otro remedio que acatar esta decisión, con una margen de negociación mínimo.

De este modo, se cerraba la larga cadena de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) patronales y movilizaciones sindicales, que empezaron en julio de 2011, cuando Cubigel presentó el primer ERE que afectaba a 550 trabajadores. En septiembre, a pesar de seguir recibiendo pedidos, se paralizó la producción por falta de financiación derivada de su elevada deuda con los proveedores. En febrero de 2012, fue declarada por el juez en concurso voluntario de acreedores y en marzo, tras medio año de parada,  se reemprendía parcialmente la actividad. El 10 de mayo, el tribunal rechazaba el plan de viabilidad de AIAC y 16 de julio daba a conocer la oferta de las dos compañías chinas.

Las vicisitudes de esta empresa,  dedicada a la fabricación de compresores frigoríficos, son muy ilustrativas sobre la reciente evolución de la burguesía industrial sabadellense. La empresa fue fundada en 1962 con el nombre de Unidad Hermética (UH) por el ingeniero industrial y empresario, Antoni Forrellad Solà (Sabadell, 1912-1983), y en poco tiempo se convirtió en la firma líder del sector. Con una plantilla que llegó a alcanzar los tres mil trabajadores, era la empresa con el mayor número de empleados de Sabadell. En otro orden de cosas, al final de la dictadura franquista, UH se convirtió en la punta de lanza del combativo movimiento obrero local.

Antoni Forrellad, estrecho colaborador de Jordi Pujol en las aventuras de Banca Catalana y Convergència Democràtica de Catalunya, murió en 1983 y dejó la empresa en manos de su hijo, Hermen, fallecido en 1991, con 48 años de edad víctima de un infarto cardíaco.

La crisis industrial, unida a los efectos de la entrada de España en la Unión Europea (1986), que acabaron con el proteccionismo estatal del mercado español, provocaron grandes pérdidas en la empresa. Finalmente, en 1988, Hermen Forrellad decidió aceptar la oferta de compra de la multinacional sueca del sector Electrolux Holding.

Desde entonces,  la fábrica ha pasado por distintas manos. En 2003, fue adquirida por la firma italiana Appliances Components Companies (ACC) que, a su vez, la vendió a la norteamericana AIAC. El lunes, 23 de julio, la nueva dirección china se hará cargo de ella.

Un grupo japonés adquiere el Centre d’Esports

Un grupo inversor japonés, cuyo nombre de momento se desconoce, se hizo con el 51% del capital del Centre d’Esports Sabadell. La operación se ha producido en el marco de la ampliación de capital de la entidad deportiva y se ha verificado en dos tiempos. Tras verificar un primer pago de 616.000 euros, el 20 de julio el grupo japonés remitió la transferencia bancaria de 1,8 millones de euros, completando la cantidad de 2,5 que lo convierten en su accionista mayoritario.

CE Sabadell Ascens 2ª
Celebración del ascenso a 2ªA. Foto: David B.

El histórico club de fútbol, fundado en 1903 por Joan Grau, había sido una entidad dirigida, primero por industriales y luego por constructores de la ciudad y fue un importante elemento de su proyección exterior en los años dorados del desarrollo cuando competía en primera división.

El ascenso de categoría, la temporada pasada, concitó grandes esperanzas sobre una eventual resurrección del equipo. No dudamos de los beneficios que la inversión japonesa pueda reportarle al club; pero, para lo que a nosotros nos interesa, es un ejemplo más de la pérdida de capacidad de decisión de las elites locales.

Tendencia de fondo

En efecto, las incertidumbres sobre el futuro de CASSA, la delicada situación de las finanzas municipales, el impacto sobre el comercio local de Sant Pau de Riu-Sec o el desembarco de grupos empresariales e inversores asiáticos expresan el proceso de transferencia del poder desde instancias locales hacia gigantescas corporaciones multinacionales.

 Foto Portada: David B.

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