Pleno julio Sabadell

‘L’estat de la ciutat (XIX)’: Crónica del pleno de julio: ajustes, despidos y ratas

L’ESTAT DE LA CIUTAT

El pasado martes se celebró el último pleno del curso político, de más de siete horas de duración, determinado por las consecuencias del Plan de Ajuste municipal, requisito del Ministerio de Hacienda para otorgar el crédito de  los casi 25 millones de facturas impagadas. Una sesión que constituye una buena muestra del nivel del debate de nuestros representantes políticos.   

Llevo asistiendo, por motivos profesionales, a los plenos de este excelentísimo ayuntamiento desde el último mandato de Antoni Farrés. Así que me habré chupado, contando por lo bajo, unas 150 sesiones. En los primeros mandatos de la era Bustos, este último pleno antes de las vacaciones estivales se denominaba, en el argot periodístico,  el “pleno de la horchata”, debido a que el alcalde invitaba a los asistentes a degustar el refresco valenciano. La crisis ha acabado con estas alegrías.

En la plaza Sant Roc se han reunido unas 150 personas entre trabajadores municipales, damnificados por recortes salariales y los despidos, alumnos y profesores de las escuelas municipales, afectados por los brutales incrementos de las matrículas que hoy se aprobarán definitivamente. Provistos de sirenas, pitos, petardos e instrumentos musicales arman un escándalo perfectamente audible en el salón de plenos.

A las seis en punto de la tarde comienza la sesión con un orden del día de 25 puntos y 8 mociones. El equipo de gobierno presenta varios dictámenes consecuencia directa del Plan de Ajuste y otros que quiere aprobar antes de septiembre cuando se celebrará el próximo pleno. La oposición también quiere cerrar el curso sacando pecho.

Me aposento en el fondo de la estancia, en una de las sillas reservadas a los chicos de la prensa. Los cerca de 50 asientos están ocupados por el público habitual formado por la claca de los partidos, comisionados y altos funcionarios municipales.

Calentando motores

La cosa empieza fuerte, con el dictamen sobre la rebaja de las retribuciones (4%) de los cargos electos y los grupos municipales (5%) con que el equipo de gobierno pretende, según las portavoces de EUiA, Marisol Martínez, y Entesa, Virgínia Domínguez,  compensar el efecto de los despidos a 16 trabajadores públicos y tres cargos de confianza que figura con el fatídico número 13 del orden del día. Ambas ediles critican los elevados salarios de los cargos políticos, propugnan un recorte drástico de sus emolumentos, que podrían limitarse a cinco veces el salario mínimo, y la eliminación de los cargos de confianza.

A pesar que Josep Ayuso figura como portavoz del grupo socialista, Juan Carlos Sánchez es el encargado de ejercer esa función y replicar a las lideresas de la oposición. Defiende una retribución digna para las personas ocupadas en el servicio público, pues de otra forma sólo los ricos podrían dedicarse a la política. Un buen argumento pero que no responde a la percepción, ampliamente extendida entre la ciudadanía, que muchos buscan enriquecerse a través de la política. Finalmente, la rebaja de los sueldos de los ediles se aprueba con los votos a favor de PSC, CiU, ICV y PP y en contra de EUiA y Entesa.

Juan Carlos Sánchez, uno de los pesos pesados del gobierno local. Foto: PSC.
Juan Carlos Sánchez, uno de los pesos pesados del gobierno local. Foto: PSC.

Cada uno de los siguientes puntos del orden del día provoca enconadas discusiones como con el reglamento de la Sindicatura Municipal de Greuges, las tarifas del horario matinal de las guarderías, el contrato de concesión del servicio de ayuda a domicilio a una empresa privada –participada en un 85% por el BBVA, según desveló Martínez- o la reducción de 45.000 euros a la subvención al Consell Esportiu del Vallès Occidental.

La buena noticia

El acuerdo con el Ministerio de Hacienda para alargar a diez años el pago del crédito por los casi 25 millones de facturas impagadas, es saludado por Ramon Burgués, concejal del ramo, como una “buena noticia”, pues reducirá notablemente el montante de las cuotas anuales. No opinan lo mismo las portavoces de los grupos de izquierda que aprovechan la oportunidad para volver a cargar contra el gobierno local a quien consideran responsable de la mala gestión económica que ha obligado a emprender el Plan de Ajuste y estar intervenidos por el Estado, cosa que no ocurre en otros municipios como Terrassa.

El alcalde, que no sólo preside el debate sino que puede intervenir cuando quiera sin límite de tiempo, toma la palabra para afirmar que Sabadell está en un nivel de endeudamiento similar a Terrassa, pero que su ayuntamiento se acogió antes a una línea de crédito ICO para abonar las facturas a sus proveedores.

Subida de tasas o tarifación social

La aprobación definitiva de las ordenanzas fiscales y reguladoras de precios públicos desencadena otra batalla dialéctica, derivada del aumento de los precios del Conservatori y la Escola de Música y de la Escola Illa. Virgínia Domínguez advierte sobre el peligro que se cierne sobre el futuro de dichos centros, pues muchas familias no podrán pagar las elevadas cuotas. También retó a Burgués a mantener que “ningún alumno de Sabadell se quedará sin plaza por motivos económicos” quien recogió el guante y se reafirmó en esta osada promesa.

Finalmente, el punto pasó sólo con los votos del PSC, la abstención de PP e ICV y el voto en contra de CiU, Entesa y EUiA. Carme García (ICV) justificó su postura aduciendo que se había introducido la tarifación social lo cual beneficiaba a las rentas más bajas. Esto le valió las duras críticas del edil de Esquerra Unida, Joan Mena, por desvirtuar ese concepto. En realidad, aseguró, se trata de una “subida de tasas disfrazada de tarifación social”.

Cruzar las líneas rojas

Las intervenciones se han ido sucedido con el rumor de fondo del clamor en la plaza. El ruido se hace ensordecedor cuando un nutrido grupo de manifestantes asciende por las escaleras hasta el salón de plenos. El alcalde, con un gesto imperceptible, ordena cerrar las puertas de acceso, protegidas por una dotación de la policía municipal. De esta manera se quiere acallar la protesta, lo cual me parece todo un símbolo del creciente abismo entre la ciudadanía y la clase política.

Por fin, casi a las nueve de la noche se llega al esperado punto número 13 para el cual todos han afilado sus armas. Burgués argumenta que los despidos no eran la opción del Ayuntamiento, que propuso a sindicatos y trabajadores una rebaja de los salarios para evitar los despidos y que no fue aceptada. Un polémico intento de transferir a los empleados y sus representantes la responsabilidad por los despidos.

Protesta de trabajadores municipales, en junio. Foto: J.d.A.
Protesta de trabajadores municipales, en junio. Foto: J.d.A.

Marisol Martínez, no se anduvo por las ramas, denunció que el alcalde cobra, sólo del ayuntamiento, 80.000 euros anuales, más que Mariano Rajoy y una larga lista de presidentes de comunidades autónomas, al igual que muchos concejales, comisionados y altos cargos municipales que perciben más que los ministros del gobierno. Es ahí donde habían de hacerse los recortes en personal y no a costa de los de abajo, despidiendo a personal administrativo y subalterno con bajos salarios.

García se sumó a estos argumentos y cifró en 345.000 euros el ahorro por unos despidos que no solucionan los problemas financieros del Ayuntamiento; asimismo, indicó que entre ellas había dos mujeres con baja de maternidad y otra embarazada.

En términos semejantes se posicionó Domínguez. Para ilustrar sus tesis puso el ejemplo de la presentación virtual del Passeig que había costado 17.000 euros, casi el equivalente del salario anual de uno de los subalternos despedidos, cuando se habría podido pasar gratis con un power-point.

Bustos: “Nadie puede garantizar nada”

Otra vez le tocó a Sánchez la ingrata tarea de replicar a los grupos de izquierda. El primer tenor del grupo socialista responsabilizó a las otras administraciones públicas, particularmente a la Generalitat, y la crisis económica de la delicada situación de las finanzas locales, las históricas hermanas pobres de las administraciones públicas. El Ayuntamiento ha dejado de ingresar 40 millones de euros. No obstante está manteniendo los servicios, cuando otros municipios están cerrando las guarderías. Mientras todas las administraciones públicas y empresas del país están reduciendo su personal, el ayuntamiento solo despide a 19 trabajadores, una cifra insignificante en comparación de una plantilla de 1.500 trabajadores.

Los tres concejales del PP fueron claves para los despidos de los trabajadores.
Los tres concejales del PP fueron claves para los despidos de los trabajadores.

En el turno de réplica, desde los grupos de izquierda se señaló que con esta medida el ayuntamiento atravesaba una línea roja y sentaba un precedente. Por tanto, pidieron garantías que no habrían más despidos.

Bustos, con semblante serio, fue el encargado de cerrar el debate. Vestido con la túnica de presidente de la Federació de Municipis de Catalunya (FMC) emitió un discurso municipalista y acusó a la Generalitat de financiar su déficit a costa de no pagar a los ayuntamientos e incumpliendo los compromisos adquiridos. “Nadie puede garantizar nada” –respondió a los grupos a su izquierda.

Esteban Gesa no dejó pasar la oportunidad para recordar que, gracias a la abstención del PP, el gobierno podía aprobar los despidos, pues el resto de la oposición, CiU incluida, votó en contra.

Esceptismo urbanístico

El convenio ente el Ayuntamiento, la conselleria de Territori i Sostenibilitat y Ferrocarrils de la Generalitat para soterrar la vía del “Metro” en su paso por Gràcia y Can Feu motiva otra prolongada discusión. A cambio de la recalificación de los terrenos de la estación, que pasan a ser edificables, la Generalitat espera obtener las plusvalías para financiar la obra. Los grupos de izquierda plantean razonables dudas, compartidas por CiU, sobre el éxito de la operación urbanística en un contexto de hundimiento del mercado inmobiliario que sirvieron para argumentar su abstención, frente al apoyo de PSC, PP y CiU.

Los puntos dedicados a cuestiones medioambientales, expuestos por Ricard Estrada, marcan un anticlímax en la maratoniana y dura sesión.

Cuatro mociones

Entre las nueve y las diez la sala empieza a vaciarse. Pasada la medianoche se inicia la discusión de las ocho mociones de la oposición, cuatro de las cuales acaban retirándose. Según diversos estudios psicológicos, el tiempo de concentración de la mente humana oscila entre una y dos horas, a partir de entonces se pierde atención y se relaja el esfuerzo intelectual. Así que, tras cinco horas de pleno y un único receso de cinco minutos, todos estamos bastante tarumbas.

La proposición de Entesa, reclamando financiación pública y privada para la Pista Cubierta de Atletismo, es aprobada por unanimidad. Josep Ayuso, concejal de deportes, confirma el dato que su mantenimiento genera un déficit de 200.000 euros anuales a las finanzas locales.

Jocs Olímpics CEIP Samuntada
Se pedirá que otras administraciones colaboran con los gastos de la pista.

La moción de EUiA, que rechaza los cambios en los libros de texto de la asignatura de Educación para la Ciudanía y demanda el “reconocimiento de la diversidad en los modelos familiares”, desencadena un choque frontal entre Joan Mena y Esteban Gesa. Finalmente es aprobada con los votos de EUiA, PSC, ICV y Entesa, la abstención de CiU y el voto en contra del PP.

No ocurre lo mismo con la otra moción de EUiA, elaborada por la sección sindical de UGT, para blindar los servicios y la plantilla municipal. Con diversas excusas Entesa y ICV justifican su abstención, quizás para no molestar a CC.OO, a la que se une el PP, mientras que PSC y CiU votan en contra.

ICV deja sobre la mesa sus propuestas

ICV deja sobre la mesa las dos mociones que llevaba a este interminable pleno. Una de ellas, referida a  los problemas de un bloque de pisos de Sant Julià, propicia una prolija explicación de García que no quiere desaprovechar la presencia de un grupo de vecinos del barrio. Ello provoca el lógico malestar del alcalde que, para compensar, da la palabra al regidor de Urbanismo, Joan Manau.

CiU denuncia una plaga de ratas en la ciudad

La moción de CiU, a fin de elaborar un plan de choque contra las ratas, degenera en una reyerta política, abierta a todo tipo de lecturas simbólicas. Los ediles convergentes aseguran haber recibido numerosas quejas, sobre todo de los barrios del norte, de la anormal presencia de “ratas como conejos”. Excepto el PP, el resto de grupos tachan de exagerada y alarmista la existencia de una plaga de roedores y critican a CiU que lleve al pleno un tema que podría vehicularse por otros canales. Martínez llega a acusarlos de hacer “política de cloaca”.  La regidora de Salud, Cristina Moreno, se libra a una extensa explicación del servicio de desratización que en 24 horas atiende las denuncias. No obstante, da unas cifras que revelan la vitalidad de estos parásitos urbanos. Estoy tan pasado de vueltas que me imagino al alcalde contratando al Flautista de Hamelín.

Un murmullo de aprobación se eleva en la sala cuando los portavoces de CiU y PP anuncian la retirada de sus mociones.

La pedrea

A la una y diez de la madrugada, cuando ya solo quedamos cuatro gatos, se entra en el punto final de ruegos y preguntas. El alcalde, en plan de si no quieres caldo toma dos tazas, da lectura al extenso informe de respuesta a la pregunta por escrito de CiU sobre los semáforos de la Gran Vía. Luego, Carles Rossinyol realiza un ruego para que el alcalde anuncie debidamente el sentido del voto antes de las votaciones como establece el Reglament Orgànic Municipal (ROM). Martínez y Domínguez preguntan sobre supuestas irregularidades en la concesionaria SMATSA que Bustos responderá en el pleno de septiembre.

Abandono el salón de plenos a las 1,25h de la madrugada. La sesión ha batido todos los registros de duración desde la era Farrés. A diferencia de otras ocasiones donde regidores, periodistas y público comentan sus incidencias, hoy todo el mundo sale disparado hacia sus casas.

La foto de portada es de David B.

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