Abejas

Fuera de casa dos días por abejas en un domicilio de Can Rull

  • Una familia de Can Rull deja su casa 48 horas tras aparecer miles de abejas en su cocina.

  • La abeja reina entró por la ventana y fue seguida por el resto. Los insectos perecieron en el piso.

Poco imaginaban Daniel Borlán y Jenífer Malvesí cuando el pasado viernes dejaron su casa por la mañana para ir al trabajo lo que les iba a suceder al volver a su domicilio.

Después de trabajar y cenar fuera de casa, llegaron por la noche a su domicilio, un piso en la calle Sant Isidor, en el barrio de Can Rull, con su hija, de dos años. Después de hacer algunos quehaceres, Borlán entró en la cocina y se encontró un par de insectos revoloteando. Sin darle demasiada importancia, decidió aplicar algo de insecticida. En pocos segundos, rememorando el clásico El enjambre, con Michael Caine, decenas, centenares, quizás miles de abejas aparecieron de la nada invadiendo la cocina.

Alarmado, Borlán decidió cerrar la puerta de la cocina a toda velocidad, impidiendo a los insectos salir hacia el pasillo, el comedor y el resto del domicilio. Después de varios minutos y sin saber que hacer pero con un gran susto en el cuerpo, la familia se decidió a llamar a la Policía Municipal y los Bomberos. En esos momentos centenares de abejas ya se acumulaban en el suelo desfallecidas. Llenaron los mármoles, el fregadero y especialmente el suelo de toda la cocina.

Cuando la Policía Municipal apareció en el domicilio, según el testimonio familiar, los agentes dijeron que no habían visto nunca nada igual. Los agentes retrataron con sus cámaras del móvil los centenares de abejas muertas y recomendaron a la familia que pasaran la noche fuera de casa. Asustados, y sin saber el motivo de la visita de los insectos, decidieron hacer caso, no sin antes hablar con Bomberos, quienes les recomendaron contactar con un apicultor, para que inspeccionara el inmueble a fin de encontrar la causa del incidente.

Borlán, Malvesí, su hija Emma y su mascota pasaron todo el sábado en casa de los padres de él. Y también la noche del sábado al domingo, ya que el apicultor se retrasó más de lo debido. Ningún otro vecino del bloque manifestó tener problema alguno y desde la calle era inapreciable. La pareja se miraba la escena desde la puerta de la cocina, sin saber si entrar e inspeccionar ellos la cocina, arriesgándose a remover el hipotético panel, y bajo riesgo de ser picados, o esperar al apicultor, como finalmente hicieron.

A media tarde de este domingo, finalmente la normalidad había vuelto al domicilio. El apicultor visitó el piso por la mañana y deshizo el entuerto. Según su testimonio, aprovechando una ventana abierta entre la cocina y el exterior, mientras la familia estaba fuera una abeja reina entró en el domicilio, seguida de centenares de abejas más. En pocas horas, iniciaron un panal en el interior de un mueble de la cocina. El apicultor desmontó el panal, del tamaño de una pera, este domingo y acto seguido roció con gasoil parte de la cocina.

Ahora todo está de nuevo en orden, aunque el apicultor ha avisado a la familia que, quizás, durante algunos días pueden recibir algunas visitas más. Y es que al haber muerto la abeja reina el resto puede aparecer de nuevo.

Foto portada: cocina del domicilio, el sábado por la tarde. Autor: J.d.A.

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