El Parc Central del Vallès fue el escenario de la fiesta del tercer aniversario de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la Crisis (PAHC) de Sabadell, fundada el 24 de marzo de 2011 en una asamblea en el Casal Pere Quart.
La jornada empezó el domingo a las 11 h con una serie de actividades infantiles que se prolongaron hasta las 14,30h cuando se sirvió una paella popular que degustaron unos 200 comensales. Tras la sobremesa, pasadas las 16 horas se sucedieron una serie de parlamentos de miembros de la plataforma que intervinieron en términos muy emotivos. Como Elisa, que aseguró que cuando se puso en contacto con la PAHC “estaba hundida” y que gracias a la ayuda de la plataforma “consiguió salir del agujero negro” y “tener un rayo de esperanza”.
Por su parte, Vicente evocó la primera época de la PAHC, cuando “nos reuníamos 20 personas en el local de la asociación de vecinos de Torreguitart” que comparó con las asambleas multitudinarias donde se reúnen cientos de personas en este mismo equipamiento y donde en cada asamblea vienen 20 o 40 nuevos casos. “Estamos haciendo algo muy grande, estamos haciendo historia –remató su parlamento”.
Emma, animó a los presentes a “seguir dando la batalla hasta acabar con este sistema salvaje”. Ahmed, protagonista de la ocupación de la oficina de Unnim de Torre-romeu el año pasado comparó la PAHC con una gran familia en la que “se siente feliz”, unos términos semejantes a los empleados por Miguel y otros ponentes.
Rumbas reivindicativas
Tras el visionado de un vídeo sobre la reciente ocupación del BBVA, se mostró un gran pastel con tres velas que reproduce el bloque ocupado del barrio de Gràcia. Seguidamente un grupo musical creado para la ocasión interpretó varias rumbas con letras reivindicativas como ésta:
No quiero ser tu esclava/
que yo quiero trabajar/
no quiero estar parada/
quiero tener un contrato/para poder cotizar”.
Acto seguido actuó el cantaor Blas de Córdoba, que cosechó grandes aplausos. El perfil de los participantes en el acto resulta un fiel reflejo de la composición de la nueva clase trabajadora: catalanes y castellanos, subsaharianos, marroquíes y latinos. Todos hermanados en la lucha.
