Foto portada: Marisol Martínez, Maties Serracant, Juli Fernàndez i Joan Berlanga, al balcó de l'edifici consistorial. Autor: David B.

‘Análisis’: A un año del cambio político

Este martes 24 de mayo se cumple un año de las elecciones municipales que marcaron un profundo cambio en la composición del Consistorio con una elevada fragmentación de las fuerzas políticas de la ciudad. El caso Mercurio acabó con la hegemonía del PSC y propició la formación del autodenominado “gobierno del cambio”.

La valoración del primer año de gobierno del nuevo ejecutivo municipal exige distinguir entre dos ámbitos diferenciados. Por un lado, el político, derivado de la compleja correlación de fuerzas en la ciudad. Por otro, y estrechamente vinculado al primero, la evaluación de su gestión.

Análisis político

Desde el punto de vista político, la situación está condicionada por la elevada fragmentación y relativa igualdad entre las formaciones que componen el Consistorio. A diferencia de los periodos dominados por un partido político hegemónico, encabezado por un líder carismático, como en los casos de PSUC/ICV con Antoni Farrés o PSC con Manuel Bustos, ahora no existe un grupo político mayoritario ni una personalidad dominante. Por el contrario, ahora tenemos a PSC con cinco concejales, Unitat pel Canvi, ERC, Crida per Sabadell y CiU con cuatro, Ciutadans con tres, Guanyem Sabadell con dos y PP con uno. Esto ha roto con la histórica dinámica mediante la cual un partido asumía la hegemonía política tras el cierre de un período, como ocurrió con el PSUC al final de la dictadura franquista y con el PSC al fin de la era Farrés.

Ayuso, junto a su mentor, Manuel Bustos. Autor: David B.
Ayuso, junto a su mentor, Manuel Bustos. Autor: David B.

El actual mapa político se explica por una serie de circunstancias extraordinarias que difícilmente volverán a repetirse. En primer lugar, por los devastadores efectos del caso Mercurio que destruyó el prestigio y la credibilidad política del PSC. A pesar de ello, los socialistas locales tuvieron la oportunidad de mantenerse en el poder si hubiesen emprendido una operación de regeneración y limpieza entre sus filas. Por el contrario, apostaron por el continuismo con el bustismo en la persona de Josep Ayuso, lo cual les valió un severo varapalo electoral, bajando de trece a cinco ediles, y viéndose aislados del resto de formaciones para eventuales pactos de gobierno. Probablemente, si hubieran realizado esta tarea regeneradora habrían retenido la alcaldía, como ocurrió en Santa Coloma de Gramenet después del caso Pretoria. Ahora la gestora que dirige los destinos del partido intenta remediar esta situación, aunque la entrada en el grupo municipal de un notorio bustista como Lluis Monge y las vicisitudes judiciales del caso complican esta operación renovadora.

Dada la tradición progresista de la ciudad, las fuerzas a la izquierda del PSC parecían las mejor posicionadas para sustituir a los socialistas. Sin embargo, sus luchas internas y su falta de capacidad política malograron esta expectativa.

  • En el último momento se construyó la coalición, Unitat pel Canvi, entre ICV, un sector de Podemos y otro de EUiA. Podemos se fracturó en dos sectores, uno de los cuales apostó por la coalición con ICV, a pesar que en la consulta entre sus bases triunfó la opción de concurrir en solitario como Agrupación de Electores. Esto motivó la expulsión del partido de los miembros de la formación que se presentaron en UpC, pendiente de ratificación por la dirección estatal del partido, y la constitución de una comisión gestora.
  • Por otro lado, las luchas internas en EUiA se resolvieron con la expulsión de la histórica militante y regidora, Marisol Martínez, que constituyó una formación, Guanyem Sabadell, que parasitó con éxito los signos de identidad de Podemos. De este modo y contra todo pronóstico, lograron dos concejales que, además, resultaron decisivos para la conformación de la mayoría gobierno.
  • En definitiva, si estas fuerzas hubieran realizado un trabajo político adecuado y aparcado sus diferencias internas actualmente serían la primera fuerza política de Sabadell y ostentarían la alcaldía. Tampoco, tras las elecciones, UpC demostró poseer la capacidad política para hacer valer su posición de segunda fuerza política de la ciudad y reclamar su derecho a liderar el “gobierno del cambio”.

Justamente estas anómalas circunstancias permitieron que ERC, tercera fuerza política en número de votos, acceder a la alcaldía en una ciudad que no cuenta con una mayoría independentista. Esto se realizó en dos tiempos. Primero, mediante un pacto de gobierno con la Crida, apoyado en la investidura por UpC y Guanyem. Posteriormente con la incorporación de estas dos formaciones al equipo de gobierno, asegurando la mayoría absoluta del bloque de izquierdas y la estabilidad institucional.

Foto portada: el bisbe de Terrassa, José Ángel Saiz Meneses, i l'alcalde de Sabadell, Juli Fernàndez, a l'Aplec de la Salut 2016. Autor: Ajuntament / cedida.
El obispo de Terrassa y Juli Fernàndez durante el Aplec de la Salut. Autor: Ajuntament /cedida.

Quizás está compleja situación explica la sobreexposición mediática del alcalde Juli Fernàndez, quien de esta manera quiere compensar su debilidad política ejerciendo a todas horas el papel de alcalde como baza política y electoral. Según los pactos de gobierno, primero con la Crida y luego con UpC y Guanyem, Fernàndez debería ceder la alcaldía a mitad del mandato, en principio a Maties Serracant de la Crida. Sin embargo, esto parece improbable y, dadas las diferencias internas entre los socios, lo más verosímil es que éste se mantenga en el cargo el resto del mandato.

Cartipàs quatripartit
Fernández y los tres tenientes de alcalde: Berlanga (UpC), Serracant (Crida) y Martínez (Guanyem)

El actual equipo de gobierno se debate entre dos tendencias contradictorias. Por un lado, la propensión a la cohesión derivada del hecho de compartir tareas de gobierno y responder a las críticas de la oposición. Por otro, la inclinación a la discrepancia debido a su heterogénea composición interna y la diversidad de sus intereses políticos y electorales. Aunque no hayan trascendido a la opinión pública, se perciben signos de tensiones internas entre la línea moderada de ERC y la rupturista de la Crida, complicadas por la búsqueda de protagonismo de Guanyem que, al carecer de una marca nacional, debe contrapesar esta carencia con un papel más activo en la política municipal y competir con el alcalde en la sobrexposición mediática.

Foto portada: els regidors socialistes Carles Bosch, Anna Carrasco, Josep Ayuso (portaveu) i Cristian Sánchez. Autor: J.d.A.
Parte del grup municipal socialista. Autor: J.d.A.

Otro factor a tener en cuenta es la escasa operatividad de la oposición. El PSC no se ha librado de la pesada carga del caso Mercurio y eso le impide desarrollar una labor opositora creíble. CiU, que sólo existe como coalición en el ámbito municipal, reclama una urgente renovación de su liderazgo y de su grupo municipal; además, está desarrollando una oposición que más parece dictada por el resentimiento provocado por no haber podido entrar en el gobierno que por una línea política coherente. El PP es una fuerza marginal que sólo puede ejercer una función de acompañamiento en el bloque opositor. Ciudatans es la formación que más esfuerzos está realizando para aposentar su posición política y realizar una labor opositora coherente, pero su carácter de formación de centro-derecha resulta un imponderable en una ciudad que, desde la caída de la dictadura, siempre ha estado gobernada por la izquierda.

Análisis de gestión

La evaluación de la gestión del “gobierno de cambio” debe tener en cuenta, en primer lugar, las inercias y resistencias de la maquinaria burocrática de la administración local que constituyen un obstáculo para implementar su programa de gobierno. Desde el estallido del caso Mercurio, el Ayuntamiento estuvo gobernado de facto por los funcionarios, dada la descomposición del grupo municipal socialista en el poder. Esto ha sentado un precedente que se ha ido prolongando en el tiempo, aprovechando la falta de experiencia en la gestión municipal del actual equipo de gobierno.

La Policia convocarà noves places aquest any. Autor: cedida.
Policías patrullando por la Rambla.

En este sentido y como botón de muestra, debe observarse el tratamiento a los funcionarios implicados en el caso Mercurio, particularmente en la Policía Municipal, donde ni siquiera se han abierto expedientes informativos al intendente y subintendente del cuerpo y se ha preferido contratar, a costa del erario público, a otro mando policial. Este es un mensaje contradictorio con las promesas de realizar una limpieza a fondo de la administración local contaminada por el bustismo y que, sin duda, habrá sido interpretado por un sector del funcionariado como un signo de debilidad. Algo semejante ha ocurrido en el resto de departamentos, donde con escasas excepciones, los altos funcionarios de la etapa anterior no han sido removidos de sus cargos.

Foto portada: reunió aquest dilluns al consistori. Autor: cedida.
Reunión de la PAH con concejales, hace unas semanas. Autor: cedida.

No podemos realizar aquí un examen exhaustivo de la gestión del gobierno local en todas sus áreas. No obstante, apuntaremos algunas de sus grandes líneas de actuación que nos remiten a un escenario contradictorio, entre el vector continuista y el rupturista, representados por las polaridades de ERC y Crida, donde UpC no parece haber encontrado su lugar en el equipo de gobierno y Guanyem juega otra partida.

  • Los planes de remunicipalización se están prorrogando casi indefinidamente. El ejecutivo está experimentando grandes dificultades para materializar esta promesa en relevantes servicios públicos como la limpieza y el mantenimiento de la vía pública, la distribución del agua, el cementerio o las guarderías. Aunque aquí, en descargo del equipo de gobierno, debe tenerse en cuenta tanto las complejas dificultades técnicas como el elevado coste económico de la reversión de las concesiones de las que hizo uso y abuso el gobierno del PSC, en algunos casos bajo sospecha de corrupción.
  • En un área tan sensible como la vivienda y los desahucios, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la Crisis (PAHC) figuraba como un aliado natural del gobierno. Sin embargo, la plataforma ha presentado un ultimátum al gobierno local, con fecha límite del 15 de julio, para que éste cumpla sus compromisos respecto a la creación de un parque público de viviendas, las sanciones a las entidades financieras propietarias de pisos vacios y emprenda una campaña informativa a favor del derecho a la vivienda.  En caso contrario, la PAHC denunciaría un “grave problema de coherencia política institucional”. Toda una muestra de las contradicciones arriba mencionadas.
  • En otro orden de cosas, el proyecto de urbanización del Passeig no acaba de concretarse.
  • También se observa una política continuista en materia del programa de viajes de la Gent Gran.
  • Respecto a otro de los grandes problemas de la ciudad, como crónico déficit del servicio de urgencias del Hospital Taulí, sorprende la decisión del Ayuntamiento de conceder un préstamo de 4,1 millones de euros a la Generalitat para solventar estas deficiencias cuando se trata de una competencia de la administración autonómica y ésta debe 20 millones de euros al Ayuntamiento. Una determinación que no sólo ha sido criticada por la oposición, sino por Isidre Soler, ex edil de Entesa per Sabadell, ahora integrada en la Crida, que deja traslucir las discrepancias entre esta formación y ERC (más: ‘Opinió d’Isidre Soler: ‘Préstec pel Taulí: una decisió sorprenent‘). Desde una perspectiva de izquierdas hubiera sido más coherente exigir el pago de la deuda y presionar a la Generalitat para que destine parte de sus recursos a solucionar el déficit sanitario de la ciudad.

En relación al ambicioso programa de gobierno del tetrapartido aún es pronto para emitir un juicio definitivo. Aun debe concederse un margen de maniobra al ejecutivo local, en el sentido de completar su aprendizaje en el conocimiento de la máquina burocrática de la administración local y para implementar sus proyectos diagnosis y planificación en las distintas áreas del gobierno de la ciudad. No obstante, ese plazo temporal empieza a agotarse.

Entonces se despejará la incógnita si acaba imponiéndose el vector continuista, propiciado por las inercias de la máquina institucional o el rupturista derivado de los programas políticos de las fuerzas que integran el equipo de gobierno. Una contradicción que podría resolverse en soluciones de compromiso que no contenten ni a uno ni a otro vector o, en el peor y más improbable de los supuestos, en la ruptura del pacto de gobierno pues el poder es la mejor argamasa para solventar las discrepancias internas.

En cualquier caso, todo parece apuntar a que nos hallamos ante un mandato de transición donde, dependiendo de la gestión del gobierno municipal y de la eficacia de la tarea de la oposición, pueda surgir una nueva mayoría en las próximas elecciones municipales. Todo ello con el telón de fondo de la prolongada decadencia económica y cultural de la ciudad como revelan las crisis de dos instituciones de su sociedad civil como son el Centre d’Esports y el Diari de Sabadell.

Foto portada: investidura de Juli Fernàndez como alcalde de Sabadell, el 13 de junio de 2015. Autor: David B.

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