Ayuso, junto a su mentor, Manuel Bustos. Autor: David B.

Análisis. ‘Autopsia socialista’

La implosión del grupo municipal socialista remite a los problemas de fondo del PSC que no ha podido o sabido resolver la crisis abierta tras el caso Mercurio y la debacle electoral en las pasadas municipales.

Los problemas políticos mal resueltos vuelven a aparecer como los fantasmas de las personas que antes de morir han dejado alguna cuenta pendiente en vida. Aunque en el caso del PSC de Sabadell, éste ha sido víctima de sí mismo. Durante largos años permitió el poder omnímodo y caciquil de Manuel Bustos, sin apenas oposición ni contestación interna, salvo escasas y honrosas excepciones. Entonces todo era adulación y parabienes para aquel que repartía poder, cargos y prebendas o colocaba a amigos y familiares.

Sánchez, a la espalda de Bustos, en los juzgados, en la primavera de 2013. Autor: David B.
Sánchez, a la espalda de Bustos, en los juzgados, en la primavera de 2013. Autor: David B.

El estallido del caso Mercurio brindó la oportunidad de regenerar el partido y pasar página de un negro periodo de la historia del partido y la ciudad. Además, los socialistas pudieron emprender esta ruta en condiciones mínimamente favorables, pues durante dos años conservaron la alcaldía en la persona de Juan Carlos Sánchez. Sin embargo, no fue así. En unas polémicas primarias se impuso el candidato bustista, Josep Ayuso, y un decepcionante Sánchez fue incapaz de asumir el más mínimo riesgo político instalándose en la “apatía”, por utilizar la expresión de Lluís Monge. Ni siquiera fueron capaces -como advirtió el patriarca del partido en la ciudad, Simón Saura- de presentar una lista de integración entre las dos facciones de la formación, lideradas respectivamente por Josep Ayuso y Marta Farrés. De este modo, se impuso una candidatura íntegramente bustista.

Ayuso y Farrés, en una rueda de prensa en febrero de 2015. Autor: David B.
Ayuso y Farrés, en una rueda de prensa en febrero de 2015. Autor: David B.

Sin duda, una responsabilidad compartida con la dirección nacional del partido que no tuvo el coraje político de imponer desde arriba una regeneración de su sección local y permitió que, desde la trastienda Bustos, continuase controlándolo. Acaso temerosos que éste pusiese en marcha el ventilador.

La debacle en las pasadas municipales obligó a tomar medidas y con más dos años de retraso se constituyó una gestora que tampoco ha sabido o ha podido emprender la ineludible labor regeneradora. Algo, en su descargo, ciertamente difícil cuando el portavoz, el resto del grupo municipal y gran parte de la base militante eran notorios bustistas.

Convulsión postbustista

La salida de Lluís Monge y Carles Bosch del grupo municipal señala un punto de inflexión en una crisis interna largamente larvada, que más que a motivos ideológicos parece responder a las luchas internas por ocupar el poder en los restos del naufragio socialista. Según fuentes próximas a la dirección del partido, se estaba fraguando la expulsión de los dos concejales y su grupo de apoyo. De ser esto cierto, éstos han preferido adelantarse y marchar del partido.

Foto portada: Carles Bosch i Lluis Monge, asseguts, amb militants afins. Autor: J.d.A.
Carles Bosch i Lluis Monge, sentados, con militantes afines. Autor: J.d.A.

Los ediles Monge y Bosch, que ahora pasarán a ser concejales no adscritos, han justificado su marcha criticado el estilo negativo de hacer oposición tanto de la gestora como del grupo municipal y la falta de democracia interna, cuando no levantaron la voz mientras la agrupación local estuvo dirigida con estilo dictatorial y mano de hierro por Manuel Bustos, a quien defendieron a capa y espada. Ambos han intentado justificar los motivos de conservar el acta de regidor, a pesar de romper con el partido al cual deben el cargo, aduciendo que quieren reconstruirlo desde fuera. Un propósito loable aunque desde el punto de vista de la ética política hubiera sido más edificante emprender esta ruta entregando el acta de regidor. Tampoco han aclarado si constituirán una plataforma política cara a futuras contiendas electorales.

Foto portada: dirigents i miltants del PSC, aquest matí. Autor: David B.
Dirigentes y militantes del PSC, este miércoles. Autor: David B.

Ahora bien, tampoco la respuesta del partido ha sido convincente. Pol Gibert y Josep Ayuso comparecieron en rueda de prensa para argumentar que la salida de Monge y Bosch es una oportunidad para pasar página y abrir una nueva etapa en la vida del partido. Un objetivo que llega con cuatro años de retraso y que cuestiona la labor realizada por la gestora, pues ¿qué han estado haciendo desde entonces? Por otro lado, la presencia de Ayuso como portavoz de una pretendida regeneración del pasado bustista adquiere ribetes esperpénticos y de escasa, por no decir nula, credibilidad. Ciertamente, desde su elección como cabeza de lista del PSC, Ayuso y Bustos se han ido distanciando hasta la ruptura, a la manera de Aznar y Rajoy. No obstante, la fotografía del exalcalde mercurial alzando su brazo tras su victoria en las primarias pesa como una losa que, dudamos mucho, pueda levantar jamás. En cualquier caso, la ruptura entre Bustos y Ayuso alimenta las sospechas que detrás de la salida de Monge y Bosch esté la larga mano del exalcalde.

Efectos colaterales

El futuro del PSC, dividido y sin haberse podido sacar el estigma de Mercurio, se presenta muy complicado. Tras esta última convulsión ha llegado el momento de poner en circulación al tapado o la tapada que se encargue de liderar y reconstruir el partido en la ciudad.

Otro efecto colateral de la implosión del grupo municipal radica en que puede descompensar la correlación de fuerzas entre poder y oposición en el Consistorio. Hasta el presente, el tetrapartido en el poder dispone de un solo voto de ventaja sobre los concejales de la oposición. Ahora, los dos ediles del grupo de no adscritos podrían operar como una especie de comodín desmarcándose cuando convenga del bloque opositor.

Foto portada: Ayuso, vencedor de las primarias, siendo felicitado por Manuel Bustos, el año 2014. Autor: J.d.A. 

Comments are closed.