Foto portada: una urna, el passat 27 de setembre. Autor: J.d..A.

Análisis: ‘Las tendencias de las tres elecciones del 2015’

El 2015 fue un año electoral en el que se convocó a la ciudadanía en tres ocasiones a las urnas: el 24 de mayo a las municipales, el 27 de septiembre a las autonómicas y el 20 de diciembre a las generales. Aquí analizamos las tendencias de voto de la ciudadanía que pueden resultar indicativas tanto si Catalunya como España se encaminan hacia elecciones avanzadas.

Los tres comicios arrojaron tres  distintas fuerzas ganadoras. En las municipales se impuso el PSC con 12.950 votos (15,41%) pero a una escasa distancia respecto a Unitat pel Canvi (UpC) con 12.611 votos (15,01%), ERC con 12.426 (14,79%) y Crida per Sabadell  con 11.110 votos (13,22%). En las autonómicas venció Junts pel Sí (JxS) con 43.377 votos (33,73%) y en las generales En Comú Podem (EcP) con 32.253 votos (28,93%).

Participación y abstención

Las municipales fueron los comicios donde menos ciudadanos acudieron a votar y la abstención se cifró en casi la mitad del censo electoral (49,8%).

Por el contrario, el menor índice de abstención se registró en las autonómicas con sólo un 21,2 por ciento y con un incremento de la participación de 19 puntos, lo cual se explica por el carácter ‘plebiscitario’ de las mismas. En las generales, la abstención se situó en el 30,4 por ciento y la participación aumentó en casi cuatro puntos respecto a las anteriores legislativas españolas.

Los dos ejes  

El análisis electoral en Catalunya debe articularse en torno a dos ejes: nacional y social. En el primer eje, las fuerzas independentistas (CiU, ERC, Crida per Sabadell) obtuvieron en las municipales 34.628 votos (41,21%). En las autonómicas las formaciones secesionistas (JxS y CUP) lograron 49.883 votos (41,67%) y en las generales (DiL y ERC) 29.133 votos (23,13%). Así pues, si en los dos primeros comicios las fuerzas independentistas obtuvieron unos apoyos electorales semejantes, en las generales el voto soberanista descendió casi a la mitad. Esto puede interpretarse como producto del desgaste experimentado por el electorado independentista ante la situación de bloqueo que sufre el proceso soberanista.

En el eje social, en las municipales las formaciones de izquierda (PSC, UpC, ERC, Crida y Guanyem Sabadell) obtuvieron 54.495 votos (64,61%) y los partidos de centro-derecha (PP,CiU, C’s) 26.019 votos (30,97%). En las autonómicas, el cálculo se complica dado que en JxS confluyeron una formación de centro-derecha como CDC y otra de izquierda como ERC; no obstante PSC, Catalunya Sí Que Es Pot y CUP obtuvieron 41.513 votos (43,67%). En las generales las fuerzas de centro-derecha Unió, Democràcia i Llibertat, Ciutadans (C’s) y PP lograron 40.555 votos (36,4%), mientras que las formaciones de izquierda (PSC, ERC, En Comú Podem) obtuvieron 67.962 votos (60,96%). De estas cifras se desprende que cuando el eje nacional se impone sobre el social en el debate político es cuando la izquierda logra peores resultados.

El voto a los partidos

Para analizar el resultado a los partidos nos fijaremos únicamente en los porcentajes, dado que las notables diferencias en la participación distorsionarían los resultados en votos absolutos.

El PP obtuvo sus peores resultados en las municipales con el 5,74 por ciento que mejoraron algo en las autonómicas (6,94%) y alcanzando su mejor registro en las generales con el 9,55%.

Ciutadans obtuvo sus mejores registros en las autonómicas (20.62%) y el peor en las municipales con el 12 por ciento, mientras que en las generales obtuvieron un registro ligeramente superior a las municipales (13,31%)

CiU-DiL logró un 13,2 por ciento en las municipales y cedió un punto en las generales (12,1%).

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ERC obtuvo un resultado muy semejante en municipales (14.79%) y generales (13,94%). En ambos comicios Esquerra obtuvo mejores registros que CiU-DiL aunque por un estrecho margen de votos, lo cual es un dato relevante en lo que respecta a la pugna por la hegemonía dentro del bloque soberanista.

El PSC sacó su peor resultado en autonómicas (14,5%) y el mejor en las generales (18.09%), mientras que en las municipales obtuvo un discreto 15,41 por ciento, casi 23 puntos menos que sus registros durante la era Bustos.

Las mayores diferencias porcentuales se observan en las diferentes siglas con que concurrieron ICV-EUiA y Podemos. En las municipales con las siglas Unitat pel Canvi lograron un 15 por ciento de los votos, en las autonómicas con la denominación de Catalunya Sí Que Es Pot descendieron hasta el 12,23 por ciento y en generales con el nombre de En Comú Podem obtuvieron la primera posición en la ciudad con el 28,93 por ciento de los sufragios.

Respecto a la CUP existe la dificultad que en las municipales concurrieron en la coalición Crida per Sabadell junto con Entesa per Sabadell, mientras que en las autonómicas lo hicieron en solitario y en las generales no se presentaron. En las municipales la citada coalición obtuvo un 13,22 por ciento y en las autonómicas la CUP en solitario el 7,9 por ciento de los sufragios.

De estas cifras se desprende la estabilidad del voto a ERC y la tendencia a la baja de los apoyos a CiU-DiL. En el voto al PP y C’s se observa cierta volatilidad, particularmente en esta última formación. En el PSC se detecta una cierto estancamiento con una muy ligera tendencia al alza, mientras que en las confluencias ICV-EUiA-Podemos, particularmente en las generales, se observa una tendencia al alza, aunque está por comprobar si se consolidará o experimentará cierta volatilidad.

El voto por distritos

El análisis del voto territorial en la ciudad se articula en torno a la relación Centro/Barrios periféricos.

En las municipales se comprobó la gran fragmentación de las fuerzas políticas de la ciudad. PSC se impuso en los distritos 3 (Ca n’Oriac), 6 (Zona Sur) y 7 (Torre-romeu), CiU en los distritos 1 (Centro) y 2 (Creu Alta). ERC ganó en el distrito 5 (Gràcia-Can Feu) y UpC en el distrito 4 (Can Rull-La Concòrdia).

En las autonómicas JxS se impuso en los distritos 1,  2  y 5,  mientras C’s venció en todos los demás distritos periféricos. En las generales DiL venció en los distritos 1 y 2, mientras en el resto se impuso En Comú Podem.

De ello se deduce que si en las autonómicas, donde el eje del debate estuvo centrado en las cuestión nacional, el electorado no independentista se decantó por C’s, en las generales donde la decisión política se extendió a la cuestión social, los votantes de los barrios periféricos se inclinaron por una formación de izquierdas y regeneracionista como Podemos. Obsérvese el dato que en algunos distritos como el 3 y 6 en las municipales ganó el PSC, en las autonómicas C’s y en las generales EPC. El único dato estable es la victoria de CiU, JxP, DiL en el distrito 1.

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Nuevos escenarios

Los nuevos escenarios se definen, pues, por una elevada fragmentación del espectro político derivado del desgaste de los partidos del régimen de la transición (PP, PSC, CiU e ICV-EUiA) y por la emergencia de nuevas fuerzas que le disputan la hegemonía (C’s y Podemos), así como por la pugna entre ERC y CDC por el dominio del bloque soberanista. También debe apuntarse a la volatilidad del voto a formaciones como C’s y las diversas marcas de Podemos que en los próximos comicios habrán de demostrar la solidez de su oferta política. Un problema que parece afectar más seriamente al partido de Albert Rivera que al de Pablo Iglesias.

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