Foto portada: lectura del manifest, aquest dissabte a Can Deu. Autor: David B.

Opinión de Josep Asensio: ‘Recuperemos la dignidad, recuperemos Sabadell’

Solo soy un ciudadano más que tengo el privilegio de poder escribir en este medio, bueno, como cualquiera de los que me esté leyendo, desde hace ya casi tres años. Con mis artículos solamente pretendo dar rienda suelta a mis pensamientos, intentando no ofender a nadie y sin ánimo tampoco de querer convencer a nadie, allá cada uno con su conciencia. No obstante, esta vez sí, tengo la obligación de no callar, de expresar lo que siento cuando me doy cuenta que a pesar de los esfuerzos de mucha gente, no parece que haya demasiada intención en lograr una candidatura de unidad para desbancar a los corruptos de nuestro Ayuntamiento.

Quiero empezar alabando la acción de los iaioflautas el pasado sábado irrumpiendo en dos actos, uno por la mañana y otro por la tarde en sendas reuniones de la plataforma Assemblea Oberta y Podemos respectivamente. Sin tapujos y sin rodeos pidieron lo que muchos pensamos y es que de una puñetera vez, los diferentes partidos, plataformas o llámele usted como quiera, se dejen de tonterías y apuesten no ya por una candidatura conjunta, sino por pensar únicamente en la ciudad.

A nadie se le escapa que estos 15 años de amiguismo, de clientelismo, de coacciones, de amenazas y de corrupción generalizada van a seguir con Josep Ayuso, que, lejos de criticar o de apartarse de su predecesor Manuel Bustos, se enorgullece de su tarea y de su herencia. Su petulancia, su despotismo y su insolencia se acrecentarían en caso de un triunfo o de la llegada a la alcaldía, no nos engañemos. Las formas, las actitudes y los procedimientos iban a ser los mismos o peores y echarían por tierra todo el trabajo hecho por personas con nombre y apellido o anónimas o  por la Plataforma Sabadell Lliure de Corrupció.

Pero quizás lo más grave es que Sabadell se encuentra en estos momentos en una situación crítica y que obliga, repito, obliga a todos los agentes políticos a abandonar sus postulados ‘puros’ por el bien de la ciudad. No voy a poner siglas en este artículo porque creo firmemente que los errores cometidos hasta ahora deben corregirse porque son de todos. No quiero pensar que en los partidos o formaciones diversas, tengan más o menos antigüedad, vuelven a instalarse aquellos que buscan un asiento, una nómina, un prestigio que nunca tuvieron, un cargo que los valore, porque entonces son más parecidos que nunca a la candidatura que nos desgobierna en estos momentos y que sigue aplaudiendo a Bustos. Ninguna diferencia. Si es así, apaga y vámonos. Luego no nos lamentemos de las consecuencias.

Las últimas noticias no son alentadoras. El “a Sabadell cadascú va per ell” parece más intenso que nunca y la frase pronunciada por Plàcid Garcia-Planas en la presentación de iSabadell, donde decía que en Sabadell “som rarets”, cobra su más trágico sentido. Sabemos que la historia juzgará a los actores, pero ya será tarde. Mientras tanto el vago lamento de los ciudadanos y entidades caerá en saco roto y “pequeño Nicolás”, como lo llamó un miembro de una de esas asambleas celebradas el sábado, se frotará las manos viendo la división a su alrededor.

No pretendía hacer un último llamamiento a la unidad, pero no me queda más remedio. He padecido en mis carnes y en mi mente, la brutalidad de un talante dictatorial que quiero desterrar de mi ciudad. Como otros muchos, que incluso han llegado a marchar de Sabadell para poder ejercer su profesión, deseo que se llegue a un acuerdo, que aquellos que quieren un cambio real se sienten, hablen, dejen de marear la perdiz y logren el ansiado pacto. Poco deben importar los nombres porque tendrán a la ciudadanía a su lado, porque muchos reclaman en silencio lo que otros escriben en los medios. Algunos me han dicho personalmente que todo es muy complicado, que no es tan fácil y que yo lo simplifico. Tienen razón. Es lo que hace falta; simplificar, dotar de pragmatismo y de realismo las ideas comunes y plasmarlas en un papel. Firmar el código ético de Guanyem Barcelona y acordar los temas centrales para gestionar la crisis que nos mata. Así de sencillo. Tenemos poco tiempo y muchas esperanzas en que entre gente que levante las alfombras y lave las cortinas, que abra los cajones y las ventanas para que el aire limpio pueda entrar. No es únicamente una metáfora; es una necesidad. El pueblo llano lo está esperando y si no llega hará como ha hecho estos últimos años: quedarse en casa haciendo aumentar el porcentaje de abstención y la frustración.

Me consta que se hacen esfuerzos, que se reúnen por aquí y por allá. Ignoro si es un paripé que busca otros objetivos. Lo esencial parece que queda lejos para muchos. Se trata de sacar a un enfermo de la UVI y darle un poco de esperanza. Sabadell necesita más que nunca personas que lideren ese entendimiento. Déjense de personalismos, de prepotencias estúpidas que lo único que van a lograr es el mal de todos. Ah, y de nada me sirve que me digan que ya se entenderán el día después de las elecciones puesto que es muy probable que ya sea demasiado tarde. Y los culpables serán todos, absolutamente todos. ¿Prefieren estar en esta lista o en la de los que trabajaron para poner a Sabadell en el sitio que se merece?

Foto portada: los iaioflautas, el pasado sábado en Can Deu. Autor: David B. 

Comments are closed.