Nacida en 1960 en La Habana, es la mayor de los cuatro hijos de Ernesto Che Guevera con su segunda mujer, Aleida March. Aleida Guevara March es doctora en Medicina, especializada en pediatría. Trabaja en el Hospital para niños William Soler de La Habana, también ha trabajado como pediatra en Angola, Ecuador y Nicaragua. Colaboradora del Centro de Estudios Che Guevara, es militante del Partido Comunista Cubano y autora del libro Chávez, Venezuela y la nueva América Latina.
La entrevisto en una céntrica plaza antes de la recepción que tuvo lugar el pasado jueves a las cuatro de la tarde en l’ajuntament de Sabadell.
¿Cuál es el motivo de su gira por Catalunya y que ciudades ha visitado?
Los casales de amistad trabajan junto al Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP). En este caso, el Casal de Rubí hizo una exposición de fotos de mi papá y me invitaron para venir a inaugurarla y hablar de los retos de Cuba en la actualidad. A esto se apuntaron otros casales, así he estado en Badalona, Barcelona, Santa Coloma, Mollet, Sabadell y fuera de Catalunya en Zaragoza.
¿Cuándo fue la última vez que vio a su padre?
La última vez que vi a mi papá tenía cuatro años y medio. Él se fue al Congo, después regresó a Cuba y lo hizo de forma clandestina, porque ya se había despedido oficialmente del pueblo cubano y no quería volver a pasar por eso. Así que le pidió a Fidel que si regresaba que fuera de forma clandestina y Fidel le dijo que sí. Desde Cuba se preparó para ir a Bolivia. En ese momento lo vi, pero no como era mi papá. Ya se había transformado en el viejo Ramón; por tanto, yo no sabía que era mi papá. Él nos vio a nosotros, pero nosotros no sabíamos que era él.
¿Qué recuerdos tiene de él?
Tengo pocos recuerdos. Hice un documental pequeño de unos 34 minutos, que se llama Ausencia presente, donde cuento más o menos todos estos recuerdos que me quedaban. Casi todos ayudados por terceras personas. Sólo queda uno en mi memoria de él tal y como era. Es el momento en que está en el cuarto de ellos dos. Mami está con una bata de estar por casa y tiene a mi hermano más pequeño con la cabecita apoyada sobre su hombro. Mi papá está vestido de militar detrás y está tocando la cabecita del niño. Yo estoy abajo mirando la escena.
¿No le resulta difícil ser conocida como la hija de un mito de la envergadura del Che Guevara?
No. Primero que para mí no es un mito, es mi papá. Mi madre siempre nos enseñó que los paráramos muy firmemente sobre la tierra y que íbamos a recibir muchas cosas que no nos habíamos ganado nosotros, sino en nombre de mi papá. Teníamos que recibirlas, pero dejarlas pasar. Eso ha sido muy bueno. Y he vivido muy tranquila.
Ernesto Guevara se ha convertido en un icono de la izquierda ¿Cuál cree que fueron los motivos de esta mitificación de su persona?
En primer lugar, porque fue un hombre muy coherente que decía lo que pensaba y hacía lo que decía. Y eso, desgraciadamente, no se da con mucha frecuencia. Así que, los jóvenes sobre todo, miran en él a alguien en quien creer, en quien confiar. Se ha convertido en eso, en una bandera de lucha, sobre todo para las nuevas generaciones.
Usted es colaboradora del Centro de Estudios Che Guevara ¿Cuál son los objetivos y trabajos que realiza dicha institución?
El Centro de Estudios Che Guevara surge con la idea de dar conocer más el contenido de mi papá. Su foto se ha hecho mundialmente conocida. Además, muchas veces, se hace un mal uso de su imagen. Y eso requiere llenar esa imagen. No sólo para que se tenga una camiseta con su foto, sino para que se sepa quién era ese hombre, pero por él mismo. Hemos publicado prácticamente todo lo que escribió mi papi. Él tenía una característica, desde los 17 años iba escribiendo prácticamente todo lo que iba viviendo. Hemos publicado alrededor de 18 libros de sus escritos. También se pretende, por supuesto, darlo a conocer mejor y analizar su obra. Trabajamos mucho con los niños y con las nuevas generaciones. Un poco para que no lo vean como una imagen distante, sino para que lo vayan integrando a su propia vida cotidiana. De alguna manera, intentamos controlar un poco el abuso del uso de su imagen.
¿Cuál es su relación con Fidel y Raúl Castro?
Muy buena. Desde que soy niña prácticamente son mis tíos. A Fidel, sobre todo, le digo tío y a Raúl también. Los quiero muchísimo, los respeto, los admiro como seres humanos. Lo único que me duele un poco es que, en los últimos tiempos en que Fidel enfermó, no he podido estar más cerca de él. Es lo único por lo que, en ese sentido, me siento mal, porque hubiera querido estar más cerca.
¿Qué opina del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba?
Perfecto. Me parece magnífico que tengamos relaciones diplomáticas, siempre y cuando estas se hagan con respeto. Nosotros no aceptamos otro tipo de relaciones diplomáticas. En la mesa de discusión está, en estos momentos, el que nos quiten el bloqueo. Porque, ¿cómo vamos a tener una relación diplomática normal con un gobierno que nos bloquea económicamente? Eso es absurdo. Por tanto, está es una de las primeras cuestiones que estamos intentando resolver. Ya nos sacaron de la lista de países terroristas. Esa era la excusa última para mantener el bloqueo. Así que ahora no sé qué inventarán. Estamos esperando cómo resolvemos este problema.
Lo otro es la devolución de la base naval de Guantánamo, un pedazo de territorio nacional usurpado por Estados Unidos. Esos son los dos temas más importantes que tenemos en la mesa de discusión en la actualidad.
¿Qué le impulsó a manifestar públicamente su desacuerdo con la consigna del Partido Comunista Cubano de asistir la misa del Papa Francisco?
Ja, ja, ja…Eso fue una manipulación absurda del periodista. Desgraciadamente, a veces ustedes los periodistas, manipulan la información…
…periodistas hay de todo: buenos, malos y regulares…
Bueno yo se lo digo en general. Además no he leído lo que va a publicar.
Lo que está grabado.
Él también lo grabó y después publicó lo que le dio la gana. En este sentido, yo le expliqué cómo un Partido Comunista como el cubano se preocupa para que sus militantes vayan a recibir al Papa. Y yo dije: yo voy, porque me parece que es una cosa buena dar la bienvenida a un personaje célebre. En mi núcleo, cuando me dijeron que debería ir también a la misa, dije que en mi país hay libertad de credos. Pienso que deben ir los creen y los que no, no tenemos porqué ir. Simplemente, no pasó nada. El núcleo del partido no te obliga, simplemente te dice: deberían ir. Y yo dije: no, yo no voy a ir. Lo dije en mi núcleo y eso fue lo que le expliqué al periodista. Y el tipo saca unos titulares diciendo la hija del Che se niega ir a la misa del Papa.
¿Es cierto que el Papa tuvo un papel importante en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas?
Nuestro presidente, Raúl Castro, nos dijo que el Papa había hablado directamente con Obama de este tema y él lo agradeció públicamente. Así que parece que es verdad. Ahora, no creo que la acción del Papa haya sido determinante. Porque otros Papas también lo hicieron antes. Por ejemplo, el primer Papa que visitó Cuba habló también contra el bloqueo y no pasó nada. El problema está en los cambios que hay en América Latina en la actualidad. Por primera vez, los países latinoamericanos reunidos le dijeron a Estados Unidos: o Cuba iba a la próxima asamblea o no había asamblea. Así de sencillo y eso nunca antes había ocurrido. Además de eso, Cuba, en estos momentos, está desarrollando un importante proyecto económico en El Mariel, puerto espectacular, de primer mundo. Esto sería una competencia con el Canal de Panamá, por las comunicaciones que tiene Cuba con el resto de América Latina. Pero, además, en esta inversión, dentro del puerto, habrán fábricas de donde saldrán, para dentro del país y para afuera, toda una serie de productos industriales. El único personaje que no está incluido en este negocio son los Estados Unidos. Se podrá imaginar que eso a los ‘gringos’ no les debe gustar. Fíjese si es así que viendo para acá, la responsable de comercio del Congreso de los Estados Unidos, estaba en Mariel. Fue a visitar Cuba ¿y donde fue? Al Mariel. Así que les interesa. Pienso que todo esto ha influido en que el presidente Obama reconozca lo absurdo de su política con relación a Cuba.
En la última década Latinoamérica está siendo dirigida por gobiernos progresistas. Parece que el sueño de su padre se está haciendo realidad pero en vez de con las armas con los votos ¿Qué piensa de ello?
La cuestión es la evolución, el medio como lo utilice o como lo manejes es lo de menos. Lo importante es llegar, pero llegar bien. Una de las cosas que han tenido que hacer los principales países de América Latina que han hecho cambios profundos es cambiar la Constitución. Si usted no hace un plebiscito para cambiar la Constitución, que son las leyes hechas por la burguesía nacional, no podrá hacer cambios profundos en el país. Eso lo ha hecho Venezuela en primer lugar, después Ecuador y Bolivia. Los otros países que no han cambiado las leyes estructuradas por la burguesía no han podido hacer cambios importantes.
¿Cree que Cuba está preparada para convocar elecciones con la concurrencia de diversos partidos y no como ahora que hay un régimen de partido único?
No. Nosotros somos una sociedad socialista donde no hay partidos que van a elecciones. Eso es en el capitalismo, por eso nos diferenciamos, si no seríamos lo mismo. La diferencia en el socialismo es que pueblo es quien emite los votos. Eso es lo que nosotros hacemos. Sólo un partido va a las elecciones.
¿Piensa que el futuro de la Revolución Cubana está asegurado más allá de la muerte de dirigentes históricos como Fidel o Raúl Castro?
Desde siempre. Lo que han hecho ellos es formar a un pueblo con cultura, un pueblo con capacidad de decisión. Por tanto, aunque no estén ellos, nosotros seguimos decidiendo nuestro destino.
Usted es autora del libro Chávez, Venezuela y la nueva América Latina, ¿Qué opina del rumbo de la revolución bolivariana tras la muerte de Hugo Chávez?
Ha sido un proceso muy difícil. El presidente Maduro lo ha tenido muy difícil. Primero, porque ha tenido que sustituir a un hombre con un gran carisma. Ya eso es difícil. Pero Maduro es un hombre que viene de la base, seguro, con proyección, muy firme hacia el futuro de su país. Lo que ocurre es que la derecha utiliza cualquier herramienta para tratar de acabar con los procesos revolucionarios. Y, sí, lo han tenido difícil en estos momentos; aunque por suerte se ha ido mejorando la situación económica porque se ha cerrado la frontera con Colombia y se ha impedido el saqueo indiscriminado de los recursos venezolanos. Así que van recuperándose.
¿Qué impresiones está recogiendo en su gira por España? ¿Qué piensa de las políticas neoliberales que dominan en el Viejo Continente?
La política neoliberal es fatal. Lo hemos sufrido nosotros como continente americano. Siempre pongo el ejemplo de México con el famoso Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. México era productor de petróleo, ahora importa petróleo. México era productor por excelencia de algodón, hoy tiene que importar algodón para que la población autóctona haga su ropa. Hay ejemplos que parecen chistes, pero que son reales. Un camión mexicano va a cruzar la frontera y lo echan para atrás porque el camión no tiene los requisitos necesarios, vuelve a pasar la frontera y le vuelve a pasar lo mismo. ¿Por qué? Porque los productos no cumplen los requisitos finosanitarios. México lo resuelve. Vuelve a pasar el camión y lo vuelven a frenar porque el chófer no habla inglés. Ese es el Tratado de Libre Comercio que se utiliza contra nuestros pueblos. Eso hace que se pierda la economía de un país. Nosotros estamos muy preocupados por la situación de ustedes, por su futuro.
Usted, como su padre, es médico, y está especializada en pediatría. Además de en Cuba ha ejercido su profesión en Angola, Ecuador y Nicaragua ¿Cuál es la situación de la asistencia sanitaria en los países del llamado Tercer Mundo?
Inicialmente la mayor parte de la población vive en situaciones muy difíciles. Por eso intentamos ayudar. Sobre todo, en esos países que forman el ALBA, la Alternativa Bolivariana para nuestra América. Cuba tiene miles de profesionales en Venezuela, en Nicaragua, en Ecuador, en Bolivia… pero, además, hemos formado médicos en nuestro país gratuitamente en la Universidad Latinoamericana de Medicina, tratando de asegurar el derecho a la salud. En esos países todavía existe la medicina privada. Nosotros pensamos que la salud es un derecho del ser humano y, por tanto, no puede ser un comercio.
Para finalizar una pregunta incómoda. Los críticos de su padre le acusan de haber ordenado cientos de fusilamientos cuando comandó la Fortaleza la Cabaña y de fundar el primer campo de trabajo para disidentes. ¿Qué replicaría a estas acusaciones?
Que están locos totalmente. Mi papá fue el jefe de una organización como la Cabaña, una institución militar que estaba encargada de cumplir lo que el pueblo mandaba. Eso se hizo con juicios populares donde el pueblo identificó a sus asesinos, a sus torturadores y pidió justicia. Lo mi papá hizo fue cumplir con el mandato del pueblo.
