En espera de la nacionalidad: “mi futuro ya está aquí”

Conseguir la nacionalidad española para un extranjero no es sencillo. Diez años de residencia, arraigo y buena conducta, además de muchos trámites, que distan en  función del país de origen pero que en cualquier caso son arduos, como explican los miles de extranjeros que quieren nacionalizarse. Las entidades migratorias locales denuncian que en Sabadell la situación es aún peor por la falta de medios del Registro Civil de la ciudad. iSabadell ha hablado con dos miembros de la comunidad immigrante a punto de finalizar los trámites.

Hsaine Agueltim es uno de los casi 25.000 extranjeros que viven en Sabadell. Llegó a España en septiembre del año 2000. “El 20 de septiembre entré en España y el día 22 ya estaba en Barcelona. Empecé a trabajar y el año 2003 empecé la reagrupación familiar”. Tiene cuatro hijas y dos hijos, de los cuales la mitad nació en Catalunya y la mitad ya habían nacido en Marruecos. 14 años después es el responsable del oratorio musulmán de la calle Cuba, en el barrio de los Merinales, y está plenamente integrado en la ciudad.

Presentó su petición de nacionalidad el año 2012 e inició todos los trámites. En julio de 2013 juró la Constitución pero aún está esperando la partida de nacimiento, último papel antes de disponer de la documentación: “me dicen que tengo que esperar pero no sé porqué; sólo me falta recibir la partida de nacimiento e ir a la Policía Nacional para tener el DNI”. Asegura que no ha podido presentarse a algunas convocatorias de empleo, por ejemplo de guarda forestal, porque no tiene aún la nacionalidad. “Hay gente que juró la Constitución bastante más tarde y ya ha acabado todo el papeleo. Y yo no”. “Sólo me dicen que tengo que esperar, aproximadamente un año”. Dice que espera a nacionalizarse para iniciar los trámites en sus tres hijos nacidos en Marruecos.

Aguiltim creee que tener la nacionalidad cambiaría “en muchas cosas” su situación. Como buena parte de los marroquíes, tiene nociones de francés “y si no encuentro trabajo aquí podría probar suerte en Francia para salir de la crisis” aprovechando la libre circulación de los ciudadanos europeos o acceder a algunos cursos de formación para los que piden la nacionalidad. Aún así asegura que no es el principal motivo para queser ser español. Lo es el arraigo:

Yo no me quiero mover de aquí. Ya tengo raíces. Todo el barrio es como mi familia. No tengo problemas con nadie y estoy encantado en Sabadell y en Los Merinales. Mi familia es como una rama: tuve un hijo en cada uno de los cursos del CEIP Arraona. Ahora alguno ya está en el instituto [como su hija mayor, que lo acompaña durante la entrevista] y a lo mejor luego vamos a la universidad. Mis hijos hablan catalán y yo lo entiendo bien. Mi futuro ya está aquí”, asegura, mientras dice que sus planes no pasan por volver a su país natal.

Algo similar explica Safian Younas, uno de los dirigentes más conocidos de la Federación de Asociaciones Immigrantes del Vallès (FAIV). De origen paquistaní, está casado con una catalana y tiene dos establecimientos de restauración kebab en la ciudad: uno en el centro y otro en el barrio de Campoamor. Asiste a bastantes actos de la sociedad civil local, está implicado en la comunidad paquistaní catalana y, por fin, ha conseguido la nacionalidad 16 años después de llegar a Lloret de Mar. Lleva en España desde 1998, dónde llegó con 24 años, e inició el trámite para nacionalizarse en el año 2010. Hace dos semanas que tiene el DNI después de pasar por todas las fases: arraigo, permiso de trabajo, permiso de residencia, examen de integración, trámites de nacionalización, jura de la Constitución y el último paso: recibir la partida de nacimiento.

También asegura que la nacionalidad le abriría la libre circulación en la UE, por ejemplo, interesante para los paquistaníes para viajar a trabajar al Reino Unido, ya que hablan inglés con fluidez.

Pero sobre todo me siento español y tengo los derechos sociales y civiles asociados: ya puedo elegir mi diputado europeo, mi alcalde o mi diputado en Catalunya. Si llevo tantos años aquí es un derecho básico porque ya no me pienso volver a Pakistán”.

Younas, como Agueltim, y otros centenares de personas en el trámite aseguran que “mi vida ya está aquí” y quieren consolidar su situación. Sin embargo, denuncian las trabas burocráticas para conseguir la nacionalidad.

Un problema en crecimiento

A nivel general, para nacionalizarse hace falta demostrar arraigo, buena conducta y tener 10 años de residencia demostrada en España (excepto los provenientes de las antiguas colonias españolas, descendientes de sefardíes, Andorra y Portugal, que necesitan dos años). La legislación migratoria española es más restrictiva que buena parte de los países europeos. Además, a ello se le suma la falta de medios en los registros.

Analizando los flujos migratorios españoles, las entidades de inmigrantes consideran que las peticiones de nacionalidad irán en auge en los próximos años y que los trámites se retrasarán aún más si no se pone remedio. Como mínimo hasta el año 2017 cada vez habrá más peticiones. Y es que la mayoría de extranjeros llegaron a España a mediados de la década pasada, y hace una década que recibieron la tarjeta de residencia. Si Younas y Agueltim han estado entre dos y tres años para conseguir la nacionalidad, ahora Younas ya dice que una vez que el ciudadano tiene todos los papeles “a día de hoy ya dan hora en el registro Civil de Sabadell para el año 2017 o 2018”.

Lo que está complicando el tema es el Registro Civil de Sabadell. Hay que decir claramente que no tienen personal, que no hay medios”, dice Younas. “El país ni el Registro Civil de Sabadell no se han preparado para lo que iba a venir: yo pregunté en 2009 al secretario de Inmigración de la Generalitat qué pensaba hacer porque se veía a venir que a partir de 2010 habría miles de peticiones de immigrantes para nacionalizarse. No sabían que hacer. No tuve respuestas”, reconoce Younas.

 Younas asegura que “cada vez va a haber más problemas, hace falta un cambio radical”.

Safian Younas
Younas, en la sede del Casal Cubà de Sabadell, hace unos días.

Como propuestas para solucionar el atasco burocrático, Younas asegura que el registro Civil debería separar la gestión de las nacionalizaciones del resto de gestiones, con personal y medios específicos.”No puede ser que después de diez años de residencia, una vez tenida toda la documentación se tarde dos años para tener la nacionalidad, y que una vez tenida la nacionalidad, se tarde un año más como mínimo para tener la partida de nacimiento; es imposible. No hay en toda Europa un problema así: en Portugal, Francia u otros países tardan cinco años; aquí casi 15″.

Asimismo, tampoco verían mal que se implante una tasa que grave el proceso pero que vaya en beneficio de la agilización de los trámites, como en Canadá, Reino Unido, Alemania o Australia. “En la vida una persona coge la nacionalidad una vez. No hay problema si hay que pagar una vez en la vida 100 o 150 euros pero si lo que se paga va en beneficio de poner más recursos para agilizar el trámite”.

Plan Intensivo de Nacionalidad

El gobierno central puso en marcha hace unos años el Plan Intensivo de Nacionalidad, que según Younas no es suficiente. Desde el año 2010 se han concedido más de 350.000 nacionalidades, apoyadas en las juras ante notario. Y se han denegado unas 60.000. El ministerio reconoce que en algunos registros hay demoras pero aseguran que el 85 por ciento de los expedientes se hacen dentro del plazo habitual.

Por otro lado, abogados de extranjería denuncian las pruebas de cultura general que se practican por arbitrarias. No son obligatorias pero se practican para mostrar el arraigo. Younas define como un “sin sentido” preguntar sobre “como se baila una rumba o sobre el nombre de la esposa de Jordi Pujol o de Mariano Rajoy” y mantiene que las pruebas se hacen en función del “criterio del funcionario de turno”.

Españoles sin papeles

La larga pasarela de trámites se cierra finalmente con un problema añadido para algunos ciudadanos. Desde el momento en que se nacionalizan, si el país de origen no permite la doble nacionalidad, deben renunciar a ella. Pasa por ejemplo con los paquistaníes. Pero desde la nacionalización hasta recibir la documentación suelen pasar un año. En este momento los ciudadanos son ‘españoles sin papeles’, como dice Younas. Un hecho que, por ejemplo, les impide salir del país si en su país de origen tienen un problema familiar.

Foto portada: Hsaine Agueltim y su hija, hace unos días. Autor: J.d.A.

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