Foto portada: Bustos, esperando a declarar en Sabadell, pocos días después de estallar el caso. Autor. David B.

Análisis: ‘Los efectos políticos del caso Mercurio’

El estallido del caso Mercurio, hace tres años, provocó un auténtico seísmo entre las fuerzas políticas de la ciudad. Tras un convulso mandato, las pasadas elecciones municipales determinaron el definitivo final de la era Bustos y la apertura de una nueva etapa de la vida pública local.

El estallido del caso, el 27 de noviembre de 2012, se produjo dos días después de la elecciones adelantadas al Parlament de Catalunya donde Artur Mas, en vez de conseguir la mayoría extraordinaria reclamada, sufrió la pérdida de doce escaños. Aunque nunca se ha reconocido, es obvio que la Fiscalía Anticorrupción y el juzgado de instrucción número 1 de Sabadell esperaron la finalización del proceso electoral para lanzar la operación.

Conviene recordar que el origen de la investigación se remonta al asalto de la sede de ICV en enero de 2010 que fue denunciada ante los Mossos d’Esquadra. El asalto, cuya autoría está por esclarecerse, se produjo poco después que esta formación recibiese informaciones sobre presuntas irregularidades y trato de favor en la adjudicación de obra pública.

Soriano, portavoz entre 2003 y 2011 del PP, piedra angular de Mercurio. Autor: J.d.A.
Soriano, portavoz entre 2003 y 2011 del PP, piedra angular de Mercurio. Autor: J.d.A.

Por otro lado, el extraño comportamiento del PP, liderado por Jordi Soriano que, sin ninguna compensación política, aportaba los apoyos necesarios al PSC, sin mayoría absoluta, alimentó toda suerte de sospechas. Así, en el pleno de septiembre de 2009, cambió el sentido de su voto en el convenio sobre el castillo de Can Feu, tras un receso y reunirse en el despacho del alcalde Manuel Bustos. En marzo de 2010 salvó los muebles del equipo de gobierno en el pleno extraordinario sobre la depuración de responsabilidades en las irregularidades detectadas en el complejo de Sant Oleguer.

La caída de Manuel Bustos

Bustos se resistió con uñas y dientes a abandonar la alcaldía. El 4 de diciembre de 2013, una semana después que estallara el caso y tras declarar seis horas ante el juez instructor, presentó su renuncia temporal, nombrando alcalde accidental a Juan Carlos Sánchez. Al mismo tiempo, se embarcó en un contraproducente carrusel por los medios de comunicación para proclamar su inocencia.

Se abrió un periodo de intensas turbulencias políticas donde la oposición exigió la dimisión de Bustos y apartar de sus cargos a los tres regidores imputados, Joan Manau, Paco Bustos y Ricard Estrada, a los cargos de confianza, Montserrat Costa, pareja del alcalde, Xavier Izquierdo, Manuel Somoza y a los funcionarios José Miguel Duran, jefe de la Policía Municipal y la arquitecta Elena Galera. De este modo CiU, PP, ICV, Entesa per Sabadell y EUiA, que sumaban mayoría absoluta, reprobaron a Juan Carlos Sánchez y sellaron el acuerdo de no aprobar ningún punto de los plenos municipales hasta que no se diese satisfacción a estas exigencias, lo cual provocó la completa parálisis de la administración local.

Bustos, alcalde 13 anys, ha sortit per la porta del darrere. Autor: David B.
Renuncia de Bustos, el 14 de febrero de 2013. Autor: David B.

La vuelta a la alcaldía de Bustos el 7 de febrero, como si no hubiese pasado nada, no dejaba a la oposición, a pesar de las resistencias de CiU e ICV, otra salida que presentar una moción censura. Justamente, la perspectiva de perder la alcaldía precipitó una larga reunión entre el entonces primer secretario del PSC, Pere Navarro y Bustos, donde éste decidió abandonar la alcaldía y la presidencia de la Federació de Municipis de Catalunya (FMC), pero conservar el acta de regidor y, lo que es más importante, su bien retribuido cargo de adjunto a la quinta vicepresidencia de la Diputació de Barcelona. El escándalo sobre las dietas en la FMC, que salpicó a más de cuarenta alcaldes de todos los colores políticos, le obligaron a presentar su dimisión de estos cargos en julio de 2014.

Juan Carlos el Breve

El 5 de marzo de 2013 se celebró el pleno extraordinario donde Juan Carlos Sánchez fue investido alcalde con los 14 votos nulos de la oposición y los 13 a favor del PSC. Por la mañana, en su discurso de investidura anunció su voluntad de “caminar solo”. Por la tarde comunicó a Montserrat Costa, jefa del área de presidencia y pareja de Bustos, que no le renovaba su confianza y quien se le adelantó presentando una dolida carta de dimisión. Al día siguiente, presentó el cartapacio donde los dos ediles imputados, eran apartados de sus responsabilidades de gobierno, pues Ricard Estrada había presentado su dimisión el 21 de febrero. Parecía, pues, que Sánchez quería emprender la impostergable regeneración democrática de su partido tras dos décadas de prácticas caciquiles del bustismo.

Sánchez, a la espalda de Bustos, en los juzgados, en la primavera de 2013. Autor: David B.
Sánchez, a la espalda de Bustos, en los juzgados, en la primavera de 2013. Autor: David B.

Se trató de un espejismo. Tras la retórica de la presunción de inocencia, se negó a destituir a los dos cargos de confianza imputados y a abrir expedientes informativos a los funcionarios en la misma situación. Su debilidad política se hizo evidente cuando se fue incapaz de apartar a Paco Bustos como primer secretario de la Federació del Vallès Sud, quien mantuvo en el cargo hasta febrero de 2015. Sánchez no pudo ni siquiera concurrir a las primarias, cediendo su puesto a la ‘renovadora’ Marta Farrés que fue derrotada, por un estrecho margen, por Josep Ayuso, el candidato de Manuel Bustos, que continuaba mandando en el partido.

En abril de 2014, en otra muestra de su debilidad política, Sánchez remodelaba el cartapacio a la medida de Ayuso, donde éste obtuvo la primera tenencia de alcaldía, Presidencia, Servicios Centrales y Deportes, mientras  que los regidores afines a Ayuso, Lluís Monge y Anna Carrasco, salían reforzados.

Ayuso, junto a su mentor, Manuel Bustos. Autor: David B.
Ayuso, junto a su mentor, Manuel Bustos. Autor: David B.

La presión de los grupos de la oposición, que impidieron la aprobación de los últimos presupuestos municipales y la profunda división del grupo municipal socialista, provocaron la parálisis de la administración local, a la espera que las elecciones municipales despejasen el panorama político. Algo especialmente grave en una ciudad sumida en una profunda crisis económica y social y con unas finanzas intervenidas por el ministerio de Hacienda.

Otros cadáveres políticos

El caso Mercurio dejó otros cadáveres políticos en el PSC, como la regidora y diputada Montserrat Capdevila, imputada por presunta malversación de caudales públicos en el uso de sus viajes privados a Madrid con la tarjeta de crédito del Parlament de Catalunya, que ha sido archivada por mala práctica policial, pero que continúa imputada por tráfico de influencias en la pieza de la factura falsa de Melquíades Garrido, tío de Manuel Bustos.

Manau, al centre, i Estrada, a la dreta, imputats pels abocaments a Can Xupa. Autor: David B.
Toda una generación del PSC, salpicada por Mercurio. En la foto: Paco Bustos, Joan Manau y Ricard Estrada. Autor: David B. 

Por otro lado, Joan Manau, antiguo primer secretario de la agrupación local socialista y guardián de la ortodoxia bustista, publicó una incalificable carta difundiendo su baja del partido donde critica al PSC por apuntarse a los “postulados neoliberales” y ofreciendo su apoyo a Artur Mas, aun más neoliberal que sus excompañeros de partido.

Turbulencias políticas

Las turbulencias políticas del mandato, determinado por el caso Mercurio, no sólo afectaron al PSC. En el PP, la segunda formación afectada por Mercurio dado el papel de Soriano en la trama. El cabeza de lista Antonio Vega rompió con el partido e ingresó en el grupo de no adscritos y la regidora Nicole Pans renunció al acta de regidora, siendo sustituida por Cuca Santos, con lo cual de los tres regidores electos sólo permaneció Esteban Gesa.

La coalición ecosocialista se fracturó a principios del mandato. Carme García de ICV renunció al acta de regidora y poco después abandonaba el partido junto a un grupo de militantes  entre ellos el concejal independiente, Carles Marlés, que acabó el mandato junto a Vega en el grupo de no adscritos. Actualmente García está en la órbita de ERC. La primarias de EUiA, a las puertas de las municipales, desembocaron en una grave crisis interna que provocó la expulsión del partido de la histórica dirigente, Marisol Martínez, que montó la candidatura Guanyem Sabadell que, contra todo pronóstico, obtuvo dos decisivos ediles en la pasadas municipales.

Finalmente, el final del bustismo obligó a reconfigurar el papel de Entesa per Sabadell, que había llevado el peso de la oposición al PSC. La plataforma cívico-política se integró en la candidatura Crida per Sabadell bajo la hegemonía de la CUP.

Vuelco electoral

Las municipales del 25 de mayo estuvieron determinadas por la eventual continuidad del bustismo en la persona de Josep Ayuso. Las urnas certificaron el hundimiento del PSC que cedió  más de 15.000 votos y ocho concejales. Quizás si hubiera realizado la labor de renovación y limpieza interna hubiesen conseguido retener la alcaldía como ocurrió en Santa Coloma de Gramenet tras el caso Pretoria.

Por su parte, Carlos Rossinyol fracasó en su tercer intentó en acceder en la alcaldía. Además, perdió 1.237 votos y pasó de ser la segunda a la quinta fuerza política de la ciudad. Acaso si CiU hubiese apostado por la moción de censura, Rossinyol, como cabeza de lista del primer grupo de la oposición, habría accedido a la alcaldía con algunas opciones de ser reelegido.

Foto portada: Marisol Martínez, Maties Serracant, Juli Fernàndez i Joan Berlanga, al balcó de l'edifici consistorial. Autor: David B.
Nueva etapa política. En la foto, Martínez (Guanyem), Serracant (Crida), Fernàndez (ERC) y Berlanga (UpC). Autor: David B.

También el PP, como era previsible, sufrió un severo varapalo electoral, perdiendo dos de sus tres regidores. De manera que las tres tradicionales fuerzas del sistema de partidos experimentaron un estancamiento o un serio retroceso frente a formaciones que o bien estaban fuera del Consistorio como ERC o Ciutadans o se presentaban bajo un nuevo formato como Crida per Sabadell, Unitat pel Canvi o Guanyem Sabadell.

En cualquier caso, la investidura de Juli Fernàndez (ERC)  y la posterior ampliación de gobierno bipartito (ERC-Crida) al cuadripartito de izquierdas han significado el definitivo entierro del bustismo e inauguran una nueva etapa de la vida pública local. Quizás no sea descabellado afirmar que, sin el estallido del caso Mercurio, Manuel Bustos continuaría en el poder.

Foto portada: Bustos, esperando a declarar en Sabadell, pocos días después de estallar el caso. Autor. David B. 

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