El Vapor Pissit, al carrer del Sol amb Alemanya. Autor: David B.

CiU durà al ple la creació del Museu de la Indústria Tèxtil Llanera

  • Proposen actualitzar i materialitzar el projecte que ja es va aprovar l’any 1998.

  • Volen que sigui el punt de referència del passat de Sabadell vinculat al tèxtil.

El grup municipal de CiU portarà al proper ple de l’Ajuntament una moció per a la creació del museu dedicat a la conservació i divulgació del patrimoni tèxtil de la ciutat de Sabadell. Aquest museu s’ubicaria al Vapor Pissit (carrer d’Alemanya) i en destaquen “la vessant de recordar aquelles coses que ens van fer grans, que ens van col·locar en el mapa”, fent referència al fet que Sabadell va ser una ciutat amb una indústria tèxtil molt potent el segle passat.

La voluntat d’aquesta moció és “respectar els materials que hi ha, procurar que no es malmetin ni perdin i catalogar-los, que l’Ajuntament destini els recursos necessaris per a la seva creació i comprometre’s a no realitzar cap actuació que impedeixi que el Vapor Pissit acabi esdevenint el Museu de la Indústria Tèxtil Llanera”. Per això els convergents demanen “sensibilitat i voluntat política de defensar el patrimoni cultural” al govern municipal en un període en què en les pròximes setmanes s’aprovaran els pressupostos anuals.

La dimensió del Vapor Pissit, afegeixen, permetria destinar algun dels seus espais a altres usos, per sumar nous equipaments a la ciutat com una sala d’actes, per exemple, entre altres equipaments propis d’un museu que també podrien obrir les seves portes a altres tipus de celebracions i entitats sabadellenques.

Una proposta que ja es va aprovar l’any 1998

El portaveu del grup municipal de Convergència i Unió, Carles Rossinyol, ha remarcat que no es tracta d’una nova proposta sinó que la mateixa ja es va ratificar en el ple del 25 de febrer del 1998, en què es va acordar la construcció d’aquest museu ubicat al que abans es coneixia com a Vapor Duran, actualment Vapor Pissit; un vapor creat l’any 1843. De fet, la proposta de creació d’un museu tèxtil a la ciutat ja es va recollir en el Pla de Museus aprovat l’any 1994. L’any 2010 es van fer obres de rehabilitació de la façana i la teulada de l’edifici, però des d’aleshores ha quedat abandonat.

Més info: ‘Vapor Pissit‘.

Foto portada: Vapor Pissit, aquest divendres. Autor: David B.

One Comment

  1. Siempre me ha llamado la atención el hecho de que en ésta ciudad se añore tanto su pasado textil por personas que en general no llegaron a conocerlo. Un Museo no deja de ser sino el testimonio de un pasado, un testimonio que puede ser material y que puede ser también de vivencias. Conocí el textil en 1973 cuando con 14 años estuve seis meses contratado como aprendiz en una empresa de hilaturas, de las muchas que se llevó pocos años después la crisis del petróleo y de la que conservo mi cartilla de la seguridad social y una carta de recomendación. Mi trabajo, como aprendiz, consistía en ser servidor de las máquinas de hilaturas, una supermoderna recién instalada, y otras tres anteriores a la guerra civil que tenían los días contados. Cada máquina tenía 50 púas por banda y era atendida por una trabajadora, madres de familia de no más de 25 años que a mí entonces me parecían muy mayores; ellas eran las encargadas de anudar los hilos cuando se rompían y al cabo de la jornada habían dando decenas y decenas de vueltas a la máquina. La jornada era 9 horas en turno de tarde, así podíamos librar de trabajar la media jornada de los sábados (total 45 horas semanales, sin contar las horas extras que ellas hacían). El trabajo de aprendiz era sencillo y monótono, lo primero cargar las máquinas, arriba con sus rollos de mechas de lana (cien rollos por máquina) y abajo, en las púas, cargar los cien canutos dónde se enrollaba el hilo tras pasar las mechas de lana de arriba abajo por diversos y pesados rodillos de acero que conformaban el estiramiento y torsión del hilo. Los canutos ya completos de hilo eran dejados por las trabajadoras en unas cajas de madera con agujeros del tamaño de una caja de verduras y era función del aprendiz meter estas cajas en la caldera para que el hijo se emparara en vapor. Sacadas las cajas de la caldera, los canutos eran introducidos en un orden concreto en unas cajas grandes, también de madera, que se cerraban con cuerdas tensadas y anudadas con nudos especiales que hube de aprender. A partir de aquí estas cajas con sus canutos de hilo de lana se mandaban al telar y de aquí salían los mejores cortes de traje de toda la Península. Algunas de estas cajas grandes las podemos ver cada año en la Passada de San Antoni en los “carros grossos”. Ciertamente que las nueve horas se hacían interminables y siempre tenía la extraña sensación que las agujas del reloj avanzaban muy lentamente.
    No estaría de más que en honor al pasado textil lanero de esta ciudad, nuestros munícipes, con su alcalde a la cabeza, de vez en cuando dejaran de disfrazarse de pobres, entendieran que las corbatas no muerden y vistieran un buen traje de lana de alguna de las pocas empresas que aún nos quedan en la comarca, que con los emolumentos que cobran creo que se lo pueden permitir.