Alta presencia institucional con la cónsul cubana y representación gambiana.
El alcalde, Juli Fernàndez, y el exacalde Juan Carlos Sánchez asisten al acto del Casal Cubà.
El Racó Cubà es una de las actividades tradicionales de la Festa Major organizada por el Casal d’Amistat Catalano-cubà de Sabadell y que este año celebró en el Passeig de la Plaça Major su 18ª edición.
La actividad consistió en un menú típico cubano consistente en ensalada, ropa vieja (tiras de carne de cerdo y ternera) con arroz y chicharritos (plátano frito) al precio de 14 euros por persona. Se sirvieron 250 menús. Tras la cena hubo baile y actuación musical a cargo de Carlos Caro y el grupo Sabor Cubano de músicos caribeños afincados en Barcelona que tocaron piezas clásicas del repertorio cubano y temas de fusión. También se instaló un servicio de bar donde se sirvieron mojitos y cerveza cubana. En estos años, el Racó Cubà ha ido variando su ubicación. Primero, en la calle Sant Antoni, la misma calle donde tiene su sede la entidad organizadora del evento, después en la Plaça del Treball o en las Barraques, aunque su lugar emblemático siempre ha sido el Passeig.
Declaraciones de la cónsul cubana
A la cena asistieron, el exalcalde, Juan Carlos Sánchez, y el alcalde de Sabadell, Juli Fernández. También acudió el diputado de la República de Gambia, Bubacarr Fadesa, quien en declaraciones a iSabadell, afirmó que asistía como prueba del agradecimiento al trabajo de los médicos cubanos, tanto en atención como en formación, en su país.
Como es tradicional tampoco faltó a la cita la cónsul general cubana en Barcelona, Mabel Artiaga Rodríguez, que ejerce el cargo desde 2014, en funciones por cuatro años. Nacida en La Habana y con 50 años de edad, es abogada de profesión y obtuvo el máster en el Instituto de Relaciones Internacionales. Anteriormente había sido cónsul en Milán (2008-2011) y trabajó en el servicio jurídico del ministerio de Asuntos Exteriores.
Preguntada por iSabadell sobre su valoración las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, respondió que se trata “de un paso histórico muy positivo” que se inició con el anuncio, el 17 de diciembre de 2014, del restablecimiento relaciones diplomáticas. Hasta la fecha se han realizado “varias rondas de negociaciones donde se ha avanzado”. El planteamiento cubano es que la “normalización va ser un proceso largo”; aun existen temas no resueltos, principalmente la “eliminación total del bloqueo que tanto daño ha hecho al pueblo cubano” que depende en parte del Congreso y en parte del presidente, Barack Obama.
Sobre el origen de las negociaciones mencionó al Papa Francisco y al “importante papel jugado por el gobierno canadiense”. Una mediación que calificó de “tranquila”. La cónsul se mostró confiada en que, incluso tras la desaparición de líderes históricos como los hermanos Fidel y Raúl Castro, existe en Cuba una “nueva generación de jóvenes muy bien preparados” para hacer un “relevo tranquilo” sin cambiar los valores de la Revolución.
Respecto a la actitud de numerosa comunidad cubana exiliada, principalmente en Miami, aseguró que el restablecimiento de relaciones diplomáticas es una oportunidad para que entre “muchas familias divididas haya una reconciliación, intercambio y cooperación”. En este sentido, manifestó que este era otro de los elementos de la “normalización de las relaciones entre dos países y pueblos vecinos”. Eso sin olvidar la devolución de la base militar de Guantánamo y la eliminación total del bloqueo.
