Acampada Parc Taulí

El día a día de la Acampada Parc Taulí

  • Trabajadores del hospital, pacientes y ciudadanos comprometidos se suman a la lucha por una sanidad pública.

  • Por el momento los únicos implicados al cien por cien son los miembros del comité de empresa.

La inseguridad con la que se inició la movilización y la incertidumbre de los convocantes a la espera de ver como respondía la ciudadanía han quedado atrás. La Acampada Parc Taulí ya supera los 15 días y su mensaje reivindicativo ha calado. Ante esta situación, ¿cómo se organizan para hacer compatible la protesta con el día a día?

Dos turnos de doce horas con dos miembros distintos del comité de empresa. Uno de ocho de la mañana a ocho de la noche y otro de ocho de la noche a ocho de la mañana. Este es el planning que ha decidido seguir el comité de empresa para garantizar que como mínimo haya dos personas en la acampada. Estos dos miembros sirven como personas de referencia para atender a los medios y los ciudadanos, para explicar por qué están acampado y en que pueden ayudar los usuarios que deciden implicarse.

Sin embargo, como explica la presidenta del comité de empresa del Parc Taulí, Montse González:

En la acampada no sólo se quedan a dormir miembros del comité, también vienen trabajadores. Ellos mismos se organizan y montan grupos para venir a dormir cuando no tienen que trabajar”.

González explica también la voluntad y el apoyo que están recibiendo por parte de los ciudadanos:

La gente quiere colaborar en todo lo que pueda. Incluso ha venido gente mayor que nos quería dar dinero. Dinero que por supuesto hemos rechazado. Lo único que queremos es que entiendan porque estamos aquí y que se unan a nuestra lucha”.

Con este fin cada día a las dos del mediodía se realiza una asamblea informativa, además de otras de carácter extraordinarias que puedan surgir. Por otra parte, también destaca el respaldo de los pacientes que se implican cada vez más “a medida que van teniendo información” y de los iaioflautas y integrantes del 15-M que “han transmitido el mensaje más allá de entre los trabajadores”.

Asimismo, el comité de empresa, sin ningún fondo para hacer frente a los gastos derivados de la acampada, se ha visto en la obligación de ofrecer chapas y brazaletes a cambio de la voluntad y está vendiendo papeletas para la lotería del niño.

El porqué de una acampada

Los motivos por los que se ha escogido una acampada indefinida como forma de movilización para criticar los recortes y la privatización de la sanidad son varios y van mucho más allá de simplemente seguir la estela de otros hospitales en que ya habían acampados como el de Sant Pau. Por un lado, se planteó esta forma de protesta porque era la que menos perjudicaba a los pacientes. Así, según explica la presidenta del comité:

Todo funciona con absoluta normalidad y todo el mundo está trabajando como siempre. Es después de su horario de trabajo cuando los trabajadores vienen a la acampada e incluso se pasan por aquí en los descansos que tienen de 20 minutos para desayunar, comer o cenar “.

Por otra banda, se pretendía implicar al usuario, que se interesará en saber porque había acampados y como se desarrollaban los hechos. Desde el comité, afirman que se ha conseguido con creces y las casi 7.000 firmas que han conseguido en el manifiesto en contra de los recortes en sanidad y el mismo número de firmas que han logrado en otro manifiesto para retirar la tasa del euro por receta lo ratifican.

Este apoyo que han recibido explica en parte la habilitación de rincones infantiles en que los niños de los trabajadores o de los propios ciudadanos pueden dejar escrito en un árbol de Navidad de cartón un deseo o pueden hacer con cartulinas una mariposa con algún mensaje que se les hace llegar a los enfermos de cáncer.

¿Cómo puede colaborar el ciudadano de a pie?

Se podría decir como afirma David García, miembro del comité, que “la acampada es una llamada de alerta al ciudadano de que la sanidad pública tal y como la conocemos está en peligro y no una simple pataleta de los trabajadores”.

Bajo esta idea, la máxima que impera en la acampada es que como los recortes y la privatización en la sanidad es un problema de todos, cualquiera que lo desee puede ayudar. Y puede hacerlo no sólo firmando el manifiesto, dando dinero o trayendo comida a los acampados, sino ayudando en la previsión de lo que hay y lo que falta por comprar, la limpieza y el orden o ofreciéndose a ocupar la mesa en que se recogen las firmas.

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