Uno de los viales de Sant Pau de Riu-sec

‘L’estat de la ciutat (XVII)’: Las vicisitudes de Sant Pau de Riu-sec

L’ESTAT DE LA CIUTAT

La inauguración de Leroy Merlin ha significado el pistoletazo de salida del parque empresarial, ideado como la gran operación estratégica que devolvería el carácter industrial de Sabadell, pero que ha acabado convirtiéndose en un centro comercial y de ocio, al estilo Montigalà. Todo un paradigma del estilo político de nuestro alcalde y del fracaso de las élites financieras y empresariales en el cumplimiento de este objetivo.

El Parque Empresarial de Sant Pau de Riusec arranca en el año 2002, cuando se constituyó la empresa de promoción inmobiliaria Vantureix SL, formada por  Telisa SL con un 55% del capital, Sòl Bages con el 10% y el 35% restante de Provasa, promotora de la extinta Caixa Sabadell, ahora propiedad del BBVA.

El grupo Telisa, originario de Manresa, cuenta con una experiencia de 35 años en la construcción de polígonos industriales y parques empresariales en Zaragoza, Sevilla, Valencia o Manresa. Sòl Bages es una promotora de Sant Fruitós de Bages, propiedad de la familia Bonvehí. Provasa (Promotora del Vallès SA), una sociedad holding que agrupaba las inversiones financieras de las empresas inmobiliarias de la entidad financiera vallesana (Expansión Cataluña, 30/11/08).

Sabadell Parc Empresarial contempla diversas islas.
Sabadell Parc Empresarial contempla diversas islas. Fuente: iKS Interactivos

El parque empresarial de 156 hectáreas -44,7 de suelo industrial y terciario, y el resto repartidas entre infraestructuras viarias y zonas verdes- se inicia con una inversión  privada de 200 millones de euros que posteriormente se amplió a 250.

Su estratégico emplazamiento, en una zona sin urbanizar entre el Aeropuerto de Sabadell, la autopista C-58, la Universidad Autónoma y los municipios de Badia, Cerdanyola y Sant Quirze, alimentó enormes expectativas como el proyecto industrial de mayor proyección de Catalunya. El término “sinergia”, tan de moda en esos años, entre la industria aeronáutica, la investigación universitaria, el tejido empresarial y la densidad de población, fue empleado profusamente.

A nadie se le escapaba que, con un término municipal casi agotado, Sant Pau de Riusec era la última joya de la corona.

Apoyos políticos y empresariales

Desde el principio el proyecto contó con la complicidad del Ayuntamiento de Sabadell y de  la Cambra de Comerç local que mantuvo una estrecha relación con la promotora, como manifestó Oscar Oliver, entonces responsable de asesoría de Urbanismo y Transporte de la institución empresarial, en Ràdio Sabadell el 19 de septiembre de 2006

Sant Pau de Riusec és una oportunitat molt interessant. Hi veiem la voluntat del promotor de no fer un polígon tradicional. Vantoureix SL s’està plantejant construir un centre que combinarà activitats industrials i productives amb el sector terciari i amb indústries tecnològicament més avançades”.

El 25 de julio de 2005, el pleno municipal aprobó inicialmente el Plan Parcial que ponía en marcha el proyecto. Manuel Bustos se encargó de presentarlo como la gran apuesta estratégicas de su mandato con la voluntad implícita de marcar un cambio de rumbo respecto a Antoni Farrés que había realizado una decidida opción por el sector servicios, cuyas plasmaciones urbanísticas fueron el Eix Macià o la Zona Hermètica.

En efecto, el parque empresarial formaba parte de un ambicioso modelo de reindustrialización de la ciudad que planteaba generar una oferta total de 660.000 metros cuadrados de suelo industrial y terciario. Sant Pau de Riusec se llevaría más de 300.000, Can Gambús 132.000, 51.000 más para naves industriales y de logística en Can Roqueta y 177.000 dedicados a la industria aeronáutica en el aeropuerto de Sabadell.

Rotonda Sant Pau de Riu-sec
La famosa rotonda elevada más grande de España. Foto: SBD Parc Empresarial

El proyecto también preveía una notable inversión pública con la creación de una estación de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, la mejora de las conexiones con la C-58, con faraónica rotonda incluida, y una nueva salida a la autopista desde Barberà y Badia. De este modo, Sant Pau de Riusec se convertiría en la gran puerta de entrada al sur de Sabadell.

Industria versus servicios, Bustos contra Farrés

El alcalde Bustos insistió mucho en que Sant Pau de Riusec sería por encima de todo un polígono industrial, con una parcelación en pequeñas unidades para evitar las fábricas contaminantes y los centros logísticos:

Estas propuestas garantizan industrias innovadoras y, por otro lado, impedimos que Sant Pau de Riusec se convierta en otro CIM Vallès –declaró entonces-. Según el alcalde, “aplicando las ratios de la Generalitat se podrían crear unos 10.000 puestos de trabajo”.

La aprobación definitiva del Pla Parcial, en enero del 2007, coincidiendo con el inicio de las obras fue saludada por la página web del Ayuntamiento con este triunfalista titular: “L’aprovació definitiva del Pla Parcial Urbanístic de Sant Pau de Riusec garanteix la continuïtat del carácter industrial de Sabadell”.

Macrocentro comercial

Las obras, como estaba previsto, empezaron a buen ritmo en enero de 2007. Sin embargo, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, en septiembre de 2008, se fue modificando radicalmente este concepto de parque empresarial.

Ninguna “industria innovadora”, ni del sector industrial mostró interés en instalarse y sólo solicitaron licencias una serie de firmas comerciales. Empezando por la multinacional sueca Ikea, la cual tras una larga e infructuosa negociación con el Ayuntamiento de Sant Cugat, decidió venirse a Sabadell. A Ikea le siguieron, la multinacional francesa Leroy Merlin,  Conforama, Galerías del Tresillo, Globix Il·luminació i Dormity.com, del sector del mueble. En el ramo de la restauración se instalarán McDonald’s, Viena, Pans & Company, Pollo Campero y Tagliatella. También está prevista una tienda de Movistar.

Recientemente, la cadena de alimentación Mercadona, con unos diez centros en la ciudad, ha solicitado la licencia para montar una tienda de 1.600 m2 en Sant Pau de Riusec, amparándose en la ley Òmnibus de la Generalitat. En el papel de Rey Salomón, el alcalde de Sabadell dirigió una pregunta escrita al conseller d’Empresa i Ocupació, Francesc Mena, para aclarar los usos comerciales de Sant Pau de Riusec y si Mercadona tenía derecho a instalarse según la nueva normativa.

Inauguració Leroy Merlin Sabadell
Inauguración de Leroy Merlin en Sabadell, esta semana. Foto: J.d.A

Por su parte, ICV denunció que, con ley en la mano, se podrían construir 30.000 m2, “hasta seis centros comerciales como los del Eix Macià” –según manifestó con preocupación el concejal Carlés Marlés, comerciante y vinculado a la Cambra de Comerç. Ello podría significar un golpe letal para el comercio de proximidad. Así los empleos que se ganarían en el parque empresarial se perderían en la ciudad. En otro orden de cosas, Entesa denunció el pasado viernes los graves incumplimientos en materia de movilidad de acceso al parque empresarial. “En la actualidad solo se puede llegar a Sant pau de Riu-sec en vehículo privado”. El equipo de gobierno, añadieron, “ha obviado su deber de cumplir la legislación en total connivencia con la promotora”.

El vaciamiento de la Zona Hermètica

En la modificación del Plan Parcial de Sant Pau de Riusec del 2007 se apuntaba al traslado de los locales de ocio nocturno de la Zona Hermètica al parque empresarial. Sin embargo, no fue hasta 2 noviembre del 2010 que se produjo en cambio radical respecto al enfoque municipal del tema.

El Pleno municipal aprobó la modificación puntual del Pla especial de regulació dels usos recreatius i de restauració del barri de Gràcia que obligaba a los locales de ocio nocturno, discotecas y bares musicales a cerrar o trasladarse a Sant Pau de Riusec en el plazo de cinco años (2015).

Los locales de la <ZH deben estar en Sant Pau para 2015.
Los locales de la <ZH deben estar en Sant Pau para 2015.

La modificación fue aprobada con los votos a favor de PSC, CiU, ERC y Entesa. El PP votó en contra argumentando el prejuicio ocasionado a los empresarios y el peligro a renunciar a una fuente de ingresos en tiempos de crisis. ICV-EUiA se abstuvo, atrapada entre la contradicción de satisfacer las históricas demandas de los vecinos de Gràcia y la destrucción de una de las principales realizaciones de la era Farrés.

La normativa provocó, como es lógico, un enorme malestar entre los empresarios del sector y el recurso a los tribunales vía contencioso-administrativo.

Desde el punto de vista del equipo de gobierno, la operación permitía matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, en vísperas de las municipales, satisfacía a los vecinos de Gràcia. Por otro, se respondía a las presiones de la promotora para llenar como fuera el parque empresarial y rentabilizar su inversión en momentos de profunda recesión económica.

Doble paradigma

Los avatares del parque empresarial constituyen –en el plano político- un paradigma del estilo de gobierno de nuestro alcalde. No sólo de su vocación por los proyectos faraónicos, algunos archivados como la Ciutat de la Música, el Zoo o el complejo museístico del Vapor Turull, sino también de su camaleónica capacidad de adaptarse a las cambiantes circunstancias y volver del revés los discursos como si fueran un calcetín. Así sus esfuerzos por crear empleo en Sant Pau de Riusec fueron uno de sus argumentos centrales en la pasada campaña electoral.

Desde una perspectiva estructural, sus vicisitudes muestran un panorama preocupante. La “sinergia” entre entidades financieras, empresas privadas e instituciones públicas se ha saldado en un rotundo fracaso, pues no se ha logrado el objetivo de reactivar la tradición industrial de la ciudad.

De momento, Sant Pau de Riu-sec se perfila como un macrocentro comercial y de ocio nocturno. Hagamos votos para que cuando acabe la crisis financiera aún queden parcelas para la actividad industrial.

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