El PP pide medidas urgentes para frenar la degradación del barrio.
La precaria situación económica del vecindario provoca numerosos efectos secundarios en la convivencia.
El Partit Popular considera que el consistorio debe tomar medidas de forma urgente para preservar la convivencia en el barrio de Can Puiggener. Hay frecuentes ocupaciones de viviendas, provocando un “efecto llamada” según el PP, un alto nivel de paro, acumulación de chatarra o destrozos del mobiliario urbano.
El portavoz del PP, Esteban Gesa, se reunió hace unos días con la asociación vecinal para conocer los problemas:
Unas pocas familias, que han ocupado pisos ilegalmente, mantienen conductas incívicas que están deteriorando la convivencia vecinal hasta un punto insostenible. Estas personas están claramente localizadas e identificadas, pero las denuncias de los vecinos no han tenido una respuesta satisfactoria por parte del gobierno local”, se queja Gesa.
Denuncian un efecto llamada para ocupar pisos y realquilarlos
El portavoz popular cree que se ha producido un efecto llamada y “la ocupación de pisos se ha convertido en una práctica organizada”. Cuando se enteran de que se va a producir algún desahucio, según los populares, ya están preparados para que en el momento en que el piso quede vacío forzar la cerradura y ocuparlo. Se ha dado el caso de que una misma persona tiene ocupados tres pisos que luego alquila, convirtiendo esta práctica en un negocio”.
El Partit Popular cree que los ocupantes deterioran las zonas comunes, manipulan los contadores para usar la luz y el agua sin pagar, acumulan basura y se pelean con los vecinos.
El Gobierno Local debería comprobar si esta personas reciben algún tipo de ayuda por parte de los Servicios Sociales del Ayuntamiento, y si es así retirarles estas ayudas si su comportamiento no es el adecuado como medida sancionadora”, sugiere Gesa.
Otros problemas
Según el portavoz popular, que mantuvo una reunión con la asociación vecinal, Can Puiggener acumula una serie de problemas muy preocupantes: “el alto nivel de paro, el deterioro de edificios propiedad del Ayuntamiento, la colocación de antenas parabólicas y tendederos en las fachadas en contra de las ordenanzas municipales, la acumulación de chatarra en la Ronda Maria Gispert, el mal uso de las instalaciones de los merenderos de Can Junqueras, la falta de zonas de aparcamiento, el destrozo de mobiliario urbano por parte de vándalos o las peleas de algunos grupos de personas son un ejemplo de las muchas preocupaciones de los vecinos”.
Según Gesa, el barrio corre el peligro de convertirse en el “contenedor” de Sabadell, “un lugar donde amontonar los problemas que afean a la ciudad ya que por su posición aislada es fácil de ocultarlo”.
Los problemas de convivencia en Can Puiggener son nombrados, por ejemplo, en la memoria de actuación del Síndic de Greuges Municipal respecto al año pasado.
