Unos desconocidos fuerzan sin éxito tres veces la puerta de un piso en Can Puiggener.
Las ocupaciones marcan el día a día de este barrio desde hace meses.
Las ocupaciones en viviendas vacías están a la orden del día. A veces por parte de personas con muchas necesidades que buscan cobijo y otras por parte de desaprensivos que arrasan con todo lo que encuentra sin pagar nada a cambio, el problema tiene difícil gestión y llena de temor a los pequeños propietarios, como Antonio y Juana, que tiene un piso vacío en una zona golpeada fuertemente por la crisis.
Antonio Valero vive en Can Puiggener desde hace muchos años. Desde hace algunos tiene un piso vació en la calle Aníbal. Ha cambiado el suelo y lo ha mantenido lo mejor que ha podido hasta ahora. Lo tiene en venta pero a la compleja situación económica actual se suman unos incómodos vecinos en el piso de arriba. Pese a que viven en un bloque comunitario, tienen instalada una piscina de plástico en una habitación y entre el peso y la humedad provocan problemas al vecino de abajo. También los ruidos dificultan la venta del piso, así como la escalera comunitaria, poco agradable. El piso no se vende, así que él va y viene como mínimo una vez cada día para ir revisando que todo están en orden.
Dos intentos de ocupación en dos días
El pasado miércoles, según explica su hija Juana, recibió una llamada. Un vecino había avisado a la inmobiliaria que vende el piso para decir que alguien había forzado la puerta. No pudieron ya que la cerradura fue más fuerte que hábiles los ocupantes. Aún así, golpearon los marcos y dejaron la puerta hecha unos zorros, como así hicieron constar en la denuncia presentada el mismo miércoles ante los Mossos d’Esquadra.
Al día siguiente, volvieron a la carga, según relata su hija. También sin éxito. Es la tercera vez en poco más de un año. Ahora Antonio instala un puntal entre la pared y la puerta para dificultar la entrada al piso. Este mismo lunes ha reparado como ha podido la puerta, barnicándola, a la espera que consiga vender o alquilar el piso antes que alguien le entre de forma definitiva.
Las ocupaciones se convierten en un problema de primer orden en Can Puiggener
La crisis económica, los problemas de impagos en las hipotecas y los alquileres y la falta de un estoc de vivienda pública suficiente están disparando las ocupaciones en los barrios sabadellenses más afectados por la crisis. En Can Puiggener y en El Llano, donde está el piso de Antonio y su hija, pero también en Torre-romeu o la Planada del Pintor, han aumentado las ocupaciones en los últimos meses, buena parte de ellas por parte de personas de etnia gitana. Muchos conocen por otros vecinos o familiars los pisos de bancos o particulares que están vacíos. Cuando ocupan la casa, captan la luz y el agua de los servicios comunitarios y no pagan nada.
Foto portada: Juana Valero, en el piso de El Llano. Autor: J.d.A.
