Si hay una tecnología que está teniendo un gran impacto en nuestro día a día, esa es la inteligencia artificial. Empresas, organizaciones y particulares ven cómo muchas de sus tareas diarias se apoyan en plataformas y herramientas IA y cómo consiguen mejores resultados, invirtiendo menos tiempo y esfuerzo en el proceso.
En este contexto, la ia ética se presenta como un elemento fundamental para el desarrollo y uso de esta tecnología, algo que se intenta regular con normativas específicas para evitar malas aplicaciones de la misma. Seguir buenas prácticas a la hora de implementar y utilizar la IA es la solución a todos los riesgos a los que nos enfrentamos debidos a la potencia y capacidad de esta nueva tecnología.
Qué es la IA ética
La inteligencia artificial o IA ética es el diseño, desarrollo y uso de esta tecnología dentro de un entorno que respete los principios éticos de nuestra sociedad, como la transparencia, la responsabilidad, la privacidad, la integridad, la justicia, la equidad y el beneficio social. Gracias a la IA ética, se puede hacer uso de esta tecnología, mitigando los principales riesgos y amenazas asociados, logrando así que su desarrollo garantice un futuro más justo y beneficioso para todos.
Gobiernos y organizaciones de todo el mundo trabajan en legislar y controlar el desarrollo y uso de la inteligencia artificial, para lo cual prestan especial atención a las implicaciones éticas: sesgos, tratamiento de datos sensibles, derechos de autor, etc.
Por qué es importante la IA ética
La IA ética juega un papel fundamental a la hora de sacar el máximo partido de todos los beneficios que nos ofrece y evitar los riesgos que conlleva esta tecnología. Veamos cuáles son las ventajas de la IA ética:
- Evitar posibles sesgos y discriminaciones de grupos vulnerables por raza u otras condiciones, pues la IA analiza datos existentes que pueden llevarle a realizar este tipo de acciones subjetivas.
- Cumplir con la normativa existente, desarrollando aplicaciones y plataformas que sean eficientes y seguras.
- Proporcionar un entorno que sea confiable en el uso de la inteligencia artificial, garantizando que el uso de datos y los análisis sean claros y transparentes.
- Garantizar la privacidad y la integridad de los datos personales y sensibles, como datos médicos, información personal, etc. Esto implica cumplir con las normativas vigentes en materia de protección de datos.
- Evitar decisiones negativas para la sociedad y medioambiente que puedan ser tomadas de forma autónoma por la IA.
- Priorizar el bienestar humano en el desarrollo de esta tecnología, teniendo en cuenta los valores sociales por encima de otras áreas como el desarrollo tecnológico o los beneficios económicos.
En un entorno digitalizado y globalizado donde la inteligencia artificial está irrumpiendo como la tecnología clave para empresas, organizaciones y personas, la IA ética se ha convertido en una necesidad para evitar posibles abusos y usos malintencionados de esta increíble tecnología.
Si quieres sacar el máximo partido de la inteligencia artificial y del aprendizaje automático, la mejor solución es apostar por una consultora IA especializada que, además de asesorarte sobre el uso de esta tecnología, te dé la garantía de un uso ético de la misma.