Dia Contra Violencia Género

Cartas de los lectores: ‘La violencia de género. Habla una víctima’

CARTAS DE LOS LECTORES
Nuria Rodrigo Aguilera

Este tema se ha convertido desgraciadamente en una noticia prácticamente diaria en nuestras fuentes de información. Los periódicos, los telediarios, la radio: todos ellos reflejan noticias escalofriantes sobre los casos de malos tratos brutales que en demasiadas ocasiones acaban con la muerte de la víctima.

¿Qué esta pasando en esta sociedad? ¿Por qué ese ataque tan descomunal hacia las mujeres que deciden no aguantar más las vejaciones, insultos y bofetadas de sus parejas? Quiero romper una lanza en favor de todas las que se atreven a denunciar y abandonar a sus maltratadores, aún con el riesgo evidente, vistas las últimas estadísticas, que ello implica. Son mujeres valientes que en muchos casos tienen que dar pasos muy difíciles, a los cuales hay que añadir su estado psicológico y emocional que suele estar muy dañado en estas situaciones.

Si además hay hijos de por medio, la situación se vuelve aún más complicada: ¿Adónde voy, en quién puedo confiar, si le denuncio? ¿Qué pasará después? ¿Y mis hijos, que será de ellos? ¿Les perjudicaré tomando esta decisión? Éstas son sólo un pequeño ejemplo de las tantas preguntas que se hace una mujer cuando vive una situación de maltrato.

También quiero hacer referencia a que no es necesario recibir bofetadas o palizas para ser una mujer maltratada. Hay muchas mujeres destruidas psicológicamente, anuladas como personas por sus parejas. Mujeres a las cuales se va moldeando con el paso del tiempo a conveniencia del hombre, mujeres que tenían grandes metas profesionales en la vida y a las cuales acaban convenciendo de que o bien están equivocadas en cuanto a sus perspectivas o bien lo mejor para ellas es quedarse en casa, cuidando de su familia, cuando en realidad esto lo único que demuestra es un gran egoísmo y un abuso de poder por parte del hombre. Lo peor en estos casos es que son muy difíciles de detectar por la victima porque “supuestamente” todo se hace por su bienestar. Yo llamo a esto egoísmo encubierto, tan cruel como cualquier otro pero más sutil.

¿Cuál seria el perfil de un maltratador? No creo que exista ningún estereotipo que pueda definirlos y englobarlos a todos. Normalmente al hablar de ellos tendemos a pensar en hombres incultos, con poca educación y escasos modales. Pero la realidad nos esta demostrando que actualmente hay maltratadores en todas las escalas sociales. Hombres que se muestran ante todos nosotros como buenos trabajadores, amigos de sus amigos y educados en el trato con las demás personas han sido noticia de pronto un día por haber protagonizado un caso de violencia doméstica. Ante el asombro de sus vecinos y conocidos, que después se quedan aun más perplejos cuando averiguan que ese comportamiento era habitual en el seno de una familia aparentemente feliz.

Yo pienso que ni el nivel socioeconómico ni el cultural pueden definir el perfil de un posible maltratador. Su problema es más de tipo psicológico, y ahí si que creo que, si no todos, la gran mayoría tienen unas características similares y muy bien definidas. Son hombres que demuestran una gran fortaleza de carácter, impulsivos, aparentemente inamovibles y seguros de sus convicciones, los cuales tratan de hacer creer a los demás que sus argumentos siempre son los acertados. Pero bajo ese caparazón de dureza, lo que se esconde es un ser inseguro, emocionalmente pobre, frágil y que no cuenta con suficientes recursos personales para bastarse por si mismo. O dicho de otra forma más simple: alguien que no ha aprendido a quererse y por eso necesita retener a su pareja, aun en contra de su voluntad. Y si no lo consigue, el miedo y la inseguridad que siente al verse solo le empujan a actuar de forma agresiva, violenta y desproporcionada.

Podríamos seguir hablando de este tema durante muchas páginas, pero como conclusión de mi forma de pensar, os diré que creo que es un problema que los hombres podrían resolver si utilizasen el sentido común, y que sólo hay dos condiciones indispensables en el camino hacia esa solución: la primera es reconocer que se tiene un problema, y la segunda ponerse en manos de un profesional adecuado para resolverlo. Si se da ese paso, es posible que la relación de pareja se consolide, se refuerce y esté preparada para continuar juntos el camino de la vida en común; y si no se puede resolver el problema, siempre será mejor una separación civilizada y amistosa por el bien de ambos y de sus hijos, si los hay. ¿No les parece?

Foto portada: Concentración contra la violencia de género en Granada. Fuente: Flickr.

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