ARTICLE D’OPINIÓ
Plataforma per la defensa de la Pediatria i la Sanitat Pública (FAVSabadell-SOS Pediatria-CCOO-UGT)
El Parlament de Catalunya, gracias a los votos de ERC y JxC, ha impedido que la pediatría, que atiende a 34.000 menores en nuestra ciudad, retornase a la situación inicial, antes de la pandemia, donde cada CAP contaba con su pediatra y en consecuencia poner fin al proceso de concentración territorial. Otro paso en la política de recortes que desde hace décadas la Generalitat viene aplicando a la sanidad pública mediante un modelo de gestión que desvirtúa y degrada el servicio público que pagamos con nuestros impuestos.
Al respecto, se da la circunstancia de que los mismos partidos que han votado en contra de que cada CAP disponga de su pediatra, en el Ple de l’Ajuntament de hace poco más de 1 año, votaron a favor a resultas de una moción presentada por al FAVSabadell, es decir, todo lo contrario, a lo que ahora sus partidos han hecho en el Parlament. Alguna explicación (si es que la tienen) le deben a la ciudadanía de Sabadell del porqué tan flagrantes contradicciones. Se tratan de actuaciones que abonan el descrédito de la política y los políticos de una ciudadanía hastiada de tanto timo de la estampita, en especial cuando entra en juego la Generalitat (sanidad, barracones escolares, residencia, …).
Lo cierto es que llueve sobre mojado, porque los mismos que se oponen a que cada CAP disponga de su pediatra son quienes, siguen en su empeño de castigar a los niños/as (y familias) como en su día con la decisión de llevarse la oncología infantil del Taulí o han ido aplicando decisiones antisociales, como abrir si personal propio y suficiente el CAP de Can Llong – Castellarnau, o en el cierre del consultorio del Poble Nou (abierto parcialmente debido a la presión popular), o la falta de personal en el Taulí y CAP’s, etc.
Los argumentos que utilizan tratando de justificar lo injustificable es que con tales medidas pretenden optimizar los recursos cuando, de hecho, lo que hacen es mover ficha para esconder la precariedad en la que han sumido a la sanidad pública con sus recortes. Que pregunten, por ejemplo, a madres de Can Puiggener que tienen que desplazarse con sus hijos al CAP de La Concordia cuando ni existe línea de autobuses que una los dos barrios o que los niños no tengan un pediatra de referencia (como exigimos tener un médico de familia de referencia), sino que la atención y visita dependa del que por turno y el día toque. Alejar la pediatría de los barrios y concentrarla por territorios provoca un deterioro del servicio que perjudica a las familias usuarias, afectando a la accesibilidad del servicio, dificultando a las familias el acceso al mismo, se dificultan los seguimientos pediátricos para detectar patologías psicosociales y sociosanitarias y otras casuísticas que degradan el servicio. La carencia de pediatras puede ser una dificultad, pero nunca una excusa para alejar la pediatría de las familias. Es necesario abordar la problemática desde su origen, analizando con profundidad las carencias de esta profesión en la atención primaria, atender las aspiraciones profesionales de los pediatras para que puedan ponerlas en práctica.
Tres consideraciones: la primera es que no creemos equivocarnos si afirmamos que si los políticos que adoptan tales decisiones antisociales sufriesen las consecuencias, no las adoptarían; la segunda, una obviedad: Catalunya tiene competencia exclusiva en sanidad y quien decide qué parte de nuestro PIB destina al presupuesto de la sanidad pública es la Generalitat (no Bruselas o Madrid), de hecho, en este tema, estamos en el vagón de cola de las comunidades autónomas; y la tercera que la decisión de eliminar que cada CAP disponga de su pediatra es el actual Govern de la Generalitat (en este caso con los votos de ERC y JxC).
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Foto portada: exterior del CAP Can Llong. Font: @parctauli via Twitter.
