ARTÍCULO DE OPINIÓN
Ramón Giménez. Associació del Poble del Sud de Sabadell
En muchas ocasiones, en política, se estila eso que algunos se empeñan en llaman ‘Nadar y guardar la ropa’. Es decir, intervenir y salir ileso de situaciones complejas y, a poder ser, reforzados. No importa la efectividad ni la legitimidad en el asunto, al final, todo el encaje se orienta para convertirse en una especie de performance, en la que todos los actores aparecen en el escenario, para convertir finalmente la obra en una sopa fría para todos.
Nosotros/as, como organización vecinal, iniciamos hace poco más de un año y medio un proceso participativo en el que precisamente poníamos de relieve central la carencia de espacios reales y efectivos donde los/as vecinos/as de los barrios pudieran expresar las necesidades de su entorno, con el fin de que nuestros/as gobernantes pusieran una solución. Una solución, por otro lado, y aquí radica algo importante, compartida y dialogada entre las dos partes. La lucha por el Mercado de Campoamor ha sido y es la lucha, también, por esa otra forma de hacer política en la calle (y con la calle).
Tras un año y medio, después de que el pleno municipal aprobara mediante nuestra moción y las más de 2.000 firmas de los/as vecinos/as la paralización del cierre del Mercado, se levantara el veto a la entrada de nuevos paradistas y se creara una Taula donde las entidades del barrio y el gobierno pudieran dialogar, diseñar y negociar un futuro proyecto para el Mercado, el pasado 30 de mayo todo eso quedó ninguneado por parte del gobierno en forma de declaración pública.
Habiendo convocado el gobierno por última vez a la Taula del Mercat el pasado verano, y sin previa comunicación, vemos como el gobierno ha vertido afirmaciones sobre el futuro proyecto del Mercado en el Diari de Sabadell, sin comunicación previa a las entidades que forman la Taula. Afirmaciones y fechas determinantes y de gran relevancia. Tales como el anuncio de la futura demolición del Mercado, el cese de las licencias de los paradistas, e incluso la denominación del futuro espacio comercial.
Desde nuestra organización, mostramos nuestro rechazo a esta forma de proceder, que lejos de ampararse en un despiste casual, destila el mismo espíritu irresponsable de siempre, al que no le importa ni entiende el significado de la legitimidad popular, ni la inestabilidad que genera a siete familias del barrio que actualmente viven de sus negocios en el Mercado de Campoamor.
Hacemos un llamamiento de carácter urgente al gobierno, solicitando convoque a la Taula del Mercat, con el fin de que se comuniquen debidamente las propuestas y tengan lugar las negociaciones. El significado y la naturaleza de la Taula del Mercat ha de ser entendido como un espacio bidireccional, donde se dialogue fluidamente y se negocien la forma y las propuestas.
Esa era por nuestra parte la voluntad que desde un inicio sostuvimos en la moción y era también lo que los/as vecinos/as expresaron con su sonoro ‘¡SÍ AL MERCADO!’ en la asamblea del 8 de diciembre de 2019.
Foto portada: el mercado de Campoamor, este martes. Autor: David B.
