‘El peligro de tiendas de pirotecnia ubicadas en los bajos de edificios habitados’, por Alejandro Oruña

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Alejandro Oruña, expresidente de la FAV de Sabadell y presidente de la AAVV Ronda Collsalarca.

Los vecinos de la calle Maestrat en el barrio de Torreguitart llevamos reivindicando más de 20 años que ubiquen la tienda de pirotecnia en otro sitio alejado de las viviendas. En este tiempo, los políticos que han ido pasando por el Ayuntamiento de Sabadell siempre nos han tratado de exagerados y han dejado pasar el tema.

Pareciera que les da igual todas las familias que viven en los cinco bloques afectados y que sienten auténtico pánico cada mes de junio. Más si cabe después de la gran explosión que se produjo en la localidad gallega de Tui que dejó dos muertos, al menos 30 heridos y unas 15 casas arrasadas.

El suceso pone de manifiesto la peligrosidad de este tipo de producto. Por ello, los vecinos de Maestrat estamos en alerta roja y queremos que el consistorio retire las tiendas de pirotecnia que están bajo los bloques del piso. No se nos malinterprete. No estamos en contra de la venta de petardos, sólo velamos por nuestra seguridad y salud. Por tanto, exigimos al Ayuntamiento que  limite este tipo de locales a áreas rurales y campos abiertos.

No creemos que sea algo descabellado. En otras ciudades catalanas como Barbera del Valles o Cambrils la distribución de pirotecnia recreativa ya se hace en casetas alejadas de las áreas urbanas. Incluso en una ciudad tan poblada como Barcelona han apostado por colocar más de 1.000 casetas. La ciudad condal ya contempla en sus ordenanzas municipales que “estos establecimientos sólo se pueden instalar en plantas bajas, siempre que estas no tengan contigüidad con el uso residencial” (OMRITAUA:2012). De hecho, el Ayuntamiento de Sabadell se hizo eco de esta normativa y la publicó en su web. Lo cual nos parece totalmente contraproducente ya que nunca se ha aplicado.

A este riesgo también se suma el factor humano. Por un lado, cabe destacar la poca profesionalidad de algunos dependientes que fuman en las inmediaciones de la tienda e incluso lanzan petardos cerca del local. Por otro lado, accidentes fortuitos que pueden ocurrir en cualquier lugar pero resultan más peligrosos por la presencia de una tienda de pirotecnia. Por ejemplo, hace unos cuatro años hubo un incendio en el piso inmediatamente superior al local; también años atrás hubo una colisión de un coche al lado de la tienda al salirse de la Carretera de Prats.

Habrá quien piense que nuestra crítica no es justificada y las medidas de seguridad con las que aparentemente cuentan las tiendas de pirotecnia serían suficientes para evitar un drama ante un accidente. Ahora bien, en la propia normativa de seguridad que publica la Generalitat de Catalunya se especifica que los locales de venta de artículos de pirotecnia tienen que estar a 50 metros de distancia “respecto centros docentes, centros sanitarios asistenciales y locales de pública concurrencia de aforamiento superior a 100 personas”. Por tanto, implícitamente se reconoce el peligro y, en esta línea, en cinco bloques de pisos con varias familias se supera con creces esas 100 personas.

Asimismo, la intranquilidad con la que vivimos los vecinos de la calle Maestrat no es fruto de un día. Llevamos varios años exigiendo a la administración pública que vele por la integridad física de la ciudadanía y vete las tiendas de pirotecnia a la vez que apueste por casetas para la venta y distribución de petardos. Hemos puesto pancartas reivindicativas en nuestros balcones, recogido firmas, protagonizado cortes en la carretera de Prats, asistido a debates en la TV, etc.

El bustismo no nos hizo caso. Ahora, el gobierno supuestamente de izquierdas que gobierna en Sabadell tampoco. Desde aquí exhortamos al consistorio a cambiar de actitud y les recordamos que ante un posible accidente ellos serán los primeros responsables y los que deberán asumir las consecuencias.

Somos conscientes del poder y la presión que pueden ejercer las empresas que se dedican a la distribución de pirotecnia pero creemos que la seguridad ciudadana debe prevalecer. Y no lo pedimos sólo por nuestra tranquilidad, que también, sino por la de todos los vecinos de Sabadell. Sabadell debe adaptarse a los nuevos tiempos. No es lógico que se proclame a los cuatro vientos que vivimos en una Smart City mientras la venta y distribución de petardos se sigue haciendo en locales y en condiciones más propias del siglo XX.

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