Un camió de recollida de residus. Autor: J.d.A.

‘La doble tasa de residuos que viene’, per Manuel Navas (FAV)

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Manuel Navas. Presidente de la FAV Sabadell

Los presupuestos del 2023 para el tratamiento de residuos de la ciudad, señalan unos ingresos de 9.502.611,98€ mientras que el coste previsto es de 20.216.107,95€, es decir un desfase de 10.713.495,97€ que lo ha ido cubriendo el ayuntamiento subvencionando el 52 por ciento del coste del servicio. Un sistema que ha pasado a la historia con la entrada en vigor de la ‘Ley 7/2022 de 8 de abril de residuos y suelos contaminados para una economía circular’, que, de acuerdo con lo que ordena la UE, obliga a repercutir al ciudadano el 100 por cien del coste de la retirada y el tratamiento de los residuos mediante una tasa específica de reciclaje en el plazo de tres años desde su entrada en vigor (para el 2025).

El nuevo contexto ha hecho que buena parte de ayuntamientos (entre ellos el nuestro) hayan decidido dividir la tasa y la gestión del servicio en dos partes con lo cual pagaremos dos tasas: una por la recogida de residuos que seguirá emitiendo el ayuntamiento con el aumento del 15 por ciento acordado tras la aprobación de las ordenanzas fiscales y otra por la gestión de los residuos que, por lo que respecta al Valles Occidental, se ha delegado al Consell Comarcal. Esta segunda tasa tiene la particularidad que su importe se determina aplicando determinados coeficientes en función de lo que se recicle y dado que en Sabadell estamos a la cola de municipios en este ranking, el coste será considerable.

Un duro golpe a la presión fiscal de las familias, los comercios y las empresas que ya hemos tenido que soportar un incremento del 15 por ciento, cuando el IPC fue del 3,1 por ciento, muy por encima del incremento en otros municipios de nuestro entorno (Terrassa 3,5%, Sant Cugat, Polinya y Sant Quirze el 0%, Badía el 3%, Granollers el 3,9%…).

Puede alegarse que hacía dos años que no se había producido ningún incremento y que, aun así, estamos por debajo de la media del resto de municipios y que la medida recaudatoria tiene como objetivo sufragar el déficit de las arcas municipales de sis millones debido, entre otras cosas a la sentencia sobre el IBI, la inflación, el congelar la subida años anteriores por diversas razones (pandemia, elecciones…), pero también cabe decir que, visto el resultado, la gestión realizada con el remanente que se utilizó para ese fin y la falta de previsión que impidió realizar un aumento escalonado es criticable a lo que cabe sumar el haber asumido costes evitable como, por ejemplo, los contratos de personal de confianza del GM de Junts, sin que todo ello sea óbice para denunciar la falta de financiación histórica de los ayuntamientos. A resultas de las dos tasas y según los datos aportados por el ayuntamiento el coste de una familia media está previsto que pase de 84€ a 156,7€, un aumento del 86 por ciento.

En este estado y teniendo en cuenta que no se puede actuar contra ley y que la ciudadanía tenemos que pagar, si o si, el 100 por cien del coste del servicio, la nueva situación precisa respuestas como el conocer el destino de los más de 10 millones de euros que el ayuntamiento se ahorrará al dejar de subvencionar la retirada, gestión y tratamiento de residuos. Una buena decisión sería revertirlo en la mejora del servicio y en reducir la carga fiscal de las familias, comercios y empresas en la proporcionalidad adecuada, así como atender a los sectores más desfavorecidos aplicando medidas de discriminación positiva de las tasas.

Urge abordar con rigor las causas de la falta de reciclaje en la ciudad. Un tema relacionado con la cultura de la sostenibilidad y dado los comportamientos tan distintos que existen en los países de la UE o en los municipios de Catalunya se deduce que, aun siendo difícil, es posible cambiar el chip al respecto. En una sociedad esencialmente consumista en la que se prima el ‘usar y tirar’, no es fácil modificar determinadas conductas de personas incívicas, pero lejos de tirar la toalla, se trata de investigar e informarse de prácticas en otros municipios y países para recoger experiencias positivas que pudieran aplicarse en Sabadell.

La complejidad de la empresa exige un ejercicio de corresponsabilidad de las partes implicadas (ayuntamiento, SMATSA y ciudadanía –FAVS, Cambra de Comerç…-) y lo ranonable sería que el Govern estableciera un punto de encuentro para abordar:

  • a) un diagnóstico sobre el estado actual de la ciudad detectando causas y consecuencias de la falta de reciclaje en Sabadell;
  • b) donde las partes, en función de su perspectiva y conocimiento, expongan las propuestas que considere para superar/paliar la situación.
  • c) consensuar las medidas a implementar y el papel de cada parte en ello (campañas, aplicación de la ordenanza, contenedores, sistema de recogida…).

Quedamos a la espera de una convocatoria que, por la temática y la premura, no admite demoras.

Foto portada: un camió de recollida de residus. Autor: J.d.A.

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