‘L’estat de la ciutat (79)’: La moción conjunta y las facturas de Gesa

L’ESTAT DE LA CIUTAT

A punto de finalizar el año,  analizamos  las repercusiones políticas del debate y votación de la moción conjunta de la oposición que exigía el cese de los tres concejales y el cargo de confianza imputados en el caso Mercurio y los efectos de la supuesta implicación del portavoz del PP en la trama Gürtel

El pleno de diciembre, el último del año, puso las cartas boca arriba respecto a la anómala y convulsa situación política que vive la ciudad desde el 27 de noviembre de 2012, día del estallido del caso Mercurio.

La moción conjunta de todos los grupos de la oposición, más el concejal no adscrito Antonio Vega, exigiendo la dimisión de los tres ediles y el cese cargo de confianza imputados en Mercurio, así como la apertura de un expediente informativo al jefe de la Policía Municipal, sirvió para mostrar la fragilidad del gobierno municipal y las contradicciones de la fragmentada y heterogénea oposición (más información: ‘Nou xoc entre govern i oposició pel cas Mercuri‘).

Hace un año que está planteada, como tarea prioritaria e impostergable, una operación de regeneración democrática y limpieza institucional a fondo de la administración local. Ahora, las revelaciones del sumario han convertido esta tarea en una necesidad urgente.

Desde la investidura de Juan Carlos Sánchez, en el mes de marzo, CiU ha jugado el papel de muleta del equipo de gobierno a la espera que el nuevo alcalde realizase esa labor o al menos hiciese gestos en este sentido.

Tareas pendientes

Sin embargo, del debate de la citada moción se desprende que el ejecutivo local, con el alcalde al frente, no está dispuesto a ceder ni un milímetro. Ni siquiera se avino a cesar al cargo de confianza imputado, Xavier Izquierdo. Un gesto que probablemente hubiera bastado para que la federación nacionalista continuase prestándole los imprescindibles apoyos puntuales como el necesario para aprobar los presupuestos municipales. Esta situación se puso de manifiesto con las lastimeras llamadas de Ramon Burgués, portavoz del grupo municipal socialista, a los convergentes en este sentido.

Bancada del gobierno local, con el no adscrito Vega a la izquierda. Autor: J.d.A.

Esta circunstancia está provocando la acelerada erosión de la figura del alcalde, Juan Carlos Sánchez. No lidera la imprescindible regeneración democrática y la limpieza institucional. Generó expectativas alimentadas por la renuncia de la imputada Montserrat Costa, jefa de alcaldía y pareja sentimental del alcalde, pero que no ha tenido continuidad. Ello comporta que Sánchez aparezca cada vez más como cómplice del clan de aventureros políticos que gobernaron la ciudad durante la era Bustos.

La cerrada defensa de los imputados y la negativa de los socialistas a asumir la más mínima responsabilidad política obligan a la federación nacionalista a replantearse esta estrategia contemporizadora cada vez más cuestionada por sus bases sociales y electorales.

En efecto, la consecuencia política lógica del pleno es que, a la vista del inmovilismo del PSC, se reabra la necesidad, por higiene democrática, de plantear una moción de censura.

Moción de censura

Ciertamente, la elevada heterogeneidad de las fuerzas que deberían formar el gobierno municipal (del PP a Entesa) constituye un escollo difícil de sortear. Unos hipotéticos acuerdos que, además, deberían salvar el obstáculo que suponen las pésimas relaciones entre ICV e EUiA que derivaron, al principio del mandato, en la ruptura del grupo municipal ecosocialista. De hecho, sólo Entesa e EUiA han mantenido desde entonces esta posición.

Si las formaciones que componen la oposición estuvieran a la altura de las graves circunstancias aparcarían estas diferencias y pactarían el programa de un gobierno de gestión hasta las municipales del 2015 con el objetivo prioritario de regenerar y limpiar el Ayuntamiento e implementar las medidas de choque para paliar la grave crisis económica y social que padece la ciudad.

RdP Oposición
Portavoces de la oposición, en enero de este año. Autor: J.d.A.

No sólo porque Sabadell no se merece esperar hasta entonces para ello, sino porque es la única forma de romper con el poder que continúa ejerciendo desde la sombra Manuel Bustos, el gran ausente de la sesión este martes. Como puso de manifiesto en el bloqueo de la renovación de Ràdio Sabadell, pendiente de la resolución del Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC), a causa de la apuesta del equipo de gobierno por Manolo Garrido, del círculo del ex alcalde. O la nominación como presidente de la Companyia d’Aigües de Sabadell (CASSA) del ingeniero, empresario y militante del PP Quique Blasco otro hombre de su confianza.

Las facturas de Esteban Gesa

El PP ha sido el segundo damnificado por el caso Mercurio. Así, sólo uno de los tres concejales electos, Esteban Gesa, continúa en el grupo municipal. Una circunstancia en cierto modo lógica, tras dos mandatos (2003-2011) en que los populares estuvieron  dirigidos por Jordi Soriano quien, junto con Melquíades Garrido, es una de las piezas claves del escándalo de presunta corrupción urbanística que ha conmocionado la ciudad.

En los primeros compases del mandato, antes del estallido de Mercurio, el PP dirigido por Gesa, se orientó hacía una reedición de los acuerdos con el PSC que no llegaron a cuajar, pero que tensaron al máximo sus relaciones con el cabeza de lista Antonio Vega, que primero renunció a la presidencia de la sección del partido, siendo sustituido por Miquel Arroyos, otro personaje en la órbita de Bustos. Vega abandonó el partido pero manteniendo el acta de regidor y se integró en el grupo municipal de no adscritos.

El portavoz del PP en Sabadell, Esteban Gesa. Autor: J.d.A.

Gesa, secretario técnico del partido y que aterrizó en Sabadell para apoyar a la gestora que apartó a Soriano de la dirección de la junta local del PP, pertenece al círculo de Alberto Fernández Díaz. De hecho, su hermana Genma Gesa es la mano derecha y secretaria personal del incombustible líder popular del PP catalán.

La publicación en el diario El Mundo el miércoles de una información, que presuntamente implicaba a Gesa en la trama Gürtel, por unas facturas del año 2003, ha venido a complicar la situación y a debilitar su posición.

En el clima político del país, marcado por los continuos escándalos de corrupción política, particularmente agudos en el PP (caso Bárcenas, Gürtel, Palma Arena, Camps, Fabra…) provoca que cualquier acusación de corrupción tienda a ser creída por la opinión pública.

El portavoz del PP, en entrevista concedida a iSabadell, como ya insinuó en el pasado pleno, quitó importancia al tema de las facturas y atribuyó la aparición de la notica a las amenazas de un regidor del PSC de Sabadell -que se negó a identificar- para que no votase a favor de la moción conjunta. A su juicio, la publicación de la citada noticia, al día siguiente del plenario, avalaría estas sospechas (más información: ‘Esteban Gesa y la incómoda factura de la campaña de 2003‘).

De ser cierta la versión de Gesa se confirmaría la gran influencia y poder que continúa ejerciendo el clan Bustos. Esto proporcionaría una razón adicional para que, en este caso el PP, impulsase la moción de censura para erradicar definitivamente unas prácticas políticas inadmisibles en una sociedad democrática.

Foto portada: el alcalde, Juan Carlos Sánchez, con los tenientes de alcalde Josep Ayuso, a la izquierda de la imagen, y Marta Farrés, a la derecha, en el pleno. Autor: J.d.A

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