ARTÍCULO DE OPINIÓN
Antonio Roa, responsable de organización de Podem Sabadell y de En Comú Podem
Sabadell es un municipio pobre. Digámoslo alto y claro. De nada nos sirve en el siglo XXI que a mitad del siglo XX fuéramos “Ciudad Piloto del Deporte español” o la “Manchester of Catalonia”. Quien quiera vivir de rentas, allá él. Los sabadellenses actuales sabemos (o deberíamos saber) en qué ciudad vivimos: no tenemos los polígonos industriales que mínimamente se parezcan a los de las poblaciones de nuestro alrededor, y los pocos que tenemos, los malgastamos con actividades que no son industriales; tenemos una ciudad de servicios, pero sobre todo de restauración; y lo peor de todo, no sabemos ni queremos saber por lo que parece hacia dónde queremos ir. Somos una ciudad que va a salto de “Matas”, donde las ocurrencias priman sobre los análisis (que si nanosatélites, que si Surfcity en el río, que si la reactivación de un Cuarto Cinturón que no se sostiene ni con tirantes…). Se nos presenta un panorama desolador si no somos capaces de remediarlo con urgencia, determinación y perspectiva a medio-largo plazo, despojándonos de forofismos partidistas y pensando en una Sabadell del futuro.
El equipo de gobierno municipal de PSC y Junts nos dice que los sabadellenses tenemos que rascarnos el bolsillo un 15% más que el año pasado para acometer un agujero, y un 110% más en basuras porque somos muy malos reciclando. ¡Ah! Y lo que es peor, aboliendo el llamado “bono social” para aquellas familias pobres y vulnerables de nuestra ciudad. Toda una proeza.
Esta subida de tasas se entendería si nuestros impuestossirvieran para fomentar un futuro más próspero que el que se nos presenta. Por ejemplo, si con ellos se fomentase la Economía Social y Sostenible, o se arreglara alguno de los destrozados polígonos que tenemos, o se adecuaran el máximo posible de edificios de Sabadell al cambio climático que ya tenemos encima. Pero no, servirá para saciar la sed de poder de Junts. Ya lo han hecho, colocando a dos asesores que no servirán para nada en un gobierno de ultra mayoría socialista; y el empacho de Marta Farrés con su Llaminer y luces de navidad. Como sé que es más difícil que Marta Farrés piense más en el futuro que en los dulces, aquí les propongo algo: inventar un Llaminer para diabéticos. Tal vez con esta propuesta acabe de leer este artículo y sepa que si quiere llegar a ser una líder histórica (que es lo que yo creo que desea) lo sería más por darnos más futuro y menos caramelos.
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