Opinión de Manuel Navas (FAV): ‘A vueltas con las urgencias del Taulí’

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Manuel Navas. Presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Sabadell (FAV)

Cando se niega la mayor, es imposible razonar con quienes se les supone están para salvaguardar los intereses de la población (Gobierno de la Generalitat y Dirección del Taulí). Viene a colación la expresión “no hay peor ciego que el que no quiere ver”. La FAV como los/as trabajadores/as del Taulí han denunciado por activa y por pasiva y de mil formas que la falta de recursos materiales, económicos y humanos está conduciendo al servicios socio sanitario que tenemos en el Vallés Occidental-Est a situaciones inaguantables y eso es más grave si cabe en el servicio de urgencias, donde la falta de drenaje por falta de camas en planta y de otros recursos necesarios, impide que el circuito funcione adecuadamente y se parezca más al de un país tercermundista, dejando a los/as pacientes (los que pagan con sus impuestos todo el andamiaje de la sanidad pública) en una situación de desatención alarmante e indefensión insostenible desde cualquier punto de vista.

Ante la denuncia de un escenario que en momentos (cada vez más habitual) es de auténtico caos a pesar del impagable esfuerzo de los/as trabajadores/as (que dicho sea de paso, son maltratados laboral y económicamente: aún tienen pendiente cobrar una paga extra), que hacen lo imposible para que los/as pacientes estén atendidos/as lo mejor posible, la dirección y de la administración competente dan la callada por respuesta (tras dos meses de haberla solicitado, estamos a la espera de una reunión con el Conseller Sr. Comín) y como mucho, se limitan a correr cortinas de humo (“sois unos alarmistas”, “no está tan mal”, “pronto se solucionarán las deficiencias”, etc.).

Argumentos insostenibles porque la prueba del algodón demuestra que el servicio de urgencias que sufrimos es deplorable. Basta acudir a los datos que aportan trabajadores/as y pacientes, las caravanas de ambulancias a la espera de evacuar enfermos ante la falta de camas y espacio en urgencias, las veces que las ambulancias ceden sus camillas para que los pacientes puedan estar en los pasillos (dejando a la ambulancia inutil por carecer de camilla), la falta de personal, de camas, etc.

Hace años que el Taulí padece no solo de recortes, sino de agravio comparativo con respecto a Catalunya. Se plantearon vías para paliar la situación (que no para evitarla) con el Pla de Xoc del 2005-06, que al no haberse cumplido, la situación por la lógica del tiempo y demografía, se ha agravado y sin ningún género de dudas, de no ponerse remedio urgente que cambie radicalmente la tendencia, el deterioro de la sanidad pública será cada vez mayor (aunque si nos atenemos a los hechos, parece que eso sea lo que proyectan los dirigentes políticos de turno para favorecer a la sanidad privada).

No hacer falta ser ningún estadista ni político electo para despejar algunas de las incógnitas de la sanidad pública en nuestra comarca. El Sr. Boi (CiU) con el beneplácito de otras fuerzas del Parlament y aprovechando la puerta abierta por el tripartito, acentuó la filosofía de hacer negocio con nuestra salud (recortando, externalizando, privatizando, derivando, etc.). Todo ello ha dejado un escenario de difícil recuperación a menos que los gobernantes (quienes gestionan nuestro dinero) dejen de rendir pleitesía al poder económico y priorice los derechos de la ciudadanía, cesando con los recortes y recuperando lo que nos han despojado directa o indirectamente de nuestra sanidad pública y sobre todo, emprendan el camino que el sentido común dicta: llevar a cabo análisis y diagnósticos sobre las necesidades socio-sanitaria de nuestra comarca y arbitrar medidas a corto, medio y largo plazo para evitar males mayores.

Mientras tanto la crueldad con los/as enfermos/as seguirá siendo en pan nuestro de cada día, autorizando para tildar de miserables quienes por acción y omisión (que tienen nombre y apellidos) toleran o fomentan tal situación. Vista la pasividad manifiesta de quienes deberían poner remedio a este desorden establecido, solo queda la movilización popular contundente para defender nuestro derecho a una sanidad pública y de gestión pública y con recursos y unas urgencias dignas.

Comments are closed.