‘Recordando a Toni Farrés’, por Juan Guil

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Juan Guil, Exsecretario general de CCOO de Sabadell y Comarca

El 13 de febrero hizo 10 años del fallecimiento de Toni Farrés, lo conocí con 19 años, era el abogado que nos defendió en las detenciones en el barrio de Pueblo Nuevo, en los años 1972 y 1973 fuimos detenidos y encarcelados 16 jóvenes de la JCC.

A principios de 1977 coincidir con él en la primera sede de CCOO en la calle Garcilaso en el asesoramiento jurídico, hasta el traslado a la de calle Lacy, a partir de ahí, Toni Farrés abrió un gabinete propio, pero los temas laborales los enviaba a CCOO.

Las primeras elecciones municipales celebradas en 1979 las ganamos el PSUC con un 43 por ciento de votos y 13 de 27 concejales, salió elegido alcalde con el apoyo del PSC, con quienes se formó el primer gobierno municipal. Toni Farrés era el candidato del PSUC por su compromiso con su partido, y CCOO su sindicato.

El 1980-81, Viví el conflicto más duro que tuvo como alcalde, quitarle la concesión del transporte municipal a autobuses Martí y constituir la TUS cooperativa de transporte que actualmente presta el servicio, muchos trabajadores se integraron en la cooperativa, otros manipulados por la empresa, se encerraron en el ayuntamiento durante un mes.

Los primeros años de gobierno fueron muy duros, servicios y equipamientos solo existían en el centro, donde vivía la burguesía local, en los barrios vivía la clase trabajadora, no había servicios de ningún tipo, muchos sin asfalto ni alcantarillado, expresando el carácter clasista del gobierno municipal franquista, resolver ese déficit fue la prioridad, llevar equipamientos y servicios a los barrios, lo urgente fue el alcantarillado y el asfalto.

Viví mis primeros 30 años en Pueblo Nuevo, un barrio marginal, al volver de la mili en 1976, fui elegido presidente de la AVV hasta 1979. Coincidí con Toni Farrés muchas veces, visitando el barrio a los pocos meses de ser elegido alcalde, siempre en su coche particular llegaba antes de la hora prevista, tomaba su cortado en un bar, era humilde y paciente con los vecinos y vecinas.

En 1980 pasé a formar parte del comité local del PSUC donde coincidíamos en las reuniones, continuó sus vínculos con CCOO, siendo yo secretario general de Sabadell a principio de los 80, iba en la cabecera de las manifestaciones y los actos del 1º de mayo en Sant Juliá.

Cuando se rompió el PSUC en 1982, no tomo partido, priorizó la cohesión del grupo municipal, creando una tercera vía situada en la neutralidad donde participo un grupo de sindicalistas, esto ayudo a que, en CCOO de Sabadell la rotura del PSUC afectara muy poco fue uno de los pocos lugares donde el divorcio fue civilizado, nunca se rompieron las relaciones y más pronto se volvió a recomponer.

Tony Farrés era un alcalde ejemplar, integro, honesto y muy austero con los recursos públicos, en los debates era sereno y respetuoso, era su forma de debatir y discrepar. Siempre mantuvimos contacto y colaboración por nuestras responsabilidades en nuestra ciudad.

Al cabo de los años coincidí con él en la misma consulta del Taulí, él padecía el cáncer que acabó con su vida, yo una leucemia mieloide. Al principio tuve muchos problemas con la enfermedad, pero acabé adaptándome a vivir con ella. Este fue a final de 2008, nuestras conversaciones terminaron porque Toni nos dejó.

Nadie es perfecto y Toni tampoco lo era, todos tenemos virtudes y defectos, pero lo importante es el lado humano de las personas, su honestidad, honradez, principios, humildad, todos esos valores los tenía Toni Farrés. Nuestra juventud debería conocer la historia de Toni, como ejemplo de persona, demostrar que en política no todos son iguales, más en estos momentos de pérdida de valores de la sociedad.

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