ARTÍCULO DE OPINIÓN
José López, miembro de Esquerra Verda y partícipe en En Comú Podem
He leído las declaraciones de Joan Mena, portavoz de Sabadell En Comú Podem, en las que denuncia el abandono de naves industriales muy próximas al río Ripoll. Nos enseña que hay un cúmulo de residuos, desordenados, algunos tóxicos, a plena luz, ensuciando un espacio natural. Mena pide la actuación del gobierno municipal. Según se argumenta, se pueden aplicar medidas de disciplina urbanística si los propietarios no actúan, y, siempre, tras el oportuno requerimiento.
“Deben pasar cosas en el Ripoll” decían la persona que ejerce de alcaldesa y una representante del gremio de fabricantes. Más allá de los sueños (¿rentables transformaciones de usos?) de personas del gremio y propietarias de naves en el Ripoll, quiero dedicarme a valorar a la ciudadanía que colabora para que Sabadell sea mejor.
Me imagino y algo más, por un momento, que una persona, recorriendo los caminos que hay junto al río, ha visto la dejadez que perjudica al río, a la ciudad y a su ciudadanía. Su sensibilidad, su sentido crítico al servicio de un Sabadell mejor, se ha puesto en marcha. Lo ha transmitido a su gente de confianza. En este caso, Sabadell En Comú Podem.
Esa sensibilidad, esa bondad, esa empatía, su sentido de la belleza, le ha llevado a actuar. Me viene a la mente el significado de la rosa roja: amor, pasión, belleza y respeto. Conceptos estos que también se pueden dedicar a la ciudad, a la casa común, a todos los espacios comunes. Me gustaría que mi ciudad fuera obsequiada con una rosa, con muchas rosas, con un jardín de rosas, si se me permite la metáfora, como gesto de cariño, generosidad, ternura y admiración. Sabadell necesita de una rosa, de muchas rosas, de un jardín de rosas rojas que desprendan lo mejor de ellas. Lo mejor, destinado siempre a que nuestra vida colectiva, nuestra socialización se desarrolle en el mejor de los escenarios posibles. Rosa roja, rosas rojas, jardín de rosas rojas, que todo lo que simbolizáis se convierta en permanente aroma ciudadano. Que combata la irresponsabilidad, la dejadez. Que proyecte lo mejor, aunque se acerque a la utopía y combata la especulación gritona o silenciosa. Todas las personas que quieren el bien común, pueden ser un jardín de rosas rojas.
