‘De la tasa, del bucle y del hombre que susurraba a su perro muerto’, por Manuel Navas

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Manuel Navas, sociólogo

Vivimos en un mundo en el que, parafraseando a Sócrates, lo único que sabemos es que no sabemos nada (o, en el mejor de los casos, muy poco). Y ahí estamos, con una mayoría indiferente, ignorando que la vida de todos/as y de todo está bastante determinada por quienes mueven los hilos y construyen un mundo de acuerdo con sus intereses y con unos sectores “más concienciados” dando palos de ciego y sin norte claro. Sin caer en simplismos y conspiranoias (todo es bastante más complejo), podríamos responder con el aforismo “es la económica estúpido” que, con sus enormes y múltiples tentáculos, va construyendo un modelo social impregnado de los valores, ideología y talante que necesita y donde, el becerro de oro es el referente que sirve de medida para cualquier iniciativa que pone en marcha para sobrevivir y reproducirse (económica, social, bélica…). Y observando lo actual y cercano, el panorama es más que preocupante.

A nivel local, la justa indignación ha saltado con la imposición por imperativo legal (UE y ley española) de la tasa por el no reciclaje en los municipios que obliga a que la ciudadanía la pague al 100% y que ha supuesto un atentado contra los bolsillos de las familias que ya sufrieron otro si cabe más grave y menos razonable con el incremento en Sabadell del 15% de las tasas municipales hace pocos meses cuya decisión, esta vez sí, dependía del ayuntamiento (entre ellos, la de recogida de residuos). La tasa por reciclaje ha sido criticada por las formas (la falta de información ha sido escandalosa) y el fondo (no adoptar medidas para paliar la presión fiscal). Pero que nadie enrede ni mienta, sabemos que es imposible que la tasa impuesta por ley desaparezca, si bien cabría esperar que se adoptasen medidas en la línea de las mociones presentadas por el movimiento vecinal del Vallés en Sabadell y el Consell Comarcal (información, moratoria, bonificaciones, participación…). Queda por ver la sensibilidad del Equip de Govern y del resto de los de la comarca (soy pesimista) y seguir apretando para que se lleven a cabo las correcciones de sentido común que desde una perspectiva social se reclama. Para cabrearse.

En Catalunya, el enroque del sector minoritario del Parlament, que tiene la llave de la gobernabilidad, sigue manteniendo al país en el ostracismo y la irrelevancia en el que está sumido desde hace más de una década, instalados en un absurdo frentismo por mor de las elites políticas y sus egos, adobado por la disputa por el liderazgo del independentismo neoconvergentes vs republicanos y sus guerras internas, que muestra, cuando menos, en términos pragmáticos, lo poco que les importan los problemas que padecemos la gente de a pie. A día de hoy desconocemos (no caben pronósticos porque, en este estado irracional, cualquier cosa es posible) si habrá Govern o nuevas elecciones. En el primer escenario, ¿quién/quienes gobernarán y con qué programa? En el segundo, significaría que a la dicotomía social (Govern tripartito de izquierda-progresista vs derecha) habría perdido ante la dicotomía nacional (independentismo vs tripartito de izquierda-progresista) con un más que probable resultado similar al actual, en términos de bloques, y que, de mantener el cordón umbilical de ERC al PSC volveríamos a la casilla de salida. Y a todo ello seguimos esperando a un Govern que gobierne y aborde los graves problemas sociales que sufrimos (sanidad, enseñanza, vivienda, cohesión social, …..). Para llorar.

En el Reino de España, la jauría de la derecha extrema-extrema derecha sigue fomentando la crispación y el enfrentamiento social sin que nadie sepa qué alternativas proponen más allá de “acabar con el sanchismo y el gobierno sociocomunista” porque, dicen, “España se rompe y se hunde”. La cruzada ahora abre un nuevo frente para dejar sin contenido la Ley de Memoria Histórica en las autonomías con gobierno PPVOX, siendo el último y miserable episodio, el protagonizado por el presidente del parlament Balear (VOX) rompiendo una foto de Aurora Picornell, una joven modista comunista de 24 años torturada y asesinada por el franquismo. La fachoesfera arropada por la elite de la judicatura, medios y redes sociales afines/subvencionados difundiendo new fakes y bulos está hiperventilada. Son el peligro real para la democracia y para los avances sociales y políticos. Para temer.

No es fácil gobernar en semejante contexto. Cierto es que falta mucho camino por andar y seguir avanzando hacia un modelo social más justo y sostenible, como también lo es que interna e internacionalmente se valora en positivo el trabajo realizado por el gobierno de izquierda-progresista en todos los órdenes y que algo habrá tenido que ver en el freno que España ha supuesto al ascenso de la extrema derecha producido en buena parte de países europeos. Mientras tanto, una oposición sin ideas ni propuestas, se limita a negar las evidencias, a enfangar la vida pública, a consolidar la simbiosis PP-VOX y a montar un parque temático neofascista en Madrid defendiendo el negacionismo y proclamando que la justicia social es una aberración de los zurdos teniendo como atracción estelar del circo al presidente argentino que dice hablar con su perro muerto. Si esa es la alternativa al gobierno de izquierdas-progresista, apaga y vámonos porque es para mear y no echar gota.

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Foto de portada: Aurora Picornell. Autor: cedida.

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