Después de algunos intentos en vano en las semanas posteriores al estallido del caso Mercurio vía correo electrónico, redes sociales y teléfono, este lunes Jordi Soriano contactó de motu propio con iSabadell. El principal implicado en la presunta trama corrupta estaba dispuesto a dar su versión del caso Mercurio coincidiendo con el primer aniversario de los registros.
Soriano aseguraba que hasta ahora ha preferido ser prudente, aconsejado por su abogado, pero que quiere dejar claras “algunas cosas”. “Cuando todo se aclare daré una rueda de prensa y hablaré más claro”, dice. Soriano reside en Sant Quirze y allí prefiere quedar, reconociendo que baja poco a Sabadell, ya que se le hace incómodo después de todo lo sucedido. Teme por las miradas y los comentarios aunque asegura que “seguramente es cosa mía”.
Hace justamente un año, el 27 de noviembre, a las 9 horas recuerda que abrió la puerta de su domicilio a los Mossos. Allí quedó detenido y empezó un registro, que califica como “exhaustivo”, que duró hasta primera hora de la tarde y del que según él sólo se llevaron algunos papeles. Después se dirigieron a su segunda residencia, en el Pirineo, donde hicieron lo mismo. A altas horas de la noche del 27 al 28 de noviembre, Soriano quedó detenido en la comisaría de los Mossos de Ripollet, donde pasó cerca de tres días hasta que fue puesto delante del juez, Ramón González, y el fiscal Anticorrupción, Fernando Bermejo, en los Juzgados de Sabadell. Después de declarar durante una hora y media, el fiscal pidió prisión provisional sin fianza. Pero consiguió ser puesto en libertad con medidas cautelares.
Pese a las conversaciones intervenidas y las acusaciones, Soriano, imputado en el caso Mercurio por cohecho, tráfico de influncias, denuncia falsa y prevaricación. asegura que “nunca he cobrado ninguna cantidad de ningún empresario para tener concesiones en Sabadell”.
“No me he enriquecido”
En su defensa, el que fue portavoz del PP entre 2003 y 2011 en Sabadell y apoyo político de Manuel Bustos entre 2007 y 2011, asegura que el juez ha accedido a su declaración de bienes, cuentas bancarias, hipotecas y todos los movimientos económicos de los últimos años. Mantiene que su nivel de vida es igual que antes de entrar en política y asegura que vive de una pensión por invalidez, paga su coche con un préstamo de siete años y en un momento determinado ha tenido tres hipotecas. Asegura que después de dejar la política, ha hecho algunos asesoramientos a empresas, pero que ha perdido clientes después del estallido de Mercurio.
Soriano se cree víctima de un montaje urdido por Nicolás Giner, antiguo trabajador del Ayuntamiento que trabajaba para él haciendo funciones de escolta en algunas ocasiones. Nicolás Giner fue quien denunció la presunta red corrupta ante primero la portavoz de ICV en Sabadell, Carme García, y luego la Fiscalía Anticorrupción.
Según Soriano, Giner cobraba cantidades económicas de varios empresarios y aseguraba que luego las entregaba al político popular y éste a otros políticos socialistas. Utilizaba su nombre para cobrar a empresarios y quedarse el dinero. Según relata Soriano, Giner se vio amenazado en un momento determinado en un restaurante del Eix Macià por representantes de alguno de los empresarios que habían pagada a cambio de nada. Y conociendo la política local y el Ayuntamiento, y vista la peculiar situación política en Sabadell, con Soriano dando apoyo a Bustos a cambio de poca cosa, decidió urdir una trama implicándole a él en el cobro de comisiones para blindarse ante los pagadores. Soriano mantiene que al contrario que él, Giner “llevaba un muy alto ritmo de vida”, casi “insostenible” y utilizaba su nombre para ir a ver a empresarios de su parte.
Los empresarios que pagaron
Soriano asegura que nunca cobró de ningún empresario. Utilizaron su nombre para pedir 12.000 euros al empresario Isidoro Álvarez por una recalificación en Palau-Solità i Plegamans. No cobró tampoco 25.000 euros provenientes de Construccions Baldó, ya que los cobró el arquitecto de la empresa, que fue despedido después. En estos casos, según Soriano, Nicolas Giner y Eusebio Romero cobraron haciendo valer que conocían a Soriano y también al alcalde, Manuel Bustos. Por otro lado, asegura que José Ríos (Excavallés) le introdujo 10.000 euros en billetes en un maletín para “irme de vacaciones” y los rechazó.
Los pagos reconocidos
Sin embargo, Jordi Soriano reconoce haber recibido algunos pagos, como hizo en el juzgado hace casi un año. Uno de José Manuel González Parra, detenido el 27 de noviembre y con quien Soriano asegura mantiene una buena relación. Según su relato, González Parra le prestó dinero en efectivo para pagar un problema que tenía con una obra en su segunda residencia. Soriano está imputado también por mediar en la contratación de la esposa de González Parra en una empresa concesionaria municipal. Por estos hechos está también imputada la pareja de Manuel Bustos y jefa de alcaldía, Montse Costa.
El segundo pago que reconoce es de la empresa de Jordi y Rafael Rojas, Maderas Rojas, por comercializar unos fondos de inversión. En cualquier caso, cuatro pagos anuales durante el año 2012, cuando ya había dejado la política. Soriano también reconoce que intercedió entre los hermanos Rojas y los empresarios de Torra SA durante la adjudicación de las obras del cementerio.
Sin embargo, es claro en cuanto a las comisiones irregulares: “no cobré nada”. Y asegura que hasta el momento ha estado tranquilo ya que entiende que si Fiscalía hace bien su trabajo se desmontará la trama. Pero también dice que cada vez es más escéptico al respecto. Pide celeridad a la justicia pero teme que la instrucción del caso se alargue varios años y lamenta que desde que estalló el caso, el PP catalán le ha dejado en la cuneta mientras que algunos “compañeros” de la dirección nacional (Madrid) “han dado la talla”. No se ha visto con Bustos ni ningún otro imputado y lamenta haber desaparecido de Sabadell, dando pábulo a comentarios, cuando, dice, no tiene nada que esconder.
“Soriano no iba por libre”
Respecto a Manuel Bustos, asegura que hubo comentarios de que le buscaría un trabajo una vez fuera de la política, pero que no hizo ninguna gestión real. Mantiene que la relación entre PSC y PP en Sabadell era estrictamente política durante sus mandatos.
En cuanto a su gestión en el PP, rechaza que fuera por libre en Sabadell en base a un pacto con Bustos. “El PP estaba informado en todo momento de lo que hacíamos y Soriano no iba por libre”, asegura, manteniendo que la dirección catalana del PP estaba al caso de toda la gestión sabadellense y que él no fue nunca contra la línea del partido sino que había un pacto de gobernabilidad. Niega que expoliara las cuentas del grupo municipal y asegura que tuvo que poner dinero de su bolsillo para mantener el PP en Sabadell hasta el punto que cada mes aún recibe una transferencia. Y también mantiene que nadie le expulsó como militante de la formación.
Respecto al levantamiento del secreto de sumario, cree que muestra la falta de pruebas sobre los sobornos aunque asegura que “han salido otras muchas cosas que no me esperaba” en relación al resto de piezas, comentarios y gestiones del alcalde, Manuel Bustos, o el presidente del Gremi de Constructors, Melquíades Garrido.
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