Los sindicatos vallesanos convocan una protesta previa a la huelga el 22 de marzo.
Los despidos y ERE se triplican desde la entrada en vigor de la reforma.
Los principales sindicatos comarcales, Comisiones Obreras y UGT, han señalado este miércoles que, como dice la canción, les sobran los motivos para convocar la huelga general. De forma somera, concretan los argumentos en cinco.
1- Despido más fácil y más barato: a 20 días: según los sindicatos la mayoría de despidos tendrán una indemnización de 20 días por año trabajado. Creen que habrá más paro porque el despido se abarata.
2- En dos trimestres se baja el sueldo, y en tres se despide: la caída de ingresos o ventas durante medio año seguido, aunque haya beneficios, faculta la empresa a rebajar el sueldo. Y al tercer trimestre se permite el despido a 2o días. Además se facilita el cambio de condiciones laborales.
3- Vía libre a la regulación de empleo: las empresas podrán regular su plantilla sin autorización de la administración.
4- Golpe a la negociación colectiva: la empresa se puede desvincular del convenio colectivo después de dos meses con caída de ingresos.
5- Más precariedad: según los sindicatos, la reforma no creará ocupación y condena la juventud a salarios bajos, contratos precarios y menos derechos laborales.
Los secretarios comarcales de Comisiones Obreras, Antonio Díaz, y de UGT, Josep Santcristòfol han señalado en rueda de prensa que “esta contrarreforma laboral es un golpe al derecho al trabajo y rompe el consenso de la transición para que España fuese un Estado social y de derecho” según Díaz. El secretario comarcal de CC.OO ha señalado que la reforma es un golpe de estado social entre “el gobierno del PP, con el apoyo de CiU, la patronal y los especuladores”. “Están aprovechando la crisis para cargarse el estado de Bienestar”, coincidieron.
Con la reforma ya han subido los despidos
Según los sindicatos, desde la entrada en vigor de la reforma se han triplicado los despidos y los Expedientes de Regulación de Empleo en Catalunya. En el Vallès Occidental había empresas que negociaban un nuevo convenio colectivo y han abandonado la mesa de negociación.
Los sindicatos anima a los trabajadores, especialmente a los de la función pública (se permiten los EROs en la administración al personal laboral), a los estudiantes, las asociaciones vecinales, los universitarios y también a los desempleados a llenar las calles. “Con esta reforma habrá un empobrecimiento general”, ha dicho Santcristòfol de la UGT.
Protesta ante las patronales comarcales
Los sindicatos han convocado una manifestación para el próximo jueves 22 de marzo que saldrá de la sede del Centre Metal·lúrgic y acabará ante el Gremi de Fabricants. “Instamos a las patronales vallesanas a que respeten los acuerdos firmados con nosotros” dando la espalda a la reforma laboral. También piden a los ayuntamientos que suspendan todo acto convocado para el día 29.
De cara al día 29 de marzo, fecha de la huelga general, preparan medidas y avisan que habrán “piquetes masivos”. Aún así, aseguran que las protestas no acabarán ese día ni el 30 ya que “la batalla que jugamos será muy larga y muy ideológica”, dice Díaz.
Las organizacions sindicales aseguran sentirse confiadas del apoyo ciudadano y reivindican su legitimidad señalando que tienen tres millones de afiliados y más de 12 millones de votos en las elecciones sindicales, “más que el gobierno del PP”, señaló Santcristòfol.
¿Qué proponen los sindicatos?
Los principales sindicatos quieren obligar al gobierno central a sentarse en la mesa de negociación. Pero a escala general hacen cuatro propuestas para encarar la recesión económica:
1- Reforma fiscal: controlar el fraude fiscal, restablecer el impuesto de patrimonio y de sucesiones, gravar las transferencias especulativas a escala mundial, perseguir la economía sumergida y eliminar los paraíses fiscales.
2- Reforma financiera: que las instituciones elegidas por los ciudadanos puedan controlar los mercados financieros y bancarios. Poner a las entidades de crédito al servicio de la economía productiva.
3- Cambio de modelo productivo: apostar por la competitividad, la formación de los trabajadores, los salarios dignos y la ocupación de calidad. Dejar de competir en sueldos y despido fácil.
4- Políticas públicas: más inversión en los servicios públicos. Abandonar la política de recortes “indiscriminados” contra la sanidad o la educación.
