Titan Desert: afán de superación y amor a la BTT sobre un océano de arena

El calor seco y asfixiante, las altas temperaturas, las dunas y las tormentas de la arena del desierto de Marruecos. 700 kilómetros por recorrer en seis días consecutivos entre las caravanas de dromedarios y las sombras de las palmeras. Dormir por la noche bajo el cobijo de las haimas de piel de camello y pedalear sin parar durante el día para poder llegar al final de cada etapa. Agotamiento, sudor a chorros y una lucha feroz contra uno mismo.

Las grandes adversidades de un clima desconocido frente al amor a la bicicleta y el afán de superación. Todo esto está recogido bajo el nombre de Titan Desert, posiblemente la segunda competición de bicicleta de montaña más dura del planeta, justo después de la Ruta de los Conquistadores de Costa Rica, y por delante de la Crocodile Trophy, que se está disputando estos días en Australia.

Entre el próximo 27 de abril y el 2 de mayo tendrá lugar la novena edición de una carrera que empezó como algo esporádico pero que cada año ha ido aumentado su popularidad y su importancia hasta llegar a ser actualmente una prueba de deporte extremo conocida en todo el mundo, con seguimiento diario en los medios de comunicación y que tiene adeptos de edades muy variadas que comparten la pasión por el ciclismo de montaña.

El recorrido de este año empezará en Midelt y acabará en la localidad de Maadid. Se trata de una ruta muy larga que contiene cambios bruscos de clima. Del calor asfixiante del desierto de Marruecos, por donde se cruzan las antiguas pistas del Paris Dakar, se pasa al frío y la nieve de la cordillera montañosa Atlas, situada a 2000 metros de altura. Además, los participantes deberán cruzar, a pie y arrastrando las bicicletas, unos kilómetros del Desierto del Sáhara. Sin duda se trata de una prueba que asusta sólo de pensar en ella.

Are you ready?

El amor por el deporte de las dos ruedas y el afán de nuevos retos y aventuras ha llegado también a la ciudad de Sabadell. David Gallego (40 años), Abel Romero (43 años), Miquel Tarrés (46 años) y Jordi Vidal (37 años) son cuatro sabadellenses que participarán en esta edición de la Titan Desert, la más larga de la historia con casi 700 kilómetros de recorrido, distribuidos en seis etapas. Lo harán, junto con dos compañeros más de Barberà del Vallès (Carles Ventura, 45 años) y Barcelona (Javier Curiel, 42 años) con el patrocinador Are you ready?. Formarán dos equipos de tres bikers en cada uno de ellos. El equipo uno, estará compuesto por Curiel, Tarrés y Vidal y el equipo dos, por Romero, Gallego y Ventura. Según informan ellos mismos, el primer equipo está más preparado para lograr acabar la carrera, mientras que el segundo lo pasará algo peor.

No estamos preparados para poder competir con los atletas profesionales que van a Marruecos a ganar, porque todos trabajamos y no tenemos el tiempo que nos gustaría para dedicárselo a la bicicleta. Nuestro objetivo es poder acabar la carrera”, afirma David Gallego, el único que ya ha vivido la experiencia. Fue en 2008 y consiguió llegar a meta.

Miquel Tarrés cree que “el hecho de competir bajo el nombre de un equipo sí que supone algo más de presión, porque no sólo tienes que preocuparte de ti, sino también de que el equipo sume los máximos puntos posibles, y más habiendo sponsors de por medio”. “Lo que tengo claro es que hay que intentar hacer lo máximo de equipo posible, es decir, si un compañero está mal y los demás tenemos que bajar el ritmo lo haremos porque lo importante no es llegar primero sino que consigamos acabar todos”, explica Vidal.

Gallego, Romero, Tarrés y Vidal, participarán en la Titan Desert. Autor: David B.

En este sentido, el único experimentado del grupo que puede hablar con propiedad después de vivir y superar la dura prueba en 2008 aconseja a sus compañeros para que logren su objetivo de llegar a meta:

Lo más importante es saber dosificarse al máximo. No hagáis ningún esfuerzo inútil porque seguro que más adelante lo vais a necesitar. Hay que administrar las energías muchísimo porque tenéis que aguantar seis días seguidos pedaleando por el desierto. Si lo dais todo en las dos primeras etapas no acabaréis. Cuando haya alguna duna alta, bajaros de la bicicleta, subid andando y después dejaos caer por la pendiente hacia abajo” argumenta Gallego.

Are you ready? hará la presentación de sus dos equipos el próximo viernes 11 de abril a partir de las 22 horas en la discoteca Nyap Buff de la Zona Hermética de Sabadell.

Preparación

Cuando se habla de la segunda carrera de “mountain bike” más dura del mundo, se sobreentiende que los valientes que tengan las agallas de enfrentarse a ella deben tener unas capacidades físicas y mentales muy desarrolladas. Han sido muchos los que se han atrevido a combatir el calor del Desierto de Marruecos, pero no todos han conseguido cruzar la línea de meta.

Es una experiencia para aquellos dispuestos a hacer un sacrificio y encontrar una recompensa. Amantes de la bicicleta, amateurs y profesionales, en buen estado de forma se mezclan entre las dunas en busca de un reto que ponga a prueba su entrenamiento físico y su fuerza mental.

“Toda preparación es poca para afrontar una prueba de este tipo, porque cada día tienes que recorrer entre 8 y 10 horas sobre la bici y bajo un sol abrasador y un clima árido”, argumenta Gallego. Su compañero Abel Romero cree que “lo peor es la acumulación del cansancio […] estamos acostumbrados a salir dos días por semana, pero en este caso las tiradas son mucho más largas y seguidas y la climatología es muy adversa”. A Miquel Tarrés le preocupan las heridas que puedan dificultarle las etapas finales: “se suda mucho, son muchas horas sobre el asiento y hay que tener mucho cuidado con las llagas, porque la arena se filtra por todos lados y hay gente que llega a sangrar”, advierte.

Instantánea de la cabeza de la carrera

Preguntados por cómo reaccionaron sus familias al conocer su participación en la Titan Desert 2014 en apenas un mes, a los protagonistas se les ilumina la cara y empiezan a sonreír. Jordi Vidal explica que su familia en un primer momento le dijo que si lo veía claro lo hiciera, pero conforme se acerca la fecha cada vez les entran más dudas.

Mi mujer, ahora que ve que la cosa va en serio, me dice «lo tienes claro esto? Si quieres montar en bicicleta ahí delante tienes un parque (risas)”. Vidal, de 37 años, hace 7 meses que fue padre, y le da un poco de reparo dejar una semana a su mujer y su niño aquí para irse a Marruecos. “Sé que cuando llegue allí pensaré solo en la bici, pero ahora me cuesta pensar en que estaré una semana sin ellos. Me llevaré una foto de mi hijo a modo de amuleto para que me dé suerte”, explica el más joven del grupo.

Romero, en cambio, se plantea la experiencia como la posibilidad de cumplir un sueño y afirma que tiene el apoyo de su familia. Gallego, que ya lo ha vivido, explica sus sensaciones: “cuando estás allí eres sólo tú contra ti mismo y tu cabeza. No piensas ni en los padres, ni en los hijos ni en las parejas. Debes intentar dejar la mente en blanco y aislarte de todo lo demás y, sobre todo, no pensar en lo que te queda para acabar porque si lo haces no llegarás al final”.

Sensaciones y expectativas

“Lo primero que te llama la atención cuando pisas por primera vez suelo marroquí es el calor. Notas un calor asfixiante porque estamos acostumbrados a tener más oxígeno y allí no hay nada de humedad, es un calor muy seco”, explica Gallego ante la atenta mirada de sus compañeros, que ya se están imaginando en ruta sobre su bicicleta.

Si tuviera que definir la Titan Desert con pocas palabras diría: dolor, sacrificio y la mejor aventura del mundo sobre una BTT (Bicicleta Todo Terreno) […] En mi caso volveré a vivirla seis años después a modo de reto personal. Por un problema físico he decidido que ésta sea la última carrera de mi vida y quiero ver cumplido ese sueño pudiendo cruzar la línea de meta”, afirma David.

Preguntados por cuáles son sus expectativas, todos coinciden en lo mismo. “El mejor momento será cuando consiga llegar a la meta y haber acabado la carrera. No pienso en si será duro o largo, si habrá sufrimiento o dolor… sólo en llegar”, afirma Vidal. Se trata de un momento emocionante dadas las dificultades y adversidades que existen hasta llegar a él. Por ello es el instante más esperado por todos los que participan en esta dura prueba de resistencia. Los que han tenido la suerte de conseguirlo lo describen como uno de los momentos más especiales e inolvidables de sus vidas.

Tuve unas ganas de llorar de satisfacción impresionantes, porque el esfuerzo fue muy grande. Antes cuando veía a Pedrosa llorando en el podio después de haber ganado una carrera no lo entendía, pero cuando fui en 2008 y me quedaban 2 kilómetros para acabar la competición iba flotando de la felicidad sobre la bici”, describe Gallego con la mirada iluminada y una sonrisa en los labios.

Seguimiento mediático

Una competición de la dureza y espectacularidad de ésta no puede pasar desapercibida para los aficionados que no tienen la oportunidad de disfrutarla en vivo y en directo. Todos esos millones de espectadores amantes de los deportes extremos y del mundo de la bicicleta, incluidos los familiares de los participantes, deben poder seguir la carrera desde sus casas. Por ese motivo, el seguimiento mediático de la Titan Desert ha ido aumentando edición tras edición. En esta ocasión son muchos los medios de comunicación, nacionales e internacionales, que seguirán desde el primer al último día la prueba. Teledeporte (TVE), Esport3 (TV3) y Energy (Mediaset) como medios audiovisuales y La Vanguardia, El Periódico, Sport y Marca como medios escritos a nivel nacional. También otros medios internacionales como RTP Televisión (Portugal), RCN Televisión (Colombia) o Meridiano Televisión (Venezuela). Además, también se hará seguimiento en las Redes Sociales, especialmente Facebook y Twitter.

Vista aérea de la carrera

“Gracias al aumento de la difusión en los medios es más fácil conseguir patrocinadores, así como también que toda la población, los amantes del ciclismo y los que no, conozca esta carrera. El aumento de la importancia de esta competición en los últimos años va estrechamente ligado al aumento de la difusión en los medios”, explica Romero.

Organización y seguridad

A pesar de que pueda parecer una carrera peligrosa para sus participantes, la organización es excelente, lo que reduce notablemente el riesgo. El trabajo realizado antes y durante el desarrollo de la competición, bajo la supervisión del Director General Félix Dot, tiene en cuenta hasta el más mínimo detalle para asegurar la integridad y seguridad de todos los pilotos.

La organización está formada por 75 miembros españoles y 100 marroquíes. Además, se utilizarán más de 40 vehículos: 4 aviones para transportar 600 personas, 3 tráilers para transportar 500 bicicletas, 1 helicóptero de apoyo a la organización, 2 camiones de transporte de equipajes, 2 camiones 6×6 y 8×8 de material logístico, 1 camión de servicio a los participantes, 1 camión para cronometraje y 35 vehículos todo terreno para distintas funciones. Por otro lado está todo el material utilizado por el departamento de logística: 300 varillas de marcaje, 40 000 litros de agua, 10 000 metros de cinta de marcar, 8 kits de señalización, 30 emisoras, 50 walkies, megafonía y audiovisuales.

El riesgo de que pase algo siempre existe, pero se trata de una carrera con una organización muy buena que cuenta con muchos medios en caso de emergencia, entre ellos un helicóptero, por lo que el peligro existe pero está bien asistido. Además, en nuestro caso vamos en bicicleta y no tenemos la velocidad de los coches o motos del Paris Dakar, de modo que el peligro es mucho menor”, explica Romero.

Tarrés afirma no pensar en lo que puede pasar, y estar más preocupado por otras cosas. “Me preocupa más el tema físico, el hecho de aguantar hasta el final, que no lo que nos pueda pasar. La fuerza mental es lo que permite seguir cuando el cuerpo está agotado”, argumenta.

En los campamentos, donde los participantes descansarán entre las etapas, convivirán con los fisioterapeutas, los mecánicos y todos los miembros del equipo organizativo.

Hay haimas (tiendas) hechas con piel de camello y se duerme en un colchón fino con una manta. Sin embargo, en la etapa maratón cada piloto pedalea cargado con el saco de dormir, la ropa y todo el equipaje que crea necesario. Además, se duerme en la haima sobre la arena, sin colchón y sin poder ser ayudados por fisioterapeutas ni mecánicos. Es, sin duda, el peor trozo de toda la competición”, explica Gallego.

Más allá de tener las condiciones físicas necesarias para aguantar las duras condiciones climatológicas, es también muy importante saber orientarse en medio de un océano de arena. En la edición de este año se incorpora una etapa de la competición que no está marcada, por lo que cada participante deberá guiarse por su brújula y su GPS. “El miedo a perderse no existe siempre y cuando sepas usar correctamente el GPS. La organización te facilita las coordenadas del final de la etapa y tú tienes que saber orientarte. Si no sabes navegar, mejor que no vayas a la Titan Desert”, explica Gallego.

También es importante tener instinto, puesto que el GPS te marca una línea recta entre tu posición y tu destino, pero no reconoce los obstáculos que te puedas encontrar por el camino”, amplía Romero.

Faceta solidaria

Además de ser una competición de BTT, la Titan Desert tiene una faceta solidaria muy importante, dado que se disputa en un país muy poco desarrollado que tiene una calidad y un estilo de vida muy distinto al que estamos acostumbrados a ver. Muchos de los equipos participantes aprovechan el viaje para llevar objetos solidarios como bolígrafos y libretas a la población del norte de África. Es el caso de Are you ready?.

Tenemos un proyecto solidario llamado Barberà Solidaria a través del cual hacemos llegar material escolar a los poblados de Marruecos”, explica Tarrés. Por otro lado, gran parte del personal organizativo es marroquí, y en los descansos entre etapas los participantes deben convivir con los lugareños que habitan cerca de cada uno de los campamentos.

La convivencia con la población marroquí es fantástica, te acogen mucho y muy bien, sobre todo los bereberes, la gente de los poblados. Están acostumbrados a desplazarse por el desierto, de modo que cuando se encuentran a una persona la acogen y la cuidan porque en su cultura están acostumbrados a ayudarse entre ellos”, explica Gallego, que continúa diciendo “recomiendo a todo el mundo que lleve a sus hijos a África para que vean que la felicidad no tiene nada que ver con la cantidad de cosas que se tienen. A mi me impresionó muchísimo ver a toda esa gente sin perder la sonrisa a pesar de no tener ni un triste bolígrafo”, lamenta el sabadellense.

En este sentido, competiciones con la repercusión y la importancia mundial de la Titan Desert son de mucha ayuda para las pequeñas poblaciones que habitan el Desierto de Marruecos, no sólo por la gran cantidad de material solidario que les llega, sino también porque los da a conocer a nivel mundial y les permite enriquecerse con el pequeño comercio. “En el caso del Paris Dakar los lugareños hacen pequeño comercio vendiendo combustible, refrescos… El año pasado GAES regaló audífonos e hizo revisiones de oído gratuitas”, comenta Vidal. Esto demuestra el poder de influencia, reforma y mejora que tiene el deporte.

Sentados en un sofá de un céntrico bar de Sabadell con los refrescos en la mesa y la cabeza ya puesta en lo que les espera en apenas un mes, Miquel Tarrés, Abel Romero, Jordi Vidal y David Gallego intercambian sensaciones y opiniones entre risas y buen ambiente. Tres de ellos debutan en esta edición. Gallego repite, con la esperanza de volver a conseguir una gesta al alcance de muy pocos. Por delante les quedan seis días entre dunas, haimas, pedales, camellos y un calor abrasador.

Antes de irse, David les describe a sus compañeros y amigos un paisaje que se van a cansar de ver en unos días.

“Un clima seco y árido con oasis de palmeras y muchas dunas hasta la zona del Sáhara. Las caravanas de camellos y los desplazamientos con burros y ciclomotores de los autóctonos de los pequeños pueblos te acompañan durante todo el trayecto y hacen más ameno el cansancio de cada etapa. En el suelo, algún que otro escorpión se esfuerza en encontrar comida. Sobre la bici, 400 valientes luchan contra sí mismos para lograr cruzar la línea de meta”, concluye.

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