L’ESTAT DE LA CIUTAT
Todo el asunto del vídeocutre Compra en Sabadell se nos revela como un símbolo del bustimo y como una metáfora de la degradación de las prácticas que ha empleado hasta el presente.
El controvertido vÍdeo es una iniciativa personal del concejal de Comercio, Carles Bosch, cuyos únicos méritos para acceder al cargo radican en ser un palmero del ex alcalde Manuel Bustos. Un feo asunto donde aparecen implicados su hermano Jordi, responsable de colgarlo en Youtube y el hijo del portavoz del equipo gobierno, Ramon Burgués, responsable de la filmación. Todo ello un ejemplo más del nepotismo característico del bustismo como también se ha demostrado en el caso Mercurio, donde están imputados el hermano del exalcalde, su pareja y su tío carnal.
Carles Bosch es un socialista de “sólidas convicciones ideológicas” como demuestran sus afirmaciones en la celebrada rueda de prensa donde anunció que estaba preparando el vídeo promocional y también vino a asegurar que la crisis económica no existe y que en realidad se trata de un estado mental. Todo un consuelo para los millones de parados y los cientos de miles de familias desahuciadas que en vez de reclamar reformas sociales deberían acudir al psiquiatra o a un gurú.
Bosch ha logrado todo un récord. En menos de un año de mandato, con sus iniciativas erráticas, ha conseguido enfrentarse con todas las asociaciones de comerciantes. Compra en Sabadell ha sido la gota que ha desbordado el vaso, previamente ya había encendido los ánimos del comercio local con la primera edición de la Fira Outlet, objetivamente perjudicial para el comercio local cuyos establecimientos apenas participación en el evento, aunque sí el comercio Pa Natural, propiedad del polémico concejal.
El asunto del vídeo demuestra qué es lo pasa cuando en vez de situar a personas competentes en cargos políticos se colocan a incompetentes y palmeros.
El círculo de los engaños
Uno de los aspectos que más llama la atención a primera vista en el video radica en que supuestamente está dedicado al comercio local, pero en realidad no aparecen ni establecimientos comerciales de La Rambla, la avinguda de Matadepera o l’Eix Macià sino los iconos del bustismo como Fira Sabadell, la Pista Cubierta de Atletismo, el Teatro Principal o IKEA, lo cual ya apuntaba indirectamente a su autoría.
La pésima calidad del producto es el resultado de otras de las prácticas habituales del bustismo. En vez de encargar los proyectos a profesionales del sector, se les confía a los “coleguillas”, en una muestra del clientelismo característico del régimen. Así ocurrió, por ejemplo, con el nefasto monumento a la sardana en la plaça del alcalde Marcet.
La negativa del inefable regidor a asumir su responsabilidad y descargarla sobre un grupo de vecinos y comerciantes de los barrios del Norte constituyen no sólo una cobardía sino un insulto a la inteligencia. Especialmente cuando él mismo había anunciado públicamente desde hacía semanas que estaba preparando un video viral (o vírico a la vista del resultado) destinado a las redes sociales e inspirado en el cantante coreano para promocionar el comercio local.
Existen además correos electrónicos enviados desde el Ayuntamiento invitando a participar en el vídeo y llamadas telefónicas del regidor en el mismo sentido, según ha manifestado Josep Mª Porta, presidente de Comerç Centre. Es más, el propio Bosch, según apuntan diversas fuentes, aparece bailando en el minuto 3,35 del polémico vídeo (izquierda de la pantalla, con camiseta negra, gafas de sol y pantalones claros).
Cultura democrática
El escándalo también ha revelado el triste papel de la emisora municipal de radio donde no sólo se realizó el audio del producto, sino que, sin la menor concesión a la crítica o al periodismo de calidad, se ha sostenido sin asomo de pudor la versión oficial. Así en una información de la periodista Núria García se puede leer “Carles Bosch ha tornat a sortir al pas de les crítiques que ha generat el vídeo ‘Compra en Sabadell’, impulsat per un grup de comerciants de Ca n’Oriac” y, por supuesto, no se recoge la versión de las asociaciones de comerciantes. Todo un ejemplo de la pluralidad que rige en la casa.
En países con mayor cultura democrática que el nuestro, como Gran Bretaña o Alemania, cuando un político es pillado mintiendo no le queda otro remedio que dimitir. Pero aquí la mentira inicial se tapa con otras mentiras sin que pase nada.
El asunto del cutrevídeo también ha mostrado la escasa talla política y ética del alcalde de pega Juan Carlos Sánchez, que se ha sumado al círculo de los engaños avalando la insostenible versión de su concejal, cuando a tenor del daño creado a la imagen de la ciudad y al comercio local hubiera debido apartarlo de sus funciones como regidor de comercio. Algo que no debería extrañarnos, pues los funcionarios, cargos electos y de confianza imputados por graves delitos en el ejercicio de sus funciones continúan cobrando del erario público.
Signos de descomposición
Llegados a este punto nos topamos ante otro de los males del régimen bustista: el caciquismo, que comporta la sumisión de la sociedad civil a los dictados del poder político. Así, las asociaciones de comerciantes aunque han apuntado a la responsabilidad del Ayuntamiento y han denunciado la nefasta gestión del regidor de comercio, no han extraído la lógica conclusión de exigir su dimisión, acaso por temor a represalias.
Tampoco lo han hecho los grupos políticos, excepto Esquerra Unida i Alternativa (EUiA). Convergència i Unió (CiU) ha reclamado la reprobación del concejal y el resto de las formaciones han exigido explicaciones sobre el asunto al alcalde. Ahora bien, eso no es nada comparado con el increíble comunicado del PP, donde elude pronunciarse sobre la autoría del vídeo y lo atribuye, siguiendo la versión oficial, a “un grupo de ciudadanos que han querido enfrentarse con buen humor a la crisis”. Asimismo lo consideran un éxito, apoyándose el elevado número de visitas, siguiendo el principio que “hablen bien o mal de mí pero que hablen”, lo cual parece ser una de las lecciones que han extraído por el caso Bárcenas o por el incalificable comportamiento de Alicia Sánchez-Camacho en el oscuro asunto de Método 3. En cualquier caso, da la impresión que el PP de Sabadell se apresta para volver a ofrecerse como el socio preferente del PSC, como en los tiempos de Jordi Soriano.
Nuestra ciudad no sólo atraviesa una profunda recesión económica, sino una grave crisis moral que lamentablemente no tiene visos de revertir. Al no producirse la necesaria regeneración democrática que exigía el estallido del caso Mercurio nos adentramos en un proceso de descomposición de la administración local, cuya legitimidad política y ética se sitúa bajo mínimos históricos.
6 Comments