Un año del caso Mercurio en 15 claves

El 27 de noviembre de 2012 unos 300 Mossos d’Esquadra dieron el pistoletazo de salida al caso Mercurio, la investigación que pone a Sabadell en el mapa de la corrupción catalana y española. Un año después muchas son aún las preguntas sin resolver. Pero algo está claro: Mercurio ha llegado para quedarse.

Un día frío que luego trascendió en lluvioso y con mucho viento por la tarde, se llevó de un plumazo la reputación del anunciado como Ayuntamiento más transparente de España. 48 horas después de las elecciones catalanas, empezó la Operación Mercurio. La investigación, que se gestó de forma sigilosa a primera hora de la mañana del 27 de noviembre, ha marcado este año de la vida política local. Mientras la instrucción judicial va avanzando a marchas forzadas, algunas cosas han cambiado.

1. ¿En qué consistió la Operación Mercurio?

El 27 de noviembre de 2012 poco antes de las 10 de la mañana 300 Mossos d’Esquadra entraron en el ayuntamiento de Sabadell, otras dependencias municipales, varias empresas y unos 15 domicilios particulares encabezados por el Fiscal Anticorrupción, Fernando Bermejo. Daba sus primeros pasos públicos el caso Mercurio. Anticorrupción aseguraba que el ayuntamiento de Sabadell se había convertido en el epicentro de una trama corrupta, en la que estaban implicados cargos públicos tanto del PSC como del PP y empresarios.

La Fiscalía hablaba de pago de comisiones y otros delitos contra la administración pública. En las primeras horas, se detuvo a una docena de personas, la más conocida, el exportavoz en Sabadell del PP, Jordi Soriano.

2. ¿Cómo empezó el caso Mercurio?

El inicio de la investigación proviene de Nicolás Giner, antiguo trabajador municipal y guardaespaldas esporádico de Jordi Soriano, que contacta el año 2010 con la portavoz de ICV-EUiA en Sabadell, Carme García. Asegura que durante meses ha cobrado comisiones en nombre de Jordi Soriano. Dinero que provenía de empresarios de la ciudad y la comarca a cambio de lograr contratos de obras públicas que él entregaba a Soriano y Soriano a otros cargos políticos del gobierno local. Giner asegura ante García que está dispuesto a declarar ante los tribunales, como así hace posteriormente.

Entre medias, y con documentación relativa al caso, la sede de ICV en Sabadell, situada en la Creu Alta, sufre un robo, que la portavoz pone en conocimiento de los Mossos. Es invierno del año 2010. Hasta noviembre de 2012, los tribunales van interviniendo las comunicaciones de varias personas, entre ellos, el alcalde de Sabadell, Manuel Bustos.

3. Las implicaciones de cargos públicos

Pese a que Mercurio aparece en la opinión pública sobre todo como un caso de cobro de comisiones a cambio de obras públicas, el único cargo público imputado por soborno es Jordi Soriano. Manuel Bustos y los otros concejales están imputados por varios delitos contra la administración pública (malversación, tráfico de influencias, omisión del deber de perseguir el delito, o delitos contra la ordenación del territorio). Bustos, también presidente de la Federació de Municipis de Catalunya, está imputado en una decena de las 31 piezas del caso. El caso afecta también a la alcaldesa de Montcada i Reixac, María Elena Pérez (PSC) y al diputado socialista y antiguo secretario de Organización del PSC, Daniel Fernández. Bustos niega desde el primer momento haber sido sobornado y basa su táctica en la opinión pública en este hecho, sin estar imputado por ello.

4. Un tercio del gobierno local imputado

El caso Mercurio implica a casi un tercio del gobierno local. De los 13 concejales, hay cuatro imputados (Manuel Bustos, Paco Bustos, Joan Manau y Ricard Estrada). Además, hay otros tres cargos de confianza imputados: el número 2 de Vía Pública, Xavi Izquierdo, el número 2 de Urbanismo, Manuel Somoza, y la jefa de Alcaldía y pareja del alcalde, Montse Costa. El jefe de la Policía Municipal, José Miguel Duran, también está implicado, y más adelante se conoce que también una arquitecta, Elena Galera.

5. La vertiente empresarial

La División de Investigación Criminal de los Mossos d’Esquadra y Fiscalía dibujan dos grupos de empresarios en torno a la red: uno liderado por Jordi Soriano, que cobraría comisiones a cambio de acceder a obras públicas menores. Otro, liderado por Melquíades Garrido, dedicado a recalificaciones y obras de mayor enjundia. El presidente del Gremi de Constructors aparece como una pieza clave del caso. Lenguaraz e indiscreto, está imputado por varios delitos (falsificar facturas, apropiación indebida o simular un robo para estafar a una aseguradora) pero no se logra establecer hasta el momento ninguna relación de Garrido con el cobro de comisiones (que se investiga en la pieza principal y salpica primordialmente a Jordi Soriano).

Las posteriores revelaciones del caso muestran como Garrido se mueve con facilidad en el consistorio, donde a menudo tramita peticiones con funcionarios y cargos públicos, a veces rayando la ilegalidad. Y actúa como un factótum municipal ante inversores foráneos y empresas de la demarcación.

6. La crisis política

La gran cantidad de cargos públicos imputados (o lo que es lo mismo, personas sobre las que hay indicios de criminalidad) provoca una crisis política en la ciudad. La oposición pide que se tomen responsabilidades políticas mientras que el gobierno local se escuda de forma recurrente en la presunción de inocencia. Bustos deja la alcaldía de forma temporadal durante dos meses y Juan Carlos Sánchez es designado alcalde accidental. La oposición aprueba mociones pidiendo medidas pero el gobierno las incumple asegurando que “ni queremos ni podemos” cumplirlas, en palabras de Sánchez.

La tensión aumenta, los presupuestos municipales son tumbados, la mayoría política en las empresas municipales es cambiada y la crisis política sólo parece tener un final: una moción de censura con un gobierno de gestión incierta entre CiU, PP, Entesa, ICV y EUiA.

7. El fantasma de la moción de censura

La oposición municipal, formada por cinco grupos, y con diferencias internas en algunos como se vio luego con el PP, empieza a estudiar las opciones de derrocar al gobierno socialista mediante una moción de censura. Hay varios ritmos: Entesa y EUiA se suman a la opción rápidamente. No tanto el PP e ICV, que ven más contratiempos que beneficios. Finalmente, sin embargo, se deciden a ello y lo hacen público. CiU, llamada a liderar el gobierno pentapartito, sopesa sumarse a la moción de censura ante el inmovilismo del PSC, pero finalmente los socialistas mueven ficha.

8. La dimisión a medias de Manuel Bustos

Manuel Bustos deja sus funciones como alcalde una semana después de estallar el caso Mercurio. Pero las recupera oficialmente en febrero. Una semana después, ante las revelaciones del sumario y las presiones de su partido, acaba dimitiendo de la alcaldía. No deja sin embargo de ser concejal, lo que le permite seguir siendo diputado en la Diputació de Barcelona, de la que es adjunto a la vicepresidencia. Según cálculos de la Entesa per Sabadell, Bustos cobra ahora unos 100.000 euros anuales, entre la Diputació y el Ayuntamiento.

El nuevo alcalde forma un gobierno con 10 concejales y aparta de funciones a los tres imputados, que siguen como concejales sin atribución. Desde que son concejales sin funciones, Manuel Bustos, Paco Bustos y Joan Manau han cobrado de las arcas municipales unos 1.400 euros brutos mensuales por persona. En total: unos 40.000 euros entre los tres desde marzo. Bustos le suma el sueldo como adjunto a la vicepresidencia de la Diputació.

9. Sánchez gana tiempo

Juan Carlos Sánchez, número 2 del bustismo y concejal desde 1999, toma posesión del cargo de alcalde en marzo. Lo hace con más votos nulos que favorables, y después de un periodo como alcalde accidental muy discutido, pero consigue ganar tiempo. Su estilo, más pactista y dialogante que el de su predecesor, consigue tirar adelante los presupuestos con CiU y la crisis política se relaja.

Sánchez quiere centrar el discurso en la lucha contra la crisis: vivienda, ocupación y alejarlo de Mercurio. El conflicto entre gobierno y oposición pierde tensión, con Manuel Bustos y el resto de concejales imputados (a excepción de Ricard Estrada, que dejó el cargo en febrero) mirándose los plenos desde la segunda fila, sin funciones ni atribuciones.

10. ¿Y el PSC?

El Partit dels Socialistes de Catalunya renueva su estructura interna entre la discreción en Navidad. Lo hace dando mayor peso a aquellos jóvenes dirigentes ascendidos por Manuel Bustos. Cristian Sánchez es el nuevo primer secretario y Anna Carrasco, secretaria de Organización. Después, los dos entran en el consistorio como concejales, sustituyendo al dimisionario Estrada y después de la marcha de Montserrat Capdevila.

Manuel Bustos cumple el código ético de su partido y en el momento en que es imputado deja los cargos del partido. Tarda algo más Joan Manau, primer secretario local, que lo deja también en Navidad. Pero un año después del estallido del caso Mercurio, el primer secretario de la Federació Vallès Sud del PSC, Paco Bustos, sigue en su cargo mientras está imputado por tráfico de influencias y malversación. Ningún dirigente socialista, de Sabadell o fuera, muestra su oposición en público.

Por su parte, en Barcelona, el primer secretario, Pere Navarro, se acoge a la presunción de inocencia de todos los imputados pero presenta un código según el cual los cargos públicos procesados deberán dejar sus responsabilidades.

11. La pieza Montcada

La pieza Montcada puede poner en la tesitura a Pere Navarro de aplicar en breve el código que propone. La instrucción del caso Mercurio avanza con lentitud en Sabadell. El juez González (que cogió el caso ya a medias y dejó el puesto sin poder finalizar la instrucción) divide el caso en 31 piezas antes de pedir el traslado a otro juzgado. Una de las piezas se deriva a Barcelona, ya que afecta al aforado Dani Fernández.

Se investiga el tráfico de influencias para colocar en un cargo del ayuntamiento de Montcada a un antigua alto cargo del gobierno tripartito, esposa del jefe de Servicios Jurídicos de Sabadell. Están imputados por ello los hermanos Bustos, el diputado Dani Fernández y la alcaldesa de Montcada (también por falsedad documental). En una rueda de prensa posterior, Pérez viene a insinuar presiones de Bustos y Fernández y pide al partido que tome medidas. Sin embargo en sede judicial asegura que nadie la presionó. La instrucción de la pieza Montcada se agiliza.

12. La posición municipal

Por su parte, el ayuntamiento de Sabadell, puesto en la picota y en el epicentro de la presunta trama corrupta, ante una situación excepcional opta por no tomar medidas excepcionales. Al contrario que otros consistorios en casos de corrupción, en Sabadell no se opta por la acusación particular para aclarar los posibles delitos e irregularidades. El Ayuntamiento fía la investigación a la Fiscalía. El gobierno local no investiga las presuntas irregularidades ni comportamientos indebidos de algunos de sus trabajadores. Sánchez y el equipo socialista repiten el mantra de la presunción de inocencia.

Algunos trabajadores se movilizan de forma sensible, así como algunos ciudadanos, que se concentran ante el consistorio durante las primeras semanas. Pese a que el pleno aprueba una comisión para investigar los contratos realizados por el consistorio, después de algunas reuniones se disuelve como un azucarillo sin resultados palpables.

13. La acusación popular

A los pocos días de estallar el caso Mercurio, se forma la Plataforma Sabadell Lliure de Corrupció. Inicialmente creada en base a un manifiesto que pide la dimisión de los cargos imputados y el cese de los eventuales en la misma situación, después evoluciona hacia la convocatoria de actos de protesta.

Finalmente, la Plataforma sirve de nexo para articular la acusación popular junto a la Associació Llliure Advocats de Catalunya. La acusación popular se presenta en julio de 2013, solicita la personación en septiembre y a finales de noviembre se ha personado en la pieza Montcada pero está a la espera de noticias del Juzgado de Instrucción de Sabadell.

14. El sumario de Mercurio

A mediados de septiembre de 2013 la jueza de instrucción de Sabadell levanta el secreto de sumario pero hasta finales de octubre no empieza a llegar a las partes… y la opinión pública empieza a conocer el sumario de Mercurio. Las investigaciones, basadas en conversaciones telefónicas, muestran un estilo de gobernar de Manuel Bustos personalista, casi caciquil, con ataques al que no piensa como él. Las conversaciones revelan un sinfín de gestiones y ponen luz a las imputaciones que debe encarar el político.

Los Mossos, sin embargo, le pincharon el teléfono en 2010 buscando el cobro de comisiones. A tenor de lo conocido, no las encuentran. Se topan con el conocido ‘Estil Bustos’.

15. ¿Y la ciudadanía?

Manchado el consistorio (y por extensión la ciudad) con el anatema de la corrupción, la ciudadanía desconfía de los políticos. Más en el contexto de crisis y escándalos de presunta corrupción.

El presunto caso de corrupción que acabó con la alcaldía de Manuel Bustos llega para quedarse. Y Mercurio se une a Pretoria, Pokemon o Campeón; Manuel Bustos, Jordi Soriano o Melquíades Garrido a Carlos Fabra, Francisco Camps, Bartomeu Muñoz o Félix Millet y Sabadell a Santa Coloma de Gramanet o Castellón en el listado de municipios bajo sospecha. Los tribunales dirán pero la mancha se extiende.

Para muestra dos ejemplos: en primavera un grupo de escolares se dirigen al Ayuntamiento y se cruzan con el exalcalde, que sale de la Casa Gran. Le dirigen palabras poco agraciadas. El segundo: en noviembre los iaioflautas ocupan el pleno municipal. Manuel Bustos sale de la sala segundos antes de la irrupción de los activistas en medio de gritos de ‘chorizo’, entre otros.

Sin embargo, la desmovilización ciudadana es evidente. La concentración contra la corrupción más exitosa en este año no llegó a medio millar de personas y el caso que ha puesto a Sabadell en el mapa de la corrupción en Catalunya y España no ha tenido gran contestación popular.

Fotos portada de izquierda a derecha y de arriba a abajo: Mossos d’Esquadra entrando en el Ayuntamiento el 27/11/12; el alcalde de Sabadell presentando su renuncia al cargo, el 14/02/13; manifestación contra la corrupción ante los Juzgados el 2/12/12; Jordi Soriano, uno de los principales imputados, a la salida del Juzgado el 1/12/12; una caja con documentos del caso, en el Ayutamiento, el 27/12. Fotos: David B.

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