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Bustos quería “hundir” la carrera política de Carles Rossinyol

EL SUMARI DE MERCURI

Entre las investigaciones que los Mossos d’Esquadra llevaron a cabo contra decenas de personas, que acabaron en la llamada Operación Mercurio, encontraron que el alcalde de Sabadell, Manuel Bustos (PSC), maniobró para acabar con la carrera política del portavoz de CiU en Sabadell. Bustos aseguró a sus colaboradores que quería “hundirlo”. También hizo lo mismo con un empresario de la noche sabadellense, a quien reconocía hacer inspecciones en sus locales por haber participado en la “guerra sucia” contra el alcalde.

Según la ficha de imputación de Manuel Bustos, a la que iSabadell ha tenido acceso, los investigadores abrieron pieza para analizar las posibles estrategias del alcalde contra el representante de la oposición local Carles Rossinyol (CiU), que es portavoz municipal desde el año 2007.

En un determinado momento, la jefa de Alcaldía y pareja de Bustos, Montserrat Costa, hace saber al alcalde que el portavoz Rossinyol estaría distribuyendo una serie de fondos provenientes de la Diputació de Barcelona a diversas entidades de Sabadell. Rossinyol es desde el año 2011 presidente del área de Hacienda del ente provincial. Costa asegura que las acciones de Rossinyol son irregulares y habla de una subvención de 30.000 euros a la entidad Rialles y de 2.000 a la asociación de vecinos de Sant Julià.

En ese momento, dando por buena la información, Bustos asegura que hay que dejar que el convergente siga haciendo gastos de forma irregular para después eliminarlo de la política local.

Hemos de esperar, hemos de dejar que siga haciéndolo”, dice Bustos. “Al final pediremos la dimisión allí [en referencia a la Diputación] y responsabilidades aquí [en referencia al ayuntamiento de Sabadell”, asegura.

Más adelante, Costa informa a Bustos que Rossinyol se ha comprometido con el Club Falcons y también, cree, con la entidad Ethos. Y también que en negociaciones por una moción para hacer un aparcamiento en el Vapor Cusidó (Creu Alta) Rossinyol ha asegurado al concejal del gobierno Ayuso (PSC) que la Diputación puede pagar los trabajos.

Posteriormente, Bustos señala al secretario general de la Federació de Municipis: “Ahora vamos a machacar a Rossinyol hasta hundirlo”. Bustos explica sus sospechas al ecosocialista Santi Cayuela (concejal en Cerdanyola de ICV-EUiA y diputado provincial) y asegura que “no descartamos pedir su dimisión… tiene tres cosas que son de escándalo y él sabrá”.

Después expuso sus quejas con el vicepresidente quinto de la Diputació, Antoni Fogué (PSC), y trató que dirigir las quejas a la gestión de Rossinyol en la Diputació. Fogué y Bustos convinieron que quizás durante los gobiernos socialistas en la Diputació se habían concedido subvenciones de forma irregular y finalmente Fogué persuadió a Bustos para que se limitase a atacar a Rossinyol en Sabadell, como así hicieron los socialistas (más información: ‘Ofensiva socialista contra el portaveu de CiU, Carles Rossinyol‘). En el pleno extraordinario del 11 de mayo de 2012 Bustos usó su última intervención para atacar al portavoz convergente acusándolo de “no haber digerido los resultados de las elecciones” y de “tener muchas ocurrencias algunas de las cuales no vale la pena ni comentar” pero añadió que “hacía daño al mundo local”.

Durante los primeros días del mes de junio de 2012, los investigadores policiales señalan que “son numerosas las llamadas interceptadas [a Bustos] que discernían sobre el mismo tema de forma redundante”. El alcalde quería “ir a saco”, en palabras textuales.

También habla del tema con la alcaldesa de Sant Cugat (CiU), Mercè Conesa. Se queja que el presidente de la Diputació, Salvador Esteve (CiU) no le hizo caso cuando le planteó que Rossinyol utilizaba fondos de forma ilícita. Bustos dice a Conesa que el portavoz convergente ha dado subvenciones “bajo mano”. Más adelante, Montse Costa explica a Bustos que Rossinyol ha asistido a la entrega de unos premios en calidad de diputado provincial. Bustos exclama:

A ver si cuando le explote en los morros todo lo que ha hecho y que sospechamos y que tenemos las pruebas… a ver si los Mossos d’Esquadra tiene la diligencia profesional que siempre han demostrado. Yo espero que sí. No creo que porque sea de Convergència lo vayan a tapar otra vez. Porque se están tapando demasiado esta gente”.

Bustos anuncia que llevará el caso a la Fiscalía Anticorrupción. Pero no lo hace. Y los Mossos consideran que Bustos tenía el conocimiento de posibles actuaciones irregulares en subvenciones sin llevar a cabo acciones formales de denuncia más allá de las “estrategias políticas adoptadas”.

CiU asegura que el propio Bustos aprobó las subvenciones

Fuentes de CiU en la Diputació aseguraron a iSabadell que el propio Bustos, como diputado provincial, aprobó las cinco subvenciones otorgadas a entidades de Sabadell durante el año pasado. Aseguran que las subvenciones otorgadas por Rossinyol estaban aprobadas por el pleno de la Diputació con el voto a favor del PSC. Algunos lo fueron al principio del año dentro del presupuesto y otras como una modificación de crédito.

Bustos y González Cano: “voy a por tí”

Los Mossos d’Esquadra también investigaron a Manuel Bustos por su relación con el empresario Francisco González Cano, en su momento presidente del Centre d’Esports Sabadell (2002-2004) y propietario de una asesoría y algunas discotecas de la Zona Hermética.

Bustos se mostraba opuesto a “los Cano” [en referencia a la familia] porque sospechaba que habían pagado una campaña política vinculada a ICV y a Carme García y también unas investigaciones que mostraban los vínculos entre el presidente del Gremi de Constructors, Melquíades Garrido (tío de Bustos), y el consistorio. Según las investigaciones, el alcalde denunció a González Cano ante la Policía Nacional y reconoció ante Garrido que tenía a González Cano en su pensamiento: “que sepan que cuando uno juega, juega…no hay persecución, es que voy a por tí”, señaló Bustos en conversación con su tío. Bustos reconoce que usa “cada fin de semana” la Policía Municipal para inspeccionar las discotecas de González Cano.

Cada fin de semana sus discotecas tienen inspección por parte de la Policía Municipal y están saliendo denuncias de 6.000, 8.000, 3.000 euros…”, decía Bustos. Su tío, Melquíades Garrido añadía que “es un sistema velado por descumplir con la autoridad” y que se trataba de “machacar, machacar, machacar y punto”.

De hecho, González Cano había denunciado en dos ocasiones a Manuel Bustos y al concejal de Seguretat Ciutadana, Joan Manau, por “acoso” a sus discotecas. En concreto, en julio de 2011 y abril de 2012, según se manifiesta en las investigaciones.

Sospechas sin imputación

Pese a las acusaciones contra Rossinyol y González Cano, Manuel Bustos no está imputado por estos hechos, que los Mossos consideran “hechos sospechosos de ser irregulares que podrían ser ilícitos penales”. El que fue alcalde de Sabadell durante casi 14 años está imputado en 9 de las 31 piezas del caso Mercurio por tráfico de influencias, malversación de fondos públicos y omisión del deber de perseguir el delito.

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Foto portada: el portavoz de CiU en Sabadell, Carles Rossinyol. Autor: J.d.A.

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