Las delicadas relaciones de Manuel Bustos con la inmigración

EL SUMARIO DE MERCURIO

Las grabaciones intervenidas y las investigaciones de los Mossos d’Esquadra revelan presuntas prácticas clientelares y caciquiles del ex alcalde, así como sus contradictorias relaciones con el mundo de la inmigración. El presunto trato de favor a Ligia Castelo, el cierre del bar musical Tu sabor latino o su inquietud por la instalación de una mezquita cerca del domicilio de sus padres son una buena muestra de ello.

La captación del voto latinoamericano ha sido un centro de interés del PSC a nivel catalán a través de la entidad Fedelatina, apadrinada por Josep Mª Sala y en Sabadell por Manuel Bustos mediante la Asociación Latinoamericana de Sabadell (ALS) presidida por la ecuatoriana Ligia Castelo Picó.

A principios del 2009, Castelo protagonizó una agria polémica que saltó a los medios de comunicación locales cuando el ayuntamiento de Sabadell intentó adjudicarles el local del Servei Ciutadà d’Acollida a l’Immigrant (SCAI) en la calle Sant Pere. El rechazo de diversas entidades de inmigrantes y del resto de grupos de la oposición, excepto el PP de Jordi Soriano, frustraron ese intento de clientelismo político. De hecho, Ligia Castelo figuró como quinta suplente en la candidatura del PSC al Parlament de Catalunya del 2012.

“Un tema delicado”

Manuel Bustos telefonea a Adolfo Moreno, conocido como Depardieu por su gran parecido con el actor francés, para ordenarle que renueve a Castelo el convenio del año anterior.

Te acuerdas el convenio aquel que firmamos para que pudieran contratar a Alicia Castelo en Sabadell, en la entidad ésta…renuévalo hasta final de año, de entrada”.

Moreno le explica que no podía ser. La renovación dependía del gerente de la Diputació de Barcelona, que había sido cesado desde que CiU tomó el relevo del PSC en la presidencia de dicha institución (año 2011). Además -le recuerda Moreno- en su día costó Dios y ayuda que aprobasen el convenio.

Es muy delicado, ya me entiendes. Aquello nos costó mucho a esa gente. Un programa que hicimos, al final tuvimos que inventar, pero, bueno. Y a nosotros nos ha costado un huevo aquello, ¿eh? Casi 25.000 euros, que no es una broma. Pero es que además, te digo, el tío está afuera. Yo no sé ahora quién es el que manda allí, pero lo que sí que sé es que, es que es porque han entrado los otros… Claro y eso ni por teléfono lo podemos hablar, ni nada”.

A raíz de esta conversación, la Unidad de Investigación de los Mossos comprueba que Castelo había trabajado para la Fundación Privada de Ayuda al Refugiado (ACSAR) de mayo de 2011 a febrero de 2012, cuyo contrato no se renovó -como aseguraba Moreno- cuando se produjo el cambio de gobierno en la Diputació.

Además, Castelo había trabajado para diversas empresas vinculadas con el PSC o la administración local: Smatsa (de junio a septiembre del 2008), Fedelatina (de febrero a marzo del 2009), Serveis Generals per Municipis SA (de abril a julio de 2010).

Manuel Bustos y Adolfo Moreno están imputados en la pieza número 25 del caso Mercurio por malversación de fondos públicos al contratar a Castelo a través de una subvención a la Fundació Privada Acsar por parte de la Federació de Municipis de Catalunya.

Tu Sabor Latino

La otra cara de las relaciones de Manuel Bustos con la comunidad latina puede apreciarse en el asunto del cierre del bar musical Tu sabor latino (en la calle Cerdanya de Ca n’Oriac) y frecuentado por miembros de la numerosa comunidad latina en el barrio.

La investigación parte de una llamada del alcalde a José Miguel Duran, intendente en jefe de la Policía Municipal, donde Bustos le comunica que ha recibido más quejas de los vecinos por los ruidos y los continuos incidentes que se producen en este establecimiento. De la conversación se desprende que no era la primera vez que hablaban del tema, pues se mencionan levantamientos de actas y denuncias que no habían logrado el cierre del local.

Estoy hasta los cojones de que siempre tengamos… es que hay un expediente, es que resulta que no sé qué, es que resulta que no sé cuántos (…) es que cambiaron de nombre” –explota el alcalde que ordena al intendente el cierre inmediato del bar- “Este fin de semana esta gente no abre. Ustedes no van a abrir”.

Duran le manifiesta que se interesaría personalmente por el asunto. Días después el alcalde llama a Marcel Galofré, jefe de los Serveis Jurídics del consistorio (y esposo de Carme Llumà implicada en la pieza donde están imputados el diputado Daniel Fernández y los hermanos Bustos), quien le informa que ni por parte de la Policía Municipal ni del Departament de Salut se había encontrado nada que permitiese incoar un expediente. Bustos insiste y le sugiere que utilice la normativa de comercio por alteración del orden público. A lo que Galofré responde: “No se li ha trobat res, ni per incoar-li un expedient sancionador (…) No tenen per on enganxar-lo”.

A raíz de estas conversaciones, se establece un dispositivo de vigilancia, en diferentes días y franjas horarias. Los Mossos encuentran que el bar estaba cerrado y con la persiana metálica bajada, sin ningún anuncio de cierre por vacaciones u otra causa. Meses después, un incidente en otro bar de Sabadell de la zona norte, donde una persona resultó asesinada, trae a la memoria del alcalde este asunto: “¿el bar que yo quería cerrar, ¿cómo se llamaba, te acuerdas?”. Su compañera Montse Costa que le confirma que se trata de Tu sabor latino.

La mezquita y las grúas

La investigación arranca de una conversación entre Manuel Somoza, arquitecto y coordinador de Urbanismo del ajuntament de Sabadell y Manuel Bustos, quien le manifiesta su inquietud por la posible instalación de una mezquita cerca del domicilio de sus padres.

Sí, Manel [Somoza] –dice Bustos- mira, [calle] Sabonería 62, están haciendo obras de un local, al lao de mis padres y quieren… ¿Qué van a hacer? Están haciendo obras de mejora del local. Es un local muy grande y como siempre van detrás de la sospecha de que vayan a hacer una mezquita. Pues están con eso. Mira a ver qué tipo de actividad van a hacer. Gracias, te espero, ¿eh?”.

Somoza se pone en contacto con Xavier Izquierdo, coordinador d’Espai Públic –ambos imputados en el caso- quien le informa: “L’alcalde, la seva mare viu al costat, vale? I estan preocupats i estan preocupats perquè veuen obres i estan obsessionats amb el tema del centre de culte de les mesquites, que no estén haciendo una mezquita, que no sé qué…

Bustos vuelve a insistir ante Somoza en el tema. Ahora ya no se trata de la mezquita, sino del almacén de maquinaria de una empresa de grúas. “Es que están metiendo grúas y camiones y mi madre está histérica”. El alcalde le conmina a que esté encima del tema y compruebe la licencia de actividades del local.

Posteriormente, Somoza le informa que la empresa disponía de una licencia provisional, por dos meses y que si se queda pediría la definitiva. El coordinador de Urbanismo le propone al alcalde que el Ayuntamiento exiga a la empresa una serie de documentación para verificar si la actividad era legalizable, darle unos días para que presentase la documentación y si no lo hacía precintar el local.

Bustos le responde: “Déjame que lo piense. Te digo algo, vale. Porque ahora estoy… yo creo que lo mejor… eso de dos meses me parece una chorrada. Decir, oye, mira, no”. Somoza le pide una decisión pues el plazo del permiso provisional expira en dos días “¿lo pueden legalizar o no lo pueden legalizar?”  y le explica que aquí está el quid de la cuestión: o lo legalizan o lo cierran. “Exacto, sí –responde Bustos- pero procura que no lo puedan legalizar por razones de vecindad, lo que sea, ¿vale?”. De acuerdo. Venga, te digo algo”, responde el arquitecto.

Los agentes policiales, para comprobar si finalmente la licencia era otorgada, vigilaron durante unos días el local. No observaron ningún movimiento, vieron la persiana metálica echada y el cartel de “se alquila”.

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Foto portada: Ligia Castelo, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Sabadell, junto al resto de candidatas socialistas de Sabadell en las elecciones autonómicas de 2011. Foto: PSC Sabadell.

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