Las personas que cultivan aproximadamente unos 30 huertos situados cerca del aeropuerto de Sabadell y de la autovía C-58 llevan varios días soliviantados. El Ayuntamiento les comunicó el pasado 31 de enero que deben desalojar los terrenos a partir del próximo 29 de febrero, pues está previsto arrasar la zona para construir una rotonda, que enlazará con la C-58 y que distribuirá el tráfico de acceso de Sabadell y al polígono industrial colindante.
Algunos de los usuarios de los huertos comenzaron a cultivar la tierra en los años 70, cuando la zona pertenecía al Aeropuerto de Sabadell, pues nunca se ha utilizado para la actividad aeronáutica. Entonces negociaron con el militar que dirigía el aeropuerto que les dejase cultivar la tierra. Incluso se les expidió un documento para confirmar el permiso de uso de los terrenos. Ahora, esos papeles no tienen ninguna validez, informa José Fernández.
La rotonda que se construirá correrá a cargo de la empresa promotora de Sabadell Parc Empresarial, el nuevo polígono industrial que se está construyendo en la actualidad en el área de Sant Pau de Riu-sec. En esta zona la multinacional Ikea construye un centro comercial, mientras que la empresa Leroy Merlin edifica otro centro comercial.
Adiós con la siembra a medias
Los hortelanos están enojados, porque la noticia les ha llegado cuando acaban de preparar los huertos para la cosecha de este año. Alegan que han invertido dinero en abonos y un esfuerzo que corren el peligro de no poder rentabilizar, pues el Ayuntamiento les ha comunicado que no se les indemnizará. Por este motivo, reclaman que al menos se les deje cultivar la tierra hasta el final del próximo verano.
Sin embargo, algunos ya han empezado a recoger sus pertenencias. Es el caso de un vecino de Santa Coloma de Gramanet, que empezó a venir a Sabadell cuando perdió el huerto que tenía en la zona de Can Zam de Santa Coloma, hoy convertida en un gran parque urbano. Su hijo comenta que ayuda a su padre y que viene con la familia los fines de semana, pues se encuentran a gusto en el huerto. Otro hortelano muestra su huerto, en el que había construido una cabaña en la que criaba conejos y gallinas, que estos días ha comenzado a llevarse.
Un factor que alegra los huertos son los numerosos árboles frutales que además de frutos aportan zonas de sombra. El futuro de los árboles no está claro. Algunas personas comentan que el Ayuntamiento debería arrancarlos y llevarlos al vivero municipal.
El ayuntamiento: es una “ocupación ilegal” y “se tienen que ir”
Para el teniente de alcalde de Urbanisme y Espai Públic, Joan Manau, se trata de “una ocupación ilegal, una explotación no reglada”. Los hortelanos llevan entre 20 y 30 años en los terrenos, que han pasado de unas manos a otras. “No hay títulos de propiedad. Han hecho uso de huerto mientras nadie necesitaba los espacios. Ahora los necesitamos porque tenemos que hacer los viales para mejorar la movilidad del sud de la ciudad y se tienen que ir”, comenta Manau.
El consistorio mantiene reuniones con los usuarios de los huertos, informa Bárbara Padilla. “Miraremos el calendario de obras y sabremos cuanto lo tienen que dejar. La fecha límite para abandonar los terrenos es el próximo 29 de febrero, pero tendrán un margen de tiempo para recoger lo que han plantado”, dice el teniente de alcalde.
La intención municipal es recolocarlos en los huertos que se han habilitado alrededor del Ripoll. “Les facilitaremos espacios para hacer esta actividad”, concluye Manau.
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