La jueza deniega a Catalunya Caixa el desalojo express del bloque ocupado en Campoamor.
Los partidos de izquierda pactan manifiestos, y la protesta gana simpatías en la calle.
El colectivo ciudadano que más se está moviendo en la ciudad contra las consecuencias de la actual situación económica es la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Llevan algo más de un año funcionando y a la vez que crecen los casos de posibles desahucios, lo hacen también las complicidades. En este sentido, ésta ha sido una buena semana para la PAH de Sabadell.
Nacieron algo antes que el 15M en la ciudad, de forma discreta, pero a la que el problema de los impagos en las viviendas ha ido creciendo lo han hecho ellos también. Las asambleas de los miércoles son cada vez más numerosas mientras que a nivel político y judicial se empiezan a tomar medidas. Por otro lado, su batalla va ganando adeptos también en la calle. Sin ir más lejos, este viernes la Plataforma de Afectados por la Hipoteca pronunció el pregón de la fiesta mayor del barrio de Torreguitart.
La jueza deniega el desalojo express del piso ocupado
Este jueves la jueza que instruía el caso desestimó la petición de Catalunya Caixa para un desalojo express del bloque la que PAH ocupó en Campoamor hace unas semanas. Ocuparon un bloque vacío desde su construcción de tres viviendas en Campoamor y la entidad bancaria nacionalizada solicitaba el desalojo. La jueza de instrucción frenó los deseos de la entidad y la conminó a pactar un alquiler social con las personas que ocupan los inmuebles.
En la actualidad, residen dos familias. Primero entró una familia de origen guineano con dos hijos que tuvieron problemas para pagar su alquiler y se quedaron en la calle. Los hijos fueron acogidos durante días en casa de miembros de la PAH. Y desde la semana pasada un antiguo propietario de un bar que tuvo que cerrar y ha perdido su vivienda de Ca n’Oriac. A nivel judicial, el paso de la jueza es una victoria para la PAH, que ve legitimada su ocupación.
Con la decisión judicial, el proceso de desalojo seguirá su trámite ordinario. La PAH espera negociar ahora un alquiler social para las familias que residen de momento en el bloque.
Pasos políticos
Pero, por otro lado, a nivel político las cuatro formaciones de izquierda han pactado una petición, cosa poco habitual en el actual panorama político sabadellense. PSC, Entesa, Iniciativa y Esquerra Unida han dejado al margen las diferencias solicitando a la jueza que denegara la pretensión de Catalunya Caixa.
El consistorio sigue negociando con las entidades bancarias presentes en la ciudad su propuesta de convenio que se basa en cuatro puntos. En primer lugar, que se paren los desahucios de viviendas habituales por razones de impago debidos a la crisis. En segundo lugar, que se reconozca la dación en pago. En tercer lugar, que como norma general se articulen alquileres sociales en el mismo piso para quienes pierdan la propiedad. Finalmente, que la banca aporte pisos al ayuntamiento para destinarlos a situaciones de emergencia.
Siguen las movilizaciones
Mientras tanto, los voluntarios y afectados que forman la Plataforma continúan sus protestas. Esta semana se han concentrado en los Juzgados el lunes en apoyo de los seis detenidos en la huelga general. También el jueves, para presionar sobre el piso ocupado de Campoamor. Algún miembro de la PAH estuvo en Rubí la semana pasada ayudando en una acción. La última movilización hasta ahora, este viernes, ha sido una acción ante el Banco Santander Central Hispano de la Rambla, en la que participaron medio centenar de personas.
“Solo quiero empezar de cero otra vez”
En esta ocasión, lo hacían ante la negativa del SCH de negociar con Vicente y Conchi, su esposa. Antes de la crisis, en 2007, tenían un negocio y un pequeño piso, que se les quedó pequeño. Decidieron comprar otra vivienda vendiendo la pequeña pero, según cuentan aconsejados por el banco, no vendieron el piso pequeño porque “decían que el tocho nunca baja”, señala Vicente.
Nos pareció que nos aconsejaban bien pero aguantamos un año. Como el año fue muy duro, al cabo de un tiempo pusimos en venta el piso pequeño pero ya había estallado la burbuja y no hubo manera. Está en Can Rull y todavía tiene el cartel de en venta colgado”, dice Conchi.
Con la llegada de la crisis, se quedaron atrapados con las dos hipotecas. Tienen un pequeño comercio en la Creu Alta que se quedó casi sin género. A día de hoy aspiran a lograr zanjar las deudas entregando las llaves, la llamada dación en pago.
Que se queden las dos viviendas. Ya nos buscaremos la vida con un alquiler o lo que sea. Sólo quiero empezar otra vez de cero”, dice Vicente en la puerta del piso ocupado de Campoamor.
El banco ofreció al matrimonio la dación en pago, pero quedando por pagar varios miles de euros y un aval bancario, cosa que no aceptaron. Ahora, el matrimonio está más que implicado en la Plataforma y está la mayoría de días en la puerta del banco recogiendo firmas para la Iniciativa Legislativa Popular que pide la dación en pago.
