Unas 200 personas se reunieron este sábado en la Granja del Pas para celebrar la ruptura del ayuno (iftar) del Ramadán con una cena popular, abierta a la ciudadanía.
El acto ha sido organizado por el Ayuntamiento de Sabadell con la colaboración de las dos comunidades musulmanas del sur de Sabadell, Paz y Comunicación y Al Huda (Recto camino). El encuentro ha contado con la presencia de representantes de l’Associació Diàleg Interreligiós y otras entidades de la ciudad.
Tras la oración de los creyentes, se sirvió la cena en unas mesas dispuestas al aire libre que consistió en la sopa harira y dulces típicos de la gastronomía marroquí. Acabada la colación, tomó la palabra el presidente de la comunidad musulmana Paz y Comunicación, Mohamed Chali, quien manifestó su satisfacción por celebrar por primera vez en Sabadell este iftar popular, abierto a toda la ciudadanía.
El concejal Lluís Perarnau informó que el acto se inscribe en el programa de puertas abiertas de los doce centros de culto de la ciudad y calificó este iftar popular como un “espacio de relación, conocimiento y respeto”. Asimismo destacó que Sabadell se caracteriza por la “diversidad de culturas, lugares de procedencia y lenguas”. Reiteró el compromiso del Ayuntamiento por mantener los “criterios de equidad, respeto y no discriminación”, así como “atender las inquietudes” de la comunidad musulmana.
El triple significado del Ramadán
Finalmente, tomó la palabra el imán quien, tras el recitado de unos versículos de El Corán, dio la bienvenida al público y expresó sus votos para que este primer iftar popular se repita cada año del mismo modo que los musulmanes celebran cada años el Ramadán y que sirva como un factor de integración del pueblo de Sabadell.
Acto seguido disertó sobre el significado del Ramadán que fue ordenado por Dios. En primer lugar, es un acto de piedad. En segundo lugar, resulta la expresión de la solidaridad con los pobres que no tienen nada para comer, para sentir lo que sienten ellos y para recordar a la “humanidad arrogante” que Dios que todo lo da, también lo puede quitar todo. En tercer lugar, consideró que el Ramadán es una buena práctica para asegurar el “mantenimiento de la salud”, pues la alimentación permanente daña al estómago, “hogar de la enfermedad”. El Ramadán sirve para que este órgano descanse durante un mes de manera que se “renueva nuestro cuerpo”.
