ARTÍCULO DE OPINIÓN
Cuca Santos, portavoz del PP Sabadell
Los graves incidentes vividos recientemente en Les Termes y La Creu de Barberà no son un hecho aislado, sino el síntoma de un problema más profundo: la falta de respuesta eficaz ante la delincuencia multirreincidente, especialmente en el caso de personas extranjeras con antecedentes penales.
Durante días, vecinos hartos de la inseguridad han protagonizado enfrentamientos con un grupo de okupas —en su mayoría de origen magrebí— señalados por robos, amenazas y agresiones. El resultado: heridos por arma blanca, tensión en las calles y una fractura evidente en la convivencia.
Este clima no es fruto del racismo ni del odio, sino del abandono. Porque cuando la ley no protege, los vecinos sienten que deben protegerse solos. Y eso nunca debería ocurrir en un Estado de derecho.
Las leyes están, pero no se aplican
El artículo 57 de la Ley de Extranjería es claro: se puede proceder a la expulsión de personas extranjeras que cometan delitos graves o reincidan de forma reiterada. Pero, ¿por qué no se actúa con firmeza? ¿Por qué, si existen antecedentes y denuncias, no se agilizan los procedimientos de expulsión?
No aplicar la ley es una forma de injusticia. Una injusticia que castiga al vecino honrado, que pone en riesgo a nuestros mayores, a nuestros hijos y a los barrios humildes que más padecen esta dejadez.
Endurecer el Código Penal es también urgente
El caso de Sabadell ilustra otra carencia: nuestro Código Penal apenas contempla consecuencias reales para quienes reinciden una y otra vez. Robar, ser detenido, y quedar en libertad pocas horas después se ha convertido en la norma. No podemos seguir así. Necesitamos un marco legal que entienda que quien delinque de forma sistemática, atenta contra la convivencia, y debe enfrentarse a penas más duras.
Sabadell merece vivir en paz
La seguridad no es un lujo ni un capricho. Es la base de cualquier convivencia. Lo sucedido en nuestros barrios no puede repetirse. El Ayuntamiento, el Gobierno y el poder judicial tienen la responsabilidad de aplicar las leyes existentes y proponer reformas valientes que frenen esta espiral.
Sabadell es una ciudad acogedora, pero no puede ser una ciudad desprotegida. La integración pasa por el respeto a las normas. Y la seguridad, por la firmeza del Estado ante quien las incumple.
Se debe dejar claro a los ciudadanos: hacer la ley es inútil si no se ejecuta. En Sabadell, la ausencia de una acción rápida y efectiva ha llevado a los vecinos a actuar por instinto de supervivencia. La tardanza en desalojos, expulsiones y condenas envía un mensaje demoledor: la ley no les protege.
Lo sucedido en Sabadell no es un caso aislado: es la explosión de la frustración cuando el Estado falla en su misión básica —garantizar la seguridad.
Solo así recuperaremos la convivencia, la legalidad y la confianza: la inmigración se integra, y de no ser así, se expulsa y el crimen se penaliza. Y, así, nadie vuelve a empuñar un palo o un cuchillo en las calles de Sabadell sin consecuencias.
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Foto de portada: Cuca Santos, al ple municipal. Autor: D. Jiménez.
