ARTÍCULO DE OPINIÓN
Manuel Navas, presidente de la Federació d’Associacions Veïnals de Sabadell
Salvo hecatombe, todo indica que la residencia pública del sur, largamente reivindicada por la Plataforma -integrada por las cuatro asociaciones vecinales federadas del Distrito 6, la FAVSabadell y la Coordinadora de Jubilados del sur-, inicia por fin su camino hacia lo que todos esperamos sea su construcción definitiva. Tras décadas de vicisitudes diversas, el lunes 21 de julio será una fecha que quedará marcada en los anales de nuestra historia local: comienza la edificación de la primera residencia pública de Sabadell.
En primer lugar, es fundamental destacar la voluntad y el compromiso de quienes creyeron en la necesidad de contar con este equipamiento y decididamente apostaron por ese objetivo, luchando incansablemente por su materialización. En especial, es de justicia recordar y rendir homenaje a aquellos que no llegaron a ver el fruto de esa lucha, como los entrañables compañeros González, Granero, Adriá, Cuevas, entre otros. Esta conquista social también sirve para reivindicar su papel esencial en esta batalla, pues sin su empeño y dedicación, el camino habría sido aún más arduo y respecto a los cuales reivindicamos una placa de reconocimiento en la residencia.
Por otro lado, es fundamental poner en valor la lucha vecinal. Sabemos que, por diversos motivos, las administraciones suelen ser reacias a atender las justas reivindicaciones que desde la ciudadanía se realizan. Sin embargo, también sabemos que cada avance en las condiciones de vida y cada nuevo equipamiento en nuestros barrios ha sido posible, en buena parte, gracias a esa lucha vecinal. La historia nos enseña que con pasividad nunca se ha conseguido mejorar la realidad de los barrios; al contrario, solo con la implicación activa de la ciudadanía se han logrado conquistas necesarias. La residencia que ahora comienza a construirse es un claro ejemplo de ello.
Tras su construcción y puesta en marcha efectiva, entrarán en juego otros elementos, como la participación social en la gestión del equipamiento, la dotación de los recursos económicos, técnicos y humanos necesarios para garantizar el cumplimiento digno de su función, así como la definición del nombre que llevará el centro y, descartando cualquier modelo de gestión privada, establecer el modelo de gestión pública de la residencia.
Pero no dejemos que el árbol nos impida ver el bosque. Sin ánimo de empañar la magnífica realidad de contar con la anhelada residencia pública, recordar dos cuestiones: primera, que no renunciamos a la construcción de la residencia pendiente en la avenida Estrasburgo; y segunda que es necesario impulsar un cambio de modelo en la atención a las personas mayores, abandonado el enfoque centrado en las residencias por un modelo integral que incluya, además de residencias, centros de día, viviendas asistidas, servicios de apoyo domiciliario, salud mental, atención hospitalaria, entre otros, con una gestión centralizada. Solo desde una perspectiva integral será posible dar respuesta a las actuales y diversas necesidades de quienes requieren apoyo y cuidados.
Y para ello es fundamental analizar a situación de las más de 40.000 personas mayores del municipio, considerando factores económicos, sociales, culturales, familiares y psicológicos, así como la previsión de un aumento en esta población debido al incremento de la esperanza de vida, factores que son esenciales para disponer de un diagnóstico preciso que sirva de base a la hora de planificar las actuaciones correspondientes partiendo de la situación actual, las deficiencias y las necesidades. Una tarea que por lógica debe liderar el Consell de Gent Gran de Sabadell junto con las entidades sociales y que debe llevarse a cabo sin dilaciones.
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Foto de portada: un moment de la manifestació de 2021 per la residència. Autor: David B.
