Foto portada: la parroquia de Ca n'Oriac, importante enclave en la fundación de CC.OO a nivel local.

‘Historia de Sabadell’. La fundación de CC.OO (1966)

Aquí trazamos un esbozo sobre el origen de las Comisiones Obreras en la ciudad. El hecho significó un punto de inflexión en la reconstrucción del movimiento obrero local, destruido tras la derrota de la Guerra Civil.

Los orígenes de Comisiones Obreras (CC.OO) se remontan a los comités de base para organizar las huelgas en la minería asturiana a finales de la década de 1950 que fueron expandiéndose por toda España. En principio, como señala el historiador británico Sebastian Balfour, se trató de “formas espontáneas de organización colectiva” frente los jurados de empresa del sindicato vertical que no representaban los intereses de los trabajadores. En Barcelona, dichos comités empezaron a constituirse entre finales de los 50 y principios de los 60, sobre todo en las grandes empresas metalúrgicas.

Asamblea de Barcelona de CC.OO, celebrada en la iglesia de Sant Medir, el 11 de julio de 1976.
Asamblea de Barcelona de CC.OO, celebrada en la iglesia de Sant Medir, el 11 de julio de 1976.

En otoño de 1964 se hizo, en Madrid, el primer intento de constituir una organización estable. En Barcelona, CC.OO se constituyeron el 20 de noviembre de 1964 en la iglesia de Sant Medir del barrio de Sants, donde acudieron unos 200 representantes de empresas mayoritariamente metalúrgicas, pero también del textil, construcción, química y artes gráficas. Esto marcó un acontecimiento histórico pues se fundaba la primera organización sindical democrática donde confluían todos los sectores de la oposición democrática, desde los socialistas del Moviment Socialista de Catalunya (MSC), los comunistas del PSUC y los cristianos progresistas de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) y la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), cuyo referente político era el Front Obrer de Catalunya (FOC).

En Sabadell, CC.OO no se fundó hasta 1966, aunque el ambiente estaba caldeado a raíz de la exitosa campaña, organizada por la JOC y el FOC, de boicot a los autobuses en protesta por su mal servicio, que tuvo lugar el 2 de mayo de 1964, que provocó la detención de 17 dirigentes de la JOC, algunos de los cuales sufrieron terribles palizas a manos de la policía franquista y levantó las protestas de algunos sacerdotes de la ciudad ante el arzobispo de Barcelona.

Según la minuciosa reconstrucción de este periodo a cargo de Xavier Domènech, la fundación de CC.OO en Sabadell se realizó en el contexto de las elecciones sindicales que se celebraron desde el 17 de septiembre de 1966 al 12 de enero de 1967. La fundación del sindicato fue facilitada por la formación, a inicios de la década, por unos núcleos de militancia del PSUC, FOC, JOC, HOAC y Força Socialista Federal (FSF) con experiencia en los conflictos laborales.

La asamblea de la fuente de Can Rull

La fundación de CC.OO tuvo lugar el 23 de octubre de 1966 en la fuente de Can Rull. Anteriormente, el 16 de octubre, tuvo lugar un encuentro fallido en el Campo de Aviación, aprovechando la celebración de la vuelta aérea a Catalunya. Según el testimonio de Ginés Fernández, militante del PSUC y futuro concejal de Deportes en el primer gobierno de Antoni Farrés, ese día estaba previsto constituir el sindicato, pero no pudo ser debido tanto la confusión creada por la gran afluencia de público al Campo de Aviación como el hecho que había fallado la mayoría de contactos. Así pues, los asistentes  decidieron reunirse en un bar y convocar la reunión para el domingo siguiente. Ginés Fernández evoca que del PSUC de Barcelona vinieron Ángel Rozas, Fernando Serrano y Pedro Giménez. Por el FOC Tomás Chicharro.

Allí tomamos la determinación que teníamos que hablar con los prochinos, los de la JOC y alguno más de los que habían fallado, para reorganizar aquello y hacer una reunión ya pública, para que las CC.OO salieran a la calle. En el sindicato hablé con Juan Sánchez, que le llamaban el Juan Mentiras, tomé contacto con el Álvaro García, que trabajaba en ASEA/CES, y la parte católica. E hicimos la primera reunión en la fuente de Can Rull”.

En Can Rull asistieron, según Ginés Fernández, unas 400 personas. Acudieron jóvenes y militantes de edad madura, comunistas y anarquistas, cristianos y laicos, así como representantes del metal, textil, química y la construcción. No obstante, los metalúrgicos de ODAG, Unitat Hermètica (UH), ASEA/CES y Roca aportaron el contingente más numeroso. Entre los asistentes se hallaban militantes comunistas como Francisco Morales, Ramón Fernández, Ginés Fernández o Jerónimo Vázquez, jóvenes obreros como José Lara Aranda y de la burguesía local como Antoni Farrés. También acudieron militantes de las organizaciones católicas progresistas como su hermana Carmen, Álvaro García Trabanca, Pedro Ojeda, Ángel Rey o Juan González Merino. Allí se tomó la determinación de presentarse a las elecciones sindicales de septiembre de 1966.

Tras la asamblea de Can Rull, se celebró una reunión en casa de la asistencia social del barrio de Espronceda Antonia Romagosa, donde se constituyó la Coordinadora de las Comisiones Obreras de Sabadell formada por Álvaro García Trabanca de ASEA/CES y militante de USO, Antoni Farrés que entonces trabajaba en  UH, Juan Merino por Fundiciones Suñer, Carmen Vázquez por la HOAC, Ginés Fernández enlace de Artos Baciana, Manuel Tanco Torrada, enlace de SA de Lanería, así como Jerónimo Vázquez, Pedro Ojeda, Juan Lara o Juan Vera. La composición política de esta Coordinadora era muy diversa pues estaban representados desde personas próximas al sindicato vertical como Juan Mentiras, de USO, PSUC, HOAC y JOC.

En la larga entrevista de Domènech a Farrés, éste evoca lo sucedido después de la asamblea de Can Rull:

Comença a créixer molt el moviment. A partir d’aquí comença a haver-hi reunions setmanals, que finalment s’acaben fent de manera regular en un annex de l’església de Ca n’Oriac. A l’inici de les assemblees amb un parell de centenars de persones els diumenges al matí. Ho fèiem al saló d’actes. Allà començà a quallar el moviment de Comissions Obreres. Al final el saló d’actes estava ple sinó que hi havia gent dreta, calculo que hi havia entre 300 i 350 persones. Començava a ser una cosa seriosa”.

Según Andreu Castells, las CC.OO se ramificaron en Comisiones Obreras de Bosque, dominadas por el PSUC, Comisiones Obreras de Barrio, controladas por los maoístas del PCE m-l, Comisiones Obreras de Empresa, por la USO, y Comisiones Obreras Juveniles, formadas por seguidores del Che Guevara.

Las elecciones sindicales

Las elecciones sindicales de 1966 fueron una operación de imagen del régimen franquista con el objetivo de lograr ciertas credenciales democráticas en el extranjero e impulsadas por sectores del Movimiento Nacional que buscaban combatir la creciente influencia del Opus Dei. El régimen desplegó una gran campaña publicitaria con espacios radiofónicos y la edición de 80.000 carteles y 280.000 reglamentos electorales. Cuando empezó esta campaña CC.OO no existía en Sabadell. Según Domènech fue precisamente la intención de participar en estos comicios y practicar el entrismo en el sindicato del régimen lo que aceleró los movimientos para fundar el sindicato a iniciativa del PSUC y los católicos progresistas de la JOC y la HOAC.

Informes de la Guardia Civil sobre las reuniones realizadas en los Salesianos a finales de 1966.
Informes de la Guardia Civil sobre las reuniones realizadas en los Salesianos a finales de 1966.

Balfour indica que la campaña de Comisiones en Sabadell fue llevada clandestinamente. Ésta se centró en las fábricas del metal, pues el textil estaba controlado por antiguos cuadros de la CNT que José Maria Marcet había cooptado en la llamada operación Cuadros rojos para la CNS. Las CC.OO de Sabadell presentaron un programa similar a los de sus compañeros en Barcelona y emprendieron una vigorosa campaña con panfletos en todas las factorías de la ciudad, organizando reuniones semanales clandestinas y contactando con veteranos militantes anarquistas, socialistas, católicos progresistas y no afiliados.

El resultado de esta operación fue todo un éxito y se sobrepasaron todas las expectativas. Los representantes de la oposición democrática vencieron prácticamente en todos los sitios donde se presentaron: Ginés Fernández en Artos Baciana, Pedro Ojeda y Juan González Merino en Roca, Francisco Morales en José Riba de la construcción, pero también en la UH, ASE/CES, ODAG, etc… La participación fue muy alta, del 85 por ciento del censo electoral y sólo un 15 por ciento de los antiguos enlaces sindicales resultaron elegidos. En el metal los candidatos oficialistas fueron literalmente barridos y la victoria de la oposición fue más discreta fue en el textil donde el aparato del sindicato vertical franquista conservó su  influencia.

Las dos primeras asambleas tras la reunión fundacional se celebraron en la iglesia de Ca n’Oriac, la primera de las cuales reunió a un millar de personas. Esto hizo sonar las alarmas de las autoridades franquistas que, a través, del Gobernador Civil presionaron al obispado, que prohibió la segunda asamblea. A pesar de ello, la firme actitud del párroco mosén Esquirol permitió que pudiera celebrarse este segundo encuentro.

La represión franquista

Sin embargo, a partir de entonces no se realizaron más reuniones en la iglesia de Ca n’Oriac, sino que la iglesia local les cedió el local de la parroquia de Can Rull para hacer la escuela sindical y el colegio de los Salesianos para las asambleas. La primera reunión en los Salesianos fue todo un éxito, a la que incluso asistieron jerarcas de la Falange y, cómo no, agentes de la policía secreta. Se presentó una plataforma reivindicativa donde se reclamaba el derecho de huelga, una seguridad social eficaz, ropa de trabajo y un salario de 350 pesetas diarias. Paralelamente se consideró, como objetivo prioritario, además de la mejora de las condiciones laborales, boicotear el referéndum franquista celebrado el 14 de diciembre de 1966 de la denominada Ley de Sucesión para designar como sustituto de Franco como jefe del Estado a Juan Carlos de Borbón.

La segunda asamblea estaba prevista para el 26 de diciembre, día de Sant Esteve; pero las autoridades franquistas no estaban dispuestas a permitirlo. Ginés Fernández evoca:

En esta asamblea tuvimos la osadía de decir: ’Y nos reunimos aquí en la próxima’. Antes nunca lo habíamos hecho, no decíamos el sitio. En aquella sí que lo hicimos. El hecho de saber que nos estaban siguiendo y ver la cantidad de gente que aglutinábamos nos hizo cometer la imprudencia de pensar que esto era irreversible, que este camino ya no se hacía atrás. La policía decidió entonces cortarlo antes que la represión tuviera que ir contra demasiada gente”.

Según Balfour “no fue una coincidencia que eligieran Sabadell como primer objetivo” de la ofensiva represiva que se extendió contra CC.OO por toda Catalunya. El temible torturador de la brigada-político social Antonio Juan Creix fue el encargado de dirigir la represión. Según el testimonio de Antoni Farrés, la vigilia de Navidad:

Ens cridà a un parell el rector dels Salesians, demanant-nos que no féssim la reunió prevista perquè havia avisat la policia que intervindria, ja que s’havia de tallar el moviment de les CC.OO, aquí, a Sabadell”.

Por su parte, Ginés Fernández recuerda que la Coordinadora se reunió en la casa del rector de Can Rull para preparar la asamblea. Allí se presentó don Juan, el rector de los Salesianos, para advertirle que “lo había llamado Creix de Barcelona diciéndole que si se hacía la asamblea se lo llevarían a él y a nosotros. Él vino con la idea y la esperanza de que nos iba disuadir de hacerlo, nosotros le dijimos que no, la asamblea se hace (…) vamos a dar la cara”.

Por la mañana de Sant Esteve la policía realizó un despliegue impresionante dirigido personalmente por Creix que rodeó a las 1.500 personas que acudieron a la cita.  Continuando con el testimonio de Ginés Fernández:

Domingo Cañas y yo mandamos a la gente para la piscina municipal. La policía tenía acordonada toda la gente (…) nos cogieron entre dos fuegos y en el barranco nos cogieron a todos. El Jerónimo y yo dijimos que íbamos a negociar, pero cuando empezamos a andar empezaron a tirar pelotas de goma (…) Antes de eso habían cogido al Toni. Aquella tarde nos fuimos al despacho de Montserrat Avilés a Barcelona (…) Nos dijeron que esa noche nos iban a coger a todos y, efectivamente, así fue”.

El día de Sant Esteve se detuvo primero a los miembros de CC.OO de Barcelona conocidos por las fuerzas policiales y posteriormente a los nueve miembros de la Coordinadora de Sabadell. Según el informe de la Guardia Civil, citado por Castells, se procedió a la detención inmediata de “Ángel Abad Silvestre, Juan Millán Martínez, Ángel Rojo Serrano, Ignacio Tomás Urbina Domínguez, Pedro Hernández Jiménez, Tomás Chicharro Manero, Jerónimo Caballero Ferrer y Antonio Farrés Sabater, todos vecinos de Sabadell, excepto el último que es natural y vecino de Sabadell (…) además de una mujer de la que se desconoce su nombre y dirección, los cuales por dicho personal de Policía han sido trasladados a la Jefatura Superior de Policía de esta capital”.  La madrugada del 28 de diciembre fueron detenidos Domingo Cañas, Juan González Merino, Juan Vera, Ginés Fernández, Ángel Rozas, Ramón Fernández Giménez y J. Lara. Como medida de protesta el rector de los Salesianos presentó la dimisión y se fue de la ciudad.

En marzo de 1967 fueron detenidos 35 militantes más. El juicio por los detenidos en Sant Esteve se celebró el 9 de mayo de 1968 en el Tribunal de Orden Público (TOP) de Madrid donde Tomás Chicharro, Ángel Rozas Serrano, Juan González Merino, Ginés Fernández Pérez, Manuel Tanco Torrado, José Lara Aranda, Juan Vera Gómez y Ramón Fernández Giménez declararon, valiente y un tanto ingenuamente, ser miembros de CC.OO que había sido declarada ilegal en 1967. A partir de entonces los encausados por pertenecer al sindicato no volverían a reconocer su pertenecía a una organización ilegal que para los franquistas era un “instrumento tendente a dirigir la lucha política y revolucionaria contra el poder constituido”. En principio la petición de pena para cada uno de ellos no excedía los seis meses de prisión. Finalmente, Chicharro y Rozas fueron condenados a cuatro años, dos meses y un día. Ginés Fernández y Juan Gómez a dos años. Y el resto a seis meses y un día de prisión; excepto José Lara a quien por ser menor de edad se le impuso una multa de 10.000 pesetas.

Según Domènech estas detenciones marcan la etapa inicial de la formación de CC.OO en Sabadell, al menos en cuanto a su capacidad de organizar reuniones públicas, pues éstas dejaron de ser públicas y se hicieron en secreto en el bosque o en alguna iglesia, pero no en cuanto a su capacidad en el campo de la conflictividad laboral.

Bibliografia

BALFOUR, Sebastian. La dictadura, los trabajadores y la ciudad. El movimiento obrero en el Área Metropolitana de Barcelona (1939-1988). Edicions Alfons El Magnànim, València, 1994.
CASTELLS, Andreu. Sabadell, informe de l’oposició. El franquisme i l’oposició sabadellenca 1939-1976. Edicions Riutort, Sabadell, 1983.
DOMÈNECH SAMPERE, Xavier. Quan el carrer va deixar de ser seu. Moviment obrer, societat civil i canvi polític. Sabadell (1966-1976), Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 2002.
DOMÈNECH, Xavier i SERRANO, Jordi. Antoni Farrés. Quan els obrers van assaltar l’Ajuntament. Angle Editorial, Barcelona, 2015.
FERNÁNDEZ PÉREZ Ginés. La senda de mi destino, Sabadell, 2007.
MOLES BENET, Joan. Records d’un sabadellenc compromès. Agrupació de Veïns de Gràcia, Sabadell, 2011.

La sección ‘Historia de Sabadell’ volverá a iSabadell a partir del domingo 4 de septiembre, después del receso del mes de agosto.

Foto portada: la parroquia de Ca n’Oriac, importante enclave en la fundación de CC.OO a nivel local.

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