Pedro Sánchez i Mahmud Abbas. Autor: Pool Moncloa.

‘No es suficiente, Pedro’, por Josep Asensio

“El reconocimiento del Estado palestino no es suficiente si no va seguido de medidas de presión eficaces para forzar a Israel a detener los ataques contra civiles en Gaza y a negociar una paz justa que implique el fin de la ocupación de los territorios palestinos y la garantía de derechos para todos los habitantes”

Olga Rodríguez, periodista

En primer lugar, gracias, muchas gracias, Pedro, por dar este paso, porque nuestro país se sume a la gran mayoría de los que reconocen al estado palestino. Vamos tarde y sufrimos toda clase de insultos por parte de una extrema derecha y una derecha extrema incapaz de mostrar un ápice de humanismo, incapaz también de apoyar resoluciones de sus socios en otros países. Un despropósito que los deja donde están, que los señala como monstruos, así de claro.

No obstante, no deja de ser una declaración meramente simbólica, importante, sin duda, porque mete presión a otros países europeos que miran hacia otro lado en este genocidio ignominioso por parte de Israel, que ya ha causado casi cuarenta mil muertos. Y esos asesinatos de niños y niñas, de mujeres, de personal sanitario, de periodistas y de civiles en general van a continuar a pesar de ese paso que has dado. Porque esto no es nuevo, Pedro; empezó en 1948 cuando Israel expulsó a cientos de miles de palestinos de sus tierras, matando también a otros miles. Setenta y seis años después, el plan de limpieza étnica por parte del estado de Israel ha continuado sin parar, obviando absolutamente todas las resoluciones de la ONU, plantándose ante la comunidad internacional y con la connivencia y el apoyo de EE.UU., Francia, Alemania y Japón. Es más, tu gobierno va a seguir suministrando armas a Israel a pesar de tu declaración. ¿Existe mayor incongruencia?

Apostar por la existencia de dos estados es de justicia, pero, ¿qué hacemos cuando uno de los dos se niega totalmente a reconocer al otro? ¿Qué hacemos cuando uno de ellos, Israel, ha ocupado ya centenares de hectáreas en Cisjordania donde viven más de 700.000 colonos? ¿Qué hacemos con ese muro de 700 kilómetros que ha sido aprovechado para anexionarse, para robar, campos, pozos, territorio, de manera vil y humillante?

¿Acaso podemos ser insensibles a esa destrucción de hospitales, el último, la semana pasada en Rafah, donde médicos, personal sanitario y civiles intentaban sacar heridos, enfermos y hasta incubadoras con recién nacidos dentro? ¿Has visto las imágenes de tractores y buldóceres destruyendo calles y carreteras para que no pueda entrar la poca ayuda humanitaria que el gobierno de Israel deja introducir? ¿No es verdad que Israel está cometiendo crímenes de guerra de manera deliberada, matando de hambre a una población indefensa? Además, el gobierno que presides, Pedro, adquirió armamento israelí el pasado mes de febrero, “testadas en combate”, según la publicidad del estado sionista, lo que significa que han podido ser utilizadas en Gaza contra la población civil. ¿Alguna respuesta a esto que digo?

Los ciudadanos de a pie, los que no tenemos un conocimiento de la política de estado, sí que podemos de percatarnos de las incoherencias de nuestros dirigentes. Y por eso no entendemos que se tardaran unos pocos días para sancionar económicamente a Rusia después de la invasión de Ucrania o que se retire de manera inmediata a la embajadora de España en Argentina por unas declaraciones del presidente Milei contra Begoña Gómez. Ni un solo país de la Unión Europea ha sido capaz de romper sus relaciones comerciales con Israel ni de retirar sus embajadores después de los asesinatos en Gaza, con pruebas evidentes de crímenes de guerra contra la población civil.

Espero que esa declaración no sea un acto propagandístico más a las puertas de unas elecciones al parlamento europeo. Si no hay más acciones, lo veré como un mero fingimiento, como una puesta en escena que todavía hará más daño. Por eso es importante aprovechar la primera solicitud de la historia de órdenes de arresto contra Netanyahu y su ministro de Defensa. La decisión puede tardar meses, pero se pueden hacer más cosas, como suspender el envío de armas a Israel, suspender el envío de armas, controlar las rutas de los barcos con destino a ese país, abrir embajada en Ramala y, quizás, una de las acciones más importantes, sumarse a la denuncia contra Israel por genocidios en la Corte Internacional de Justicia. Y de ahí, a suspender relaciones con el gobierno israelí, paralizar la compra de material militar e impulsar las medidas que sean necesarias para obligar al estado sionista a abrir corredores humanitarios y evitar el desplazamiento forzado.

Reconocer a Palestina como estado es completamente insuficiente. No habrá paz si no hay medidas más contundentes. Seguirán las muertes y la destrucción. Cisjordania es el siguiente paso. Ya hay decenas de asesinatos de civiles todos los días allí. Pedro, sabes que el objetivo final de Israel es la limpieza étnica y la anexión de todo el territorio. Palestina dejará de existir. Y será demasiado tarde. Se puede y se debe hacer más. Por dignidad, por humanidad. No nos falles.

Foto portada: Pedro Sánchez i Mahmud Abbas. Autor: Pool Moncloa.

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