Miles de persones en la procesión de Can Puiggener

Miles de personas en la procesión de Can Puiggener

  • La procesión de Can Puiggener escapa de la lluvia y abarrota las calles del barrio.

  • Es la principal procesión de la ciudad y todo el Vallès Occidental.

Suma y sigue. La procesión de Can Puiggener suma ya 51 ediciones y de nuevo ha vuelto a atraer a miles de personas, no sólo de la ciudad. Las cinco cofradías han ido algo más justas de recambios que en otras ocasiones pero han podido completar el recorrido por el barrio sin problemas, asombrando a los asistentes.

A falta de quince minutos para las siete de la tarde, el trasiego en las calles de Can Puiggener es notorio. Centenares de personas se sitúan entre las aceras de la calle Florit para no perder sitio. Paradójicamente, en las inmediaciones de la parroquia de San Roque el bullicio es menor. Una quincena de legionarios de Sant Andreu de la Barca, la mayor parte retirados, charlan entre los dos bloques de escaleras que dan acceso a la iglesia. Arriba, los miembros de las cofradías se colocan alrededor de sus pasos. El párroco de la iglesia, que lleva en el barrio tres años y es mexicano, aparece, y da la sensación que todo está preparado.

Este año las cofradías han tenido algún problema más que en otras ediciones para llevar los pasos. Ha faltado más gente, y algunos pasos han tenido que ser llevados en parte por miembros de la legión. Otros por jóvenes que se estrenaban como costaleros.

Pocos minutos después de las siete, baja por las escaleras el primer paso. No es fácil. Hay poco espacio, bastantes escaleras y las habilidades de los costaleros son dignas de ver.  En las puertas de acceso a la iglesia, y antes de hacer el giro que permita a la cofradía encarar la subida hasta la plaza Granada, la banda entona el himno español. Entre el público no faltan algunas personas con lágrimas en los ojos. La emoción reina para los devotos. Para los que no, reina la curiosidad. Muchas cámaras de foto y móviles inmortalizan el momento.

La cofradía entona el camino hacia la plaza. A mitad de calle, una señora se anima desde una ventana con una saeta, larga, más de 3 minutos. No será la única. Como mínimo, en tres lugares del recorrido han habido saetas. Las cantaoras reciben un clavel y el agradecimiento de las cofradías.

El público se agolpa en el primer tramo y cuesta pasar. Los responsables piden a la gente que no cierre tanto el paso. En la plaza Granada el bullicio es máximo. Después, en el recorrido por Can Puiggener, ya no hay tanta gente aunque las ventanas y los balcones siguen a rebosar para ver pasar a los costaleros. Los pasos bajan con relativa lentitud, con más o menor paradas, en funcion de las saetas y de algunos descansos. Cuando cae el sol entonan la cuesta que comunica Can Puiggener con el Llano. De nuevo, alrededor de los nuevos pisos de VIMUSA se agolpa la multitud. Muchas madres musulmanas con velo vigilan a sus hijos, que miran con asombro la procesión, con los ojos como platos mientras juguetean.

Allí, en la rotonda se agolpan las cofradías, dispuestas a tomar un respiro y enfilar la segunda parte de la procesión, ya con la noche reinando. La luna, bien presente en el cielo, parece observar los pasos.

Orígenes y futuro de la procesión

La procesión de Can Puiggener nació a principios de los años 60. Tiene su origen en las celebraciones que los inmigrantes de origen andaluz recuperaron para Sabadell. En los últimos años se ha consolidado como la más seguida, y popular, del Vallès Occidental.

La Hermandad Semana Santa Andaluza de Can Puiggener impulsa la celebración, como paraguas de cinco cofradías: Nazaret, Flagelación, Cristo del Amor y María Santísima de la Sangre, Santo Entierro y Nuestra Señora Virgen de los Dolores.

Este año, pese a las previsiones, las cofradías han logrado escapar del mal tiempo. El reto ahora es escapar el año 2013 de los recortes. Para esta edición ya han tenido que hacer malabarismos, y la Hermandad teme que el año que viene ya sea difícil hacer cuadrar el círculo.

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