Una familia de Can Puiggener

Can Puiggener se moviliza contra un desalojo de Bankia

  • Una familia de etnia gitana recoge más de 300 firmas en un día contra la orden de desalojo.

  • La PAH, la asociación vecinal y el Ayuntamiento interceden para evitar que la familia se quede en la calle.

Un centenar de personas se han concentrado este viernes en Can Puiggener para evitar que se ejecutara la orden de desalojo del piso que ocupa una familia con dos hijos pequeños desde hace cuatro años. La familia, en paro, ocupó la vivienda propiedad de Bankia y la acondicionó. El miércoles recibieron una comunicación para que desalojaran en 48 horas. De momento, siguen en el inmueble.

Santiago y Mari Carmen Flores tienen dos niños, de 2 años y tres meses, y viven en un piso que no es suyo desde hace cuatro años. Son vecinos de Can Puiggener de toda la vida y decidieron ocupar un inmueble propiedad de Bankia que llevaba dos años vacío. Según los vecinos, los últimos inquilinos tenían problemas con las drogas y creaban conflictos de forma recurrente.

En cambio, Santiago y su mujer acondicionaron la vivienda y los vecinos solo hablan parabienes de ellos. “Hemos hecho mejoras en la cocina, en el suelo y en otras partes”, dice ella. “Todo ciudadano se merece una vivienda digna y yo no me he negado a pagar en ningún momento”, asegura Mari Carmen. La pareja asegura que negociaron con Bankia un alquiler en varias ocasiones pero que la entidad pide nóminas y garantías que no tienen. Ellos están en el paro y no cobran ningún subsidio ni prestación. Santiago asegura que su último trabajo fue de forestal, pero ya han pasado tres años. Así que ahora viven de la ayuda familiar, de los vecinos y de lo que saca cuando acude a ayudar a su suegro a un quiosco que tiene en el barrio barcelonés de Sant Andreu.

“Hace cuatro años que se quedaron sin recursos y ocuparon esta casa que se había quedado vacía después de un desahucio de Bankia para tener un techo donde dormir”, dice la portavoz de la PAH, Júlia València.

El piso está situado en la calle Cartago. Foto: J.d.A
El piso está situado en la calle Cartago. Foto: J.d.A

El pasado miércoles la familia recibió una carta de los Juzgados instándoles a abandonar el piso en 48 horas. La abogada de oficio les aconsejó ir a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que se reúne cada miércoles en Torreguitart, a cuatro pasos de Can Puiggener. De allí salieron con la idea de iniciar una recogida de firmas contra el desalojo. En sólo 24 horas, Santiago ha recogido más de 300, y cuenta con el apoyo de la asociación de vecinos de Can Puiggener, y también la asociación de Gitanos.

Según la PAH, el concejal de Habitatge, Joan Manau, está “moviendo hilos” con el procurador y el juzgado para dejar en un cajón el proceso judicial y que Bankia retire la demanda. “El ayuntamiento tiene que presionar a las entidades bancarias para garantizar el derecho a la vivienda”, dice la portavoz de la PAH.

Concentración contra el desalojo

Para evitar el desalojo un centenar de personas se han concentrado esta mañana a las puertas del inmueble. Sólo se ha presentado una patrulla de Mossos d’Esquadra que han asegurado a miembros de la PAH que no tenían conocimiento de ninguna orden de desahucio ni desalojo. Se han marchado a los pocos minutos. La portavoz de la PAH, Júlia València, se muestra convencida que la presión vecinal y social ha evitado el desalojo este viernes.

Un momento de la acción de este viernes. Foto: J.d.A
Un momento de la acción de este viernes. Foto: J.d.A

De momento, la pareja y los dos bebés mantienen el techo, aunque nadie garantiza que la orden de desalojo se ejecute en los próximos días. Si es así, la pareja asegura con el niño pequeño en brazos que no sabe lo que van a hacer, si irse con la familia u ocupar otra vivienda. “No tenemos ningún otro recurso”, asegura Mari Carmen.

Aumentan las ocupaciones

Can Puiggener es seguramente una de las zonas con mayores retos sociales de Sabadell. Al alto desempleo se le une el porcentaje de extranjeros, el más alto de Sabadell, como demuestran año tras año los informes de l’Observatori de la Immigració de Sabadell. Immigrantes y personas de etnia gitana deben coexistir, no sin dificultades, en una de las zonas más empobrecidas y con menos servicios públicos de la ciudad.

En este contexto, no son pocas las ocupaciones de inmuebles por parte de vecinos. Es un fenómeno existente en todo Sabadell pero varios de los asistentes a la acción de este viernes conocen con nombres y apellidos a gente que ha ocupado una vivienda para dormir a cubierto.

La presidenta vecinal, Isabel Sánchez, asegura a iSabadell que Santiago y Mari Carmen no son la única familia del barrio que ha tenido que pegar la patada en la puerta de un piso que no es suyo para tener un techo donde dormir. En este sentido, ya alerta que en las próximas semanas hay casos similares de desalojo en la misma zona. Son, según Sánchez, personas que ante la desesperación han ocupado un piso, lo acondicionan y quieren pagar un alquiler pero que no llegan a acuerdos con los propietarios. Otro vecino asegura que un bloque de viviendas de La Caixa cercano a la Gran Vía también tiene varios pisos ocupados.

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