-
Después de la derrota en campo del Hércules, el futuro del maño es toda una incógnita.
-
El presidente Sakamoto llega esta semana a Sabadell, y decidirán si aguantan al míster hasta el domingo.
Javi Salamero puede estar viviendo sus últimas horas como entrenador del Sabadell. La última derrota contundente, en Alicante, y frente a un rival directo en la lucha por la salvación como el Hércules, ha hecho estallar una crisis en torno a la figura del entrenador arlequinado.
La cabeza visible de la junta directiva esta semana, el directivo Ignasi Lúquez, ha venido declarando que de no ganar la pasada jornada se “tendría que hablar, no es lo mismo perder 1-0 que 3-0”. Además, en su Twitter, Lúquez escribía el domingo:
Molt decebut, però hem de reaccionar ja per solventar la situació, l’entitat s’ho mereix i s’ha de canviar la dinàmica amb urgència.
— IGNASI LUQUEZ (@ILUQUEZ) noviembre 24, 2013
Y el lunes el vicepresidente amplió:
Sóc conscient que serà una setmana molt important, on es tenen que prendre decisions. L’única nota positiva d’avui, la victòria del filial.
— IGNASI LUQUEZ (@ILUQUEZ) noviembre 25, 2013
Todos los indicios llevan al mismo camino: la destitución de Salamero, a que no se sentaría el próximo domingo en el banquillo de la Nova Creu Alta contra el Mirandés.
A lo largo de esta semana, el presidente Keisuke Sakamoto, llega a Sabadell, y pese a que no es partidario de tomar decisiones drásticas, es decir, prescindir de Salamero, la mayoría de directivos estarían más por la labor de darle un vuelta de tuerca a la situación, y como ocurre en la mayoría de veces, el damnificado es el entrenador.
En puestos de descenso
El Sabadell ocupa actualmente la antepenúltima posición de la Liga Adelante, a tres puntos de la salvación, pero lo más preocupante es la mala dinámica en la que ha entrado el equipo, acumulando tres derrotas consecutivas.
¿Y los jugadores?
Los futbolistas parecen estar al lado del entrenador, pese a que este último siempre ha dicho que no venía a hacer amigos aquí. Nauzet y Espasandín, voces más que autorizadas del vestuario, fueron críticos con el equipo al término del partido en Alicante, pero sin malas palabras hacia su líder.
“Que nadie piense que me pueden doblegar tan fácilmente, yo no me rindo y no tiraremos la toalla”. Estas eran en cambio las palabras de Salamero en rueda de prensa, que no quiso atender a los micrófonos de Ràdio Sabadell después de la derrota ante el Hércules. Una decisión absurda.
Futuribles
Como es normal en estas situaciones, ya empiezan a sonar nombres de sustitutos en el banquillo arlequinado, y parece ser que los mejores posicionados son Carlos Terrazas y Pepe Bordalás, dos veteranos en esto de la Segunda División, que la pasada temporada entrenaron al Guadalajara y al Alcorcón respectivamente.