Foto: fàbrica Grau S.A inundada després de les riuades de 1962.- Autor: Carlos Pérez de Rozas/ Arxiu Històric de Sabadell

’25 de septiembre de 1962: la riada’, por Manuel Navas

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Manuel Navas, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Sabadell

Los terribles datos. Hace 60 años la riada que arrasó el Vallés Occidental provocó una tragedia humana, social, medioambiental y económica en la que, según datos oficiales perdieron la vida 441 personas (40 en Sabadell), hubo 374 desaparecidos, cerca de 500 viviendas con daños totales o parciales, el realojo de más de 3.000 personas y toda la industrial lanera que bordeaba el Ripoll. No fue tan casual. Las lluvias torrenciales encontraron terreno abonado
para el desastre. Las explicaciones suelen omitir las causas estructurales, en las que las condiciones sociales generadas por el franquismo tuvieron mucho que ver, porque favoreció la enorme magnitud de la desgracia, evidenciando que la relación entre desastres ‘naturales’ y pobreza y sus consecuencias van siempre de la mano y recaen invariablemente en los más débiles. Algunas notas al respecto.

El contexto. La guerra civil de 1936, iniciada tras el fracaso del golpe de estado impulsado por sectores económicos, terratenientes, jerarquía eclesiástica, militares reaccionarios y Falange, terminó en 1939 poniendo fin a la democracia y dando paso a la dictadura, una larga noche de represión, torturas y el exilio de cientos de miles de personas, acabando con la esperanza de modernizar el país que abrió la II República. Tras la guerra, el pueblo quedó inmerso en una extrema pobreza. En tales condiciones, la búsqueda de trabajo y del anonimato huyendo de la represión y las necesidad de mano de obra en territorios con industria, forzaron olas migratorias procedentes de diversos lugares (Murcia, Extremadura, Andalucía…), de las cuales, parte llegó a Sabadell (de 50.000 habitantes en 1945 se pasó a 180.000 en 1975).

La emigración: condiciones de vida y rol. La emigración fuimos reubicados en la periferia (malviviendo en estadas, cuevas, chabolas, casas de autoconstrucción,…) y así surgieron y se consolidaron barrios (Ca n’Oriac; TorreRomeu; Can Puiggener; Gràcia, Creu de Barberà…) en condiciones infrahumanas, sin luz, agua, alcantarillado, asfaltado, equipamientos, transportes, etc. Un escenario que fue caldo de cultivo para el desastre que generó la riada del 62. Una emigración cuyo papel en orden al proceso de acumulación capitalista fue fundamental, como lo fue en la recuperación del movimiento obrero y vecinal y en la lucha por mejorar las condiciones laborales, sociales, económicas y vecinales e imprescindible en la lucha por la democracia. Puede decirse que, en gran medida, se convirtió en ‘la sal de la tierra’. Hechos que desmontan el revisionismo histórico esencialista que, desde sus poltronas, andan reescribiendo la historia ninguneando el papel del pueblo trabajador y emigrante en la construcción de la Catalunya actual y al que suelen dirigirse con calificativos peyorativos.

Memoria histórica. Si en general la recuperación de la memoria histórica hace referencia al conocimiento de los avatares que han marcado nuestra idiosincrasia personal y colectiva para extraer las conclusiones que consideremos, es evidente que la riada del 62 forma parte de esa historia y que aporta datos significativos para conocerla mejor:

¿Por qué se dieron las condiciones para que el daño de la riada alcanzase tales dimensiones?; reconocer la solidaridad popular que se desplegó; analizar el papel de la emigración en todos los terrenos; entender/aceptar que Sabadell, con sus virtudes y defectos, es fruto de la historia que hemos forjado autóctonos y emigrantes formando un todo indivisible; etc.

Ahora, a los 60 años de la riada, y como beneficiarios de su legado, cabe reivindicar el papel de quienes nos precedieron que, en un durísimo contexto, se dejaron la piel, y en casos la vida, se sobrepusieron a las adversidades y lucharon para sacar adelante a sus familias, para lograr mejores condiciones de vida colectivas y para acabar con la dictadura. Para ellos/as, nuestro más profundo respeto y reconocimiento.

Foto: fàbrica Grau S.A inundada después de las riadas de 1962. Autor: Carlos Pérez de Rozas/ Arxiu Històric de Sabadell.

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