‘De reclamación de daños, de la administración municipal y del Sindic/a de Greuges’

CARTAS DE LOS LECTORES
Miguel Cuevas García

Creedme si os digo que no ha sido por pura pereza poner de relieve lo acontecido y por acontecer entre una relación no buscada con la administración municipal y un humilde servidor sino porque he preferido que pasase el periodo electoral, no vaya a ser que alguno me tildase de sectario o partidista en la creencia de que mi intención fuese la de criticar a las personas que actualmente detectan el equipo de gobierno municipal. No, no va de eso. De hecho, mi incomodidad, por llamarlo de alguna manera, tiene su origen con el consistorio anterior, época en la que comienza mi peregrinaje administrativo a través de los cauces de las diferentes Áreas, Órganos e Instituciones de la Administración Municipal que sería digno del Santo Job para los que sean creyentes pues de paciencia va la cosa.

Me explico, y tranquilos que seré breve: en octubre de 2018 tuve la inoportuna suerte de estacionar mi motocicleta en el carrer Lacy de nuestra localidad introduciendo la pata derecha del caballete sobre un hoyo que los servicios de mantenimiento del Ayuntamiento, en un “lapsus laboris”, olvidaron asfaltar tras quitar unos pivotes para pintar en la calzada una hilera de estacionamientos para motocicletas.

La motocicleta, que pesa casi cuatrocientos kilos, se volcó del lado derecho produciéndose diferentes desperfectos que fueron denunciados ante la unidad de Atestados de la Policía Municipal y posteriormente al Ayuntamiento. Hasta aquí todo correcto. A esperar pacientemente que el procedimiento administrativo siguiera su curso, pues de oídas ya sabemos que a veces la administración es lenta, pero lo que no me hubiera esperado es que el “Vuelva Vd. Mañana” del Sr. Larra del siglo XIX se convirtiera en el actual “Vuelva Ud. el año que viene”.

Después de denunciar los hechos dejé pasar seis meses esperando una resolución administrativa (la administración tiene obligación de contestar en los tres primeros) metiéndome en la piel de “El Coronel no tiene quien le escriba” y tratar de ser condescendiente pensando en la ardua y dura tarea que le habría supuesto leer mis desdichas moteras al esmerado funcionario que hubiese tenido en suerte recibir los dos larguísimos folios, escritos a una cara, de los que constaban mis alegaciones.

En vista del silencio administrativo, que nunca interpreté como dejación de funciones, inoperancia o mala fe por parte de la administración, sino como un simple descuido, pues nadie está libre de cometer errores, decidí enviar una misiva a tipo de recordatorio a quien correspondiera de los servicios jurídicos del Ayuntamiento comunicando mi desaliento ante la falta de cariño de la administración. ¡Ni por esas! Después de un año sin contestación cada vez me iba pareciendo más al personaje de García Márquez. En uno de esos momentos de zozobra que pasaron por mi mente, por un instante, se me abrió una ventana de esperanza al recordar que en el edificio Casal Pere Quart habitaba a determinadas horas del día un Órgano denominado Sidic/a de Greuges, del cual fue precursor nuestro estimado alcalde Sr. Bustos, por aquello de que a su Ayuntamiento “no le faltara de ná“, y que ha sido mantenido hasta nuestros días por los siguientes consistorios, al cual le solicité que interpelase en mi nombre para que la administración municipal resolviera a favor o en contra de mi petición mediante resolución expresa para evitar la Vía Jurisdiccional Contencioso Administrativa.

!Eureka¡ , en enero de 2020, supongo que zarandeados por el Sindic/a de Greuges, una funcionaria del Servei de Defensa Jurídica se dignó por primera vez a dirigirse hacia mi persona mediante un escrito de PROVISIÓ comunicando que mi expediente, al igual que el Chotacabras Pachuca (Phalaenoptilus nuttallii), había pasado una temporada en estado de hibernación pero que continuaba vivo, cosa que me devolvió la fe en la Casa Gran y en sus humildes servidores por lo que volví a la posición del Santo Job a la espera de noticias. Pues bien, mi gozo en un pozo y ¡que si quieres arroz, Catalina!. Ha pasado otro año desde la recepción de la Provisió y tanto la administración municipal como el/la Sindic/a de Greuges me tienen: “Sin noticias de Gurb”.

El tema no es baladí pues lo referenciado deja entrever la indefensión que el ciudadano mantiene frente a los que se les presupone garantes de los derechos de los administrados que a sabiendas de su falta de responsabilidad se permiten saltarse a la torera las normas administrativas en perjuicio del mas débil. Por ello, ante la indecencia de los que nos ignoran: no sabría decir si se trata directamente de los funcionarios encargados de la instrucción del procedimiento; de la dirección del departamento del Servei de Defensa Jurídica; de la inoperancia del Sindic/a de Greuges o de la Regidoría política que no prevé ni dota del personal necesario para dar cumplimiento a las necesidades que una ciudad como Sabadell necesita no me queda más salida que interponer Recurso Contencioso Administrativo ante el Juzgado correspondiente solicitando el pago de los daños ocasionados en la motocicleta, los intereses de demora y los gastos del procedimiento judicial, todo ello a costa del bolsillo de todos ciudadanos de Sabadell por la incompetencia administrativa de sus administradores.

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