‘Desde Can Puiggener con orgullo’, por la Asociación de Vecinos de Can Puiggener

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Asociación de vecinos de Can Puiggener

En la medida que se acercan elecciones es habitual que los políticos que aspiran a mantenerse en el gobierno o en su caso gobernar, redoblen esfuerzos y postureos para explicar lo bien que lo han hecho y lo bien que lo harían si gobernasen y nuestra ciudad no escapa de ello. En estos casos, la prueba del algodón pone a cada uno en su sitio.

Sabadell es una ciudad de barrios, donde cada uno tiene su historia, su composición sociocultural, sus problemas y reivindicaciones. En Can Puiggener, y con la crisis económica como telón de fondo, se ha aposentado de manera especial la exclusión social y la pobreza con el plus del alto índice de emigración. Una combinación explosiva que ha afectado a la integración, la cohesión y la convivencia.

La degradación paulatina del barrio de Can Puiggener viene de lejos (y aclaramos para quienes se presentan como salvadores, que no existen soluciones mágicas), pero si nos atenemos a los hechos podemos afirmar, que los distintas planes políticos y sociales aplicados por los regidores de turno (de antes y de ahora) sean por incompetencia o por negligencia, no han frenado esa degradación. Tampoco decimos que no se destinen recursos, sino que, visto lo visto, es obligatorio repensar las estrategias que están llevando a cabo, realizar las autocríticas que correspondan y en su caso, exigir las responsabilidades a los responsables políticos de una gestión a todas luces ineficiente.

La Asociación de Vecinos de Can Puiggener, con más de 40 años de existencia, ha ido planteando a lo largo de su vida, las reivindicaciones más urgentes y necesarias: asfaltado, cloacas, alumbrado, transporte público, equipamientos, etc. Hoy los problemas y reivindicaciones tienen como eje central “lograr una convivencia y un barrio digno”. En ese sentido, desde el conocimiento del barrio, la asociación elaboró un dossier recogiendo los principales problemas, reivindicaciones y propuestas que debería servir de guion para elaborar un Plan Integral del Barrio que ayude a salir de esta situación. El dossier, que fue entregado a todos los grupos municipales, no ha merecido la respuesta ni del equipo de gobierno ni de la oposición.
Al parecer los partidos no acaban de entender que los movimientos sociales ni pueden ni deben ser sus correas de transmisión. Su labor es otra bien distinta y por lo tanto, no es de recibo utilizar las discrepancias como subterfugio para desoír a quienes altruistamente trabajan en favor del barrio y sus vecinos/as salvo que pretendan fomentar el clientelismo.

Es lo que deducimos a partir de algunas de las iniciativas puestas en marcha desde el Ayuntamiento que responden más a la lógica típica del despotismo ilustrado (‘para el pueblo y sin el pueblo’) que a los procesos de democracia participativa y que conduce a situaciones tan absurdas como el aparcar sine die un proyecto para Can Puiggener (A-Porta) presentado al regidor señor Gabriel Ferández, por la Confederació de Federacións Veïnals de Catalalunya, consensuado con la asociación de vecinos del barrio y la FAVS, para archivarlo y suplantarlo por otro “similar pero distinto” que nos hemos enterado por la prensa. Bienvenida cualquier actuación que ayude a atenuar situaciones extremas, pero insistimos que no es el camino para reconducir la situación de Can Puiggener y menos para fomentar prácticas participativas.

No aceptamos ser considerados meros convidados de piedra. No somos el ombligo de nada pero formamos parte del barrio, trabajamos y lo conocemos probablemente mejor que los regidores que suelen ser aves de paso.

Ante la falta de voluntad política para elaborar un Plan Integral del Barrio, que consensue un diagnóstico, un plan de intervención multidisciplinar superador de las actuaciones reactivas y sectoriales y un calendario de intervenciones para seguir su implementación, habrá que recurrir a la creación de comisiones operativas y con competencias y no las típicas comisiones estériles que suelen crear y que acaban muriendo por simple inacción, para para abordar problemas concretos, pero lo que menos necesita Can Puiggener son postureos y titulares de prensa del político de turno.

Foto portada: una visión general del barrio de Can Puiggener. Autor: David B. 

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