Concentració de la FAV davant del CAP Ca n'Oriac. Autor: David B.

‘Notas sobre el mal Govern de la pandemia’, por Manuel Navas

ARTÍCULO DE OPINIÓN
Manuel Navas. Sociólogo

Los datos

Sabemos que los datos estatales sobre las muertes en casa, hospitales y residencias a causa de la Covid-19, se nutren de la información que las comunidades autónomas aportan, datos imprescindibles para extraer conclusiones científico-médicas sobre el virus. También sabemos que la Generalitat tiene competencias exclusivas en sanidad y en residencias por lo que es razonable exigirle que tenga un cabal conocimiento de las consecuencias de la pandemia en todos los ámbitos y con más razón respecto de los/s fallecidos. Pero los datos que se han ido aportando con cuenta gotas durante la crisis sea por descontrol, desconocimiento, miedo, vergüenza o todo junto o simplemente por el mero hecho de poner palos a las ruedas, no han sido fiables.

El 155 sanitario

Con sus habituales estridencias patrioteras, el president Torra, además de otras afirmaciones infumables y refutables, quiso vender el Estado de Alarma como una intromisión en las competencias autonómicas. Pero, sin obviar lo extraordinario de su aplicación, no es lo que se deduce de los artículos 4, 5 y 6 del Real Decreto 463/2020 que señalaban que las administraciones seguían gestionando sus propias competencias, con la sensata directriz que sus decisiones tuviesen en cuenta la interdependencia de todos territorios del Estado dada la dimensión territorial de la pandemia. Además, hubo competencias que salieron reforzadas como la posible utilización de los centros sanitarios privados por parte de la sanidad pública, el intercambio de suministros sanitarios de todo tipo entre las diversas comunidades, la posibilidad de utilizar establecimientos hoteleros privados como centros sanitarios públicos…, algunas de las cuales, ni fueron utilizadas. Lo dicho, las típicas incontinencias verbales buscando rédito electoral a costa del sufrimiento humano.

Los brotes

Nadie podía prever (salvo los profetas del pasado) lo que se nos veía encima, ni su origen (para ingenuos/as, recordar que no es Madrid, como algunos/as políticos/as de estos lares aseguran), ni sus causas, ni consecuencias, ni menos cómo actuar ante ello. Y que antes del repunte que nos vienen alertando para otoño, aparecen los brotes que, aunque previsibles tras el desconfinamiento forzado más por razones políticas (presiones de la oposición de derecha y otros, tanto de las CC.AA como estatal) y económicas que sanitarias, están haciendo saltar las alarmas.

En Catalunya (y en España), unos están ligados a la indisciplina de personas irresponsables y otros directamente relacionados con la precariedad laboral y la marginalidad, es decir, en buena parte evitables si las administraciones competentes hubieran actuado con diligencia, dando respuesta a las justas reivindicaciones laborales y sociales de los/as trabajadores/as del campo (entre ellos/as, y especialmente, los/as emigrantes). Unas condiciones infrahumanas que son caldo de cultivo para el virus y que a la postre hacen aflorar talantes racistas y xenófobos convirtiendo las víctimas en culpables.

La actuación en Lleida es otro mal ejemplo de un mal Govern: ante la falta de políticas preventivas se recurre a las políticas reactivas en el marco de una Asistencia Primaria impotente por falta de recursos de lo que se deduce que la experiencia acumulada a nivel estatal y mundial sobre el virus, su comportamiento y contagio no se han tenido en cuenta para nada en la toma de decisiones coherentes con la información que hoy se dispone.

Las responsabilidades políticas

Por justicia social y democrática:

  1. Ni pueden olvidarse las consecuencias de la nefasta gestión de la sanidad pública y residencias de consecuencias mortales para miles de personas. Una gestión llevada a cabo siguiendo las directrices de las políticas neoliberales (antisociales) de la Escuela de Chicago (tendente a minar y acabar con el Estado de Bienestar), de aciago recuerdo para el pueblo trabajador de Chile, Argentina, EE.UU, Gran Bretaña,…., (cuyo exponente en Catalunya es el economista Xavier Sala i Martín).
  2. Deben exigirse responsabilidades a quienes han recortado la sanidad pública y residencias durante años, motivando que no se haya podido hacer frente a la pandemia con los recursos humanos, materiales y de infraestructuras necesarios ya que, de haberlos tenido,se podrían haber evitado las muertes y sufrimiento evitables.
  3. Con semejante panorama, no podemos permitir más disonancias entre lo que dicen y lo que hacen, ni guerras partidistas. Que Catalunya carezca de un liderazgo epidemiológico o que siga vacante la Secretaria de la Agència de Salut Pública que es la encargada de establecer las directrices y prioridades en salud pública (…) y coordinar y supervisar su implantación y ejecución, es de Juzgado de Guardia.

Que el Govern debe estar a la altura de las circunstancias implica asumir que existe un gravísimo problema que requiere respuestas adecuadas por encima de cualquier otra consideración y no estancarse en la retórica y el victimismo para esconder ineptitudes y negligencias políticas.

Foto portada: Manuel Navas, en una imagen de archivo. Autor: David B. 

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